El programa Conectados de la señal internacional de Televisión Nacional de Chile, dedicó uno de sus capítulos a este polémico tema. ¿Son la salvación del mundo? ¿Son benéficos para la salud? ¿Por qué tantos detractores?
La investigación
científica de la ingeniería genética avanza y como sociedad siempre será
motivo de alegría el conocimiento que pueda extraerse de él. Sin
embargo, la modificación o alteración de la genética natural de los
alimentos que forman parte del mercado agroalimentario, ha generado una
fuerte controversia.
Por un lado se encuentra la promesa de que incluyendo componentes benéficos para la salud y genes que aumenten la producción y tamaño de los ejemplares, se combata el hambre en el mundo. Es por eso que la Iglesia Católica se hace parte de su defensa poniendo a disposición expertos en transgénicos.
Por otro lado está el mercado que ha abrazado esta técnica para aumentar su influencia comercial en el mundo, incorporando el monopolio de la semilla por medio de su patente, cuestión que hacen los gigantes de la agricultura y los pesticidas, como Monsanto que con su influencia fue un factor clave en el golpe de estado en Paraguay.
Esta dimensión política, económica y social, pone en cuestión la sustentabilidad de los transgénicos y demuestra la influencia mediante el lobby que tienen en los parlamentos. Sin ir más lejos, la falta de información para los usuarios de alimentos está dada por la negativa al etiquetado de estos productos.
También está el aspecto de los daños que podría provocar en la salud. Pese de que aún no existe un consenso científico, se conocen los efectos del herbicida en todo el ecosistema, pues afecta a la biodiversidad matando todo lo que no sea Monsanto y causando alteraciones en la fauna.
Acá un programa que muestra el lado menos amable de lo que se presenta como una panacea alimentaria:
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Por un lado se encuentra la promesa de que incluyendo componentes benéficos para la salud y genes que aumenten la producción y tamaño de los ejemplares, se combata el hambre en el mundo. Es por eso que la Iglesia Católica se hace parte de su defensa poniendo a disposición expertos en transgénicos.
Por otro lado está el mercado que ha abrazado esta técnica para aumentar su influencia comercial en el mundo, incorporando el monopolio de la semilla por medio de su patente, cuestión que hacen los gigantes de la agricultura y los pesticidas, como Monsanto que con su influencia fue un factor clave en el golpe de estado en Paraguay.
Esta dimensión política, económica y social, pone en cuestión la sustentabilidad de los transgénicos y demuestra la influencia mediante el lobby que tienen en los parlamentos. Sin ir más lejos, la falta de información para los usuarios de alimentos está dada por la negativa al etiquetado de estos productos.
También está el aspecto de los daños que podría provocar en la salud. Pese de que aún no existe un consenso científico, se conocen los efectos del herbicida en todo el ecosistema, pues afecta a la biodiversidad matando todo lo que no sea Monsanto y causando alteraciones en la fauna.
Acá un programa que muestra el lado menos amable de lo que se presenta como una panacea alimentaria:
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