Acusan a Monsanto de usar en el agro productos para la guerra
Fecha de Publicación: 17/04/2014
Fuente: La Jornada (México)
País/Región: Internacional
Vandana
Shiva, activista y científica india, comenzó su lucha en favor del
medio ambiente con abrazos a los árboles para que no fueran talados.
Decidió hacer a un lado su bien personal para luchar por el colectivo:
defiende los cultivos tradicionales ante la avalancha de transgénicos. Y
se encarga de denunciar casos como el de la región de Punjab, donde de
250 alimentos que se producían hoy sólo se cultivan dos y miles de
campesinos se han suicidado por no poder pagar regalías por los cultivos
a Monsanto.
Recibió el Premio Nobel Alternativo en 1993. En
entrevista con La Jornada, durante una rápida visita a México, explica
cómo la revolución verde, hace más de 40 años, dio paso a la
biotecnología y cómo empresas como Monsanto utilizan en la agricultura
productos que fueron desarrollados para la Segunda Guerra Mundial, como
los pesticidas y otros químicos.
Recuerda que su defensa de la
biodiversidad comenzó en la región en que nació, en el valle de
Dehradun, donde vio cómo los árboles se perdían y los arroyos se
secaban. Estaba en auge el movimiento de mujeres que abrazaban los
árboles y decían que primero tenían que matarlas antes de que los
cortaran, al cual se unió.
Agrega que en 1984, después de la tragedia
de Bhopal –una fuga de sustancias tóxicas de la empresa Union Carbide–,
“empecé a denunciar la violencia de la revolución verde. Su impulsor,
Norman Borlaug, estuvo en India. Resultado de ella ocurrió ese desastre,
y en Punjab murieron más de 30 mil campesinos. Por ello escribí el
libro de la violencia de la revolución verde”.
Añade: "A partir de
entonces vi las estratagemas de las empresas, primero en el GATT y
después en la Organización Mundial de Comercio, para introducir la
agricultura en el libre comercio internacional. Porque las
trasnacionales decían que ya no podían hacer negocio con los
agroquímicos, sino tenían que hacerlo con las semillas, y no sólo en
Europa y Estados Unidos, porque son mercados pequeños, sino en los de
mayor comercio en el mundo".
–¿La revolución verde es la pauta para la biotecnología y el desarrollo de los transgénicos?
–Hay
que entender que la revolución verde es el punto de partida. Las
empresas que hoy están alentando y abogando por la revolución
biotecnológica son las mismas que impulsaron ese proceso hace tiempo,
cuyos resultados vemos ahora. Se basaba en el uso masivo de sustancias
agroquímicas, lo cual no es un modelo productivo que trabaje con los
ecosistemas. Es una ruptura del trabajo que se efectuaba: de laborar con
el suelo, la biodiversidad y los recursos existentes en un lugar
determinado. La revolución verde rompe con todo eso.
“Está basada
en sustancias producidas originalmente para la guerra. Tenemos que
entender que herbicidas y plaguicidas son los mismos que se utilizaron
en la Segunda Guerra Mundial. El agente naranja, producido por Monsanto,
o los organofosforados que se experimentaron en ese episodio. La
revolución verde es un modelo productivo basado en la guerra. Es
mecanicista, trata todo ecosistema como máquina que puede ser manipulada
y controlada. Entonces, a partir del uso de sistemas mecánicos y
agroquímicos es imposible desarrollar sistemas productivos como la milpa
o los de India, donde hay nueve cultivos, que son la agrobiodiversidad a
partir del conocimiento local. Esto no puede existir con la revolución
verde. Son esas empresas las responsables de impulsar un modelo
tecnológico que atenta directamente contra la fertilidad de los suelos,
la biodiversidad y el agua.
–¿Los transgénicos serían la principal amenaza para la biodiversidad de alimentos?
–Debemos
entender que los transgénicos son una amenaza, porque ahora las toxinas
están dentro de la planta. A diferencia de la revolución verde, cuando
se rociaban las plantas, no todo se convertía en tóxico. Aquí la toxina
está en la planta. Esto es lo que elimina la población de la mariposa
monarca. Es una combinación de plantas transgénicas que son venenosas y
los agroquímicos que han exterminado la planta, de la que se alimentan
las mariposas en su ruta migratoria.
De:
http://noticias-ambientales-internacionales.blogspot.com.es/2014/04/monsanto-de-la-bomba-su-plato.html
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