miércoles, 7 de mayo de 2014

¿Quién se beneficia con los cultivos transgénicos? Una industria fundada en mitos

La relación que tenemos con los alimentos y la forma en que los producimos está sometida a presiones crecientes. Fenómenos meteorológicos extremos, cambios en el clima y el crecimiento demográfico mundial ponen en riesgo la soberanía alimentaria de las comunidades. Al mismo tiempo, los expertos en salud cuestionan seriamente nuestra dieta moderna. La Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte de una “epidemia mundial de obesidad”1 , aunque se estima que 868 millones de personas padecen hambre crónica.2 Por eso quizás no debería sorprender que se reclamen cambios fundamentales en la manera como producimos los alimentos y alimentamos al mundo.
 
La industria de la biotecnología se ha colocado a sí misma en el centro de este debate. Las empresas de biotecnología trabajan con gobiernos y la comunidad internacional de asistencia en iniciativas que según ellos mejorarán el rendimiento y los niveles de nutrición. Sus promotores sostienen que los cultivos transgénicos (genéticamente modificados) pueden ayudar a alimentar un mundo limitado por el clima.
 
El presente informe analiza la realidad de la producción de cultivos transgénicos a nivel mundial. Se diferencia lo que se dice, de lo que realmente sucede, en base a las experiencias de los pequeños agricultores y las comunidades que viven con cultivos transgénicos. Y se concluye que:
 
• Hay bastante oposición a los cultivos transgénicos en todos los continentes.
 
• La experiencia de producción de cultivos transgénicos en las últimas dos décadas en América del Norte y América del Sur demuestra que hay un mayor uso de agrotóxicos debido a la resistencia de malezas e insectos; los cultivos transgénicos con tolerancia a herbicidas y resistentes a plagas de insectos (BT) no representan una solución eficaz frente al problema de las plagas en la agricultura.
 
• Cada vez hay más evidencia de los impactos negativos que tienen los agrotóxicos sobre el medioambiente, lo que sugiere que esos cultivos transgénicos no son sustentables.
 
• No hay consenso científico sobre la inocuidad de los cultivos transgénicos y existen muchas dudas y preguntas sin responder.
 
• El Arroz Dorado transgénico biofortificado no es la mejor solución para la insuficiencia de vitamina A.
 
• A pesar del bombo publicitario acerca del desarrollo de nuevas variedades transgénicas con más nutrientes y mejor adaptadas al clima, las cifras de la industria dejan en evidencia que casi el 99% de los cultivos transgénicos que se producen actualmente son de tolerancia a herbicidas, resistentes a insectos o una combinación de ambos.
 
 

De:
http://www.alainet.org/active/73486&lang=es

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