Los que ahora se conocen como alimentos ecológicos no son otra cosa que los alimentos anteriores a la agricultura industrial
Por Aaron Dykes y Melissa Melton, 14 de septiembre de 2013
Muchas
personas están empezando a darse cuenta de que la proliferación de los
alimentos transgénicos y tratados con productos químicos no sólo están
causando estragos en el ambiente, sino también en nuestra salud. Más de
250 millones de hectáreas son cultivadas con transgénicos cada año. Las
colonias de abejas siguen desapareciendo, lo que relaciona con el uso de
plaguicidas.
Todas
las promesas que se hicieron de que los cultivos transgénicos evitarían
el uso de más plaguicidas son falsas; más bien se trata de lo
contrario, apareciendo plantas resistentes a los herbicidas y nuevos patógenos. El uso de herbicidas sigue creciendo.
De acuerdo con el Instituto de Tecnología Responsable, los alimentos transgénicos están vinculados con 65 riesgos para la salud; se han realizado estudios científicos en animales que muestran los daños, algo que la investigación académica y la Industria no pueden pasar por alto.
Entre las enfermedades, se ha observado un incremento de las alergias,
la disfunción de órganos, trastornos digestivos, problemas autoinmunes,
cáncer y disfunción reproductiva.
Por
otro lado, los cultivos transgénicos contaminan los cultivos
convencionales cercanos y van en contra de la biodiversidad. No sólo
contaminan los cultivos, sino la misma cadena alimentaria.
La llamada Revolución Verde, impulsada desde 1940 por la Fundación Rockefeller,
introdujo la agricultura industrial y el monocultivo a gran escala, las
semillas híbridas y el uso de plaguicidas, controlando progresivamente
el suministro de alimentos. Como señala Stephen Lendman: “Con la
financiación por parte de la familia Rockefeller de la llamada
Revolución Verde, se sentaron las bases de un revolución en el campo de
la genética, lo que ha permitido que grandes empresas
anglo-estadounidenses controlen el mercado mundial de los alimentos”.
Se allanó el camino para la introducción de los cultivos transgénicos en todo el mundo. En julio de 2006, la Fundación Rockefeller inició una nueva campaña, ahora en África: “Es el turno de África: una revolución verde para el siglo XXI. Es hora de una segunda Revolución Verde, ésta se dirige directamente a África”.
África es
un entramado de naciones en vías de desarrollo y de crecimiento de su
economía, y se ve sometida a los nuevos amos neocoloniales, las grandes
empresas agrícolas de Biotecnología. No hace mucho, el Departamento de
Agricultura de los Estados Unidos (USDA) anunciaba una nueva misión
comercial “para promover el comercio agrícola e inversión
estadounidense en el África Subsahariana… en la estrategia del
Presidente Obama hacia esta parte de África”.
Esto supone un nuevo empuje
de los cultivos transgénicos y el uso de pesticidas agrícolas en África,
un negocio que se intenta consolidar entre los pequeños agricultores
locales. Todo ello entra dentro de una iniciativa más amplia, la del Foro Económico Mundial para una Nueva Visión de la Agricultura, que “involucra
a empresas, Gobiernos, sociedad civil, organizaciones de agricultores, y
otros grupos, todos ellos para trabajar juntos en un crecimiento
sostenible de la agricultura. Tiene estrecha relación con los países del
G8 y del G20, y facilita la colaboración nacional en 11 países de
África, Asia y América Latina”.
Haciendo mención específica
de que la población mundial alcanzará los 9 mil millones de personas en
el año 2050, el plan gira en torno a la idea del rendimiento agrícola, escasez de recursos y el cambio climático, todo lo cual justificaría el empleo de las técnicas de la agricultura moderna.
Los planes incluyen una hoja de ruta que marca los “pasos hacia la transformación de la agricultura a nivel nacional”.El Informe de 2012 reconoce que los cultivos transgénicos son objeto de controversia, pero aún así declara: “Un actuación de buena fe se requiere por todas las partes para asegurar que los asuntos controvertidos no perjudiquen la colaboración multisectorial más amplia”.
He aquí las expectativas de Nueva Visión de la Agricultura:
“En
2010, la iniciativa por una Nueva Visión de la Agricultura trabajó con
varios Gobiernos para establecer alianzas entre los sectores público y
privado, orientadas a aprovechar las inversiones del sector privado y la
experiencia técnica para que los Gobiernos pudiesen alcanzar un
crecimiento en el sector de la agricultura sostenible. La reacción
inicial a este modelo ha sido muy positiva entre los Gobiernos, los
organismos donantes y el sector privado, por igual, ya que las tres
partes reconocen que este enfoque potencia y multiplica las inversiones
realizadas por cada parte”.
Las Empresas que están involucradas en el Proyecto Nueva Visión son las mismas de siempre:
AGCO Corporation (fabricante de equipos agrícolas)
AP Møller-Maersk A / S (sociedad matriz de comercialización de petróleo y gas)
BASF SE
Bayer CropScience AG
Bunge Limited (con sede en San Luis, exportador internacional de soja)
Cargill Incorporated
CF Industries Holdings Inc. (fabricante y distribuidor de fertilizantes agrícolas)
Diageo Plc (empresa internacional de bebidas alcohólicas)
DuPont
General Mills Inc.
HEINEKEN
METRO AG
Mondelez International (anteriormente Kraft Foods Inc.)
Monsanto Company
Nestlé SA
Novozymes A / S (compañía de biotecnología con sede en Dinamarca)
PepsiCo Inc.
Rabobank International ( banco internacional de alimentos / líder en agricultura)
Royal DSM NV (empresa internacional del sector de la nutrición)
SABMiller Plc (empresa cervecera / multinacional de bebidas)
Sinar Mas Agronegocios y Alimentos
Swiss Reinsurance Company Ltd.
Syngenta International AG
La Compañía Coca-Cola
The Mosaic Company (Fortune 500, empresa de
fosfatos y potasio; vende subproductos de ácido hidrofluosilicílico a
los municipios para fluorar el agua)
Unilever
United Phosphorus Ltd. (compañía química y de semillas)
Wal-Mart Stores Inc.
Yara International ASA (empresa noruega de productos químicos y fertilizantes)
Además de los representantes de estas empresas, en la revisión del Proyecto, asesoramiento y apoyo, se encuentran la Fundación de Bill y Melinda Gates, el Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas (FAO) y el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), la USDA y la Alianza para una Revolución Verde en África (AGRA).
También existen asociaciones público-privadas de New Vision a nivel nacional en México, Vietnam, Indonesia y la India.
Con tantas grandes empresas involucradas en el Proyecto está claro que su destino es ganar.
Aaron Dykes y Melissa Melton tienen el sitio web TruthstreamMedia.com
, donde apareció este artículo por primera vez. Examina noticias en un
contexto más amplio, descubriendo las mentiras, comprendiendo los
factores subyacentes, señalando al que perjudica, imaginando un camino
para retomar una nueva vida en la que podamos ser verdaderamente libres…
Fuente:
http://noticiasdeabajo.wordpress.com/2013/09/15/nueva-vision-de-la-agricultura-los-intentos-de-imponer-los-cultivos-transgenicos-a-nivel-mundial/
No hay comentarios:
Publicar un comentario