El gobernador disertó ayer en el Council of the Americas. Defendió inversiones, explicó la posición oficial sobre la radicación de Monsanto y recalcó que deberá adaptarse a la nueva ley ambiental. Se pronunció a favor de un plebiscito “en última instancia”. Edgardo Moreno, enviado especial a Nueva York, Estados Unidos.
El gobernador José Manuel de la Sota
ratificó ayer que su administración continuará promoviendo la
radicación de inversiones para el complejo agroindustrial, aunque
advirtió que deberán adaptarse al nuevo marco normativo que en materia
ambiental espera obtener de la Legislatura con el consenso de la
oposición.
En conferencia de prensa ofrecida aquí recordó que la nueva
legislación incluirá, si es aprobada, la discusión de los informes de
impacto ambiental en instancias de debate público que, como última
alternativa, pueden incluir un plebiscito.La confirmación oficial del rumbo tomado por el gobierno en materia productiva y ambiental precedió el encuentro que tuvo ayer De la Sota con un grupo de empresarios convocado por la AmCham (Cámara de Comercio de Estados Unidos en la Argentina) en el Council of the Americas.
Una inversión cercana a los 400 millones de dólares de la empresa Monsanto se encuentra paralizada desde hace meses y el presidente de la firma para Latinoamérica Sur, Luis Beling, declaró esta semana que Monsanto esta analizando planes alternativos para redirigir el destino de su inversión, en la que ya aplicó 45 millones de dólares.
La posibilidad de recurrir a una metodología plebiscitaria para zanjar el debate de la cuestión ambiental no ha sido evaluada del mismo modo por el gobernador y el presidente de Monsanto. Para este, “hacer una audiencia pública sería bueno”, pero duda de la efectividad de realizar una consulta popular. De la Sota se pronunció a favor de un referéndum “en última instancia”, aunque aclaró, en diálogo con La Voz del Interior , que sólo debería abarcar a la población directamente afectada, en este caso, la localidad de Malvinas Argentinas.
El mandatario remarcó que “se debe prestar la atención debida a las cuestiones ambientales”, pero criticó las posiciones extremas que, según su opinión, se manifestaron en el conflicto por la radicación de Monsanto “por cuestiones políticas”.
“Si la inversión fuese de la empresa Don Mario, la reacción no sería la misma” dijo, en alusión a la empresa nacional de procesamiento de semillas y sugiriendo que la oposición a Monsanto no surge solamente de reclamos ambientales sino del carácter multinacional de la empresa.
Comparó lo ocurrido en Malvinas Argentinas con el diferendo abierto con Uruguay por la instalación de la ex-Botnia y recordó la activación de ese conflicto por parte del gobierno del expresidente Néstor Kirchner.
En cambio, se mostró optimista sobre la posibilidad de obtener consenso con las fuerzas de oposición en la Unicameral para la sanción de la nueva ley de convivencia ambiental.
En su mensaje a los empresarios durante el almuerzo realizado en el edificio de la Americas Society, en el distrito histórico del Upper East Side neoyorquino, ratificó además el interés de Córdoba por promover nuevas inversiones para el complejo agroindustrial. En diálogo con la agencia Bloomberg, el ministro de Comunicación y Desarrollo Estratégico, Jorge Lawson, recordó los proyectos en estudio de las empresas Syngenta y Dow Chemical.
De la Sota también fue interpelado por la situación de la industria automotriz en Córdoba. Estimó en más de un 30 por ciento la retracción en las ventas y explicó las medidas de asistencia crediticia con las que prevé asistir a empresas del polo metalmecánico.
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