En 2012 Argentina, Bolivia, Brasil, Paraguay y Uruguay sembraron 50
millones de hectáreas con soja transgénica, es decir 500 mil km2 de un
único monocultivo.
En 2012 Argentina, Bolivia, Brasil,
Paraguay y Uruguay sembraron 50 millones de hectáreas con soja
transgénica, es decir 500 mil Km2 de un único monocultivo. Una
superficie 200 mil Km2 más grande que Italia o 150 mil Km2 mayor que la
extensión de Alemania. Un “desierto verde” del tamaño aproximado del
estado español.
En la primera década del nuevo milenio,
la emigración rural a los suburbios de las ciudades continentales se
alimentó sobre todo con las expropiaciones, expulsiones o usurpaciones
de tierras en las zonas rurales por parte de dos sectores que han
crecido con consecuencias atroces en esos años. Nos referimos a la
agroindustria de monocultivos favorecida por la especulación en
commodities en el mercado de futuros y a las mineras a cielo abierto.
Ambos sectores controlados por corporaciones imperialistas.
En el extremo sur del continente cinco
países acaparan la producción de soja transgénica bajo la injerencia
directa de las transnacionales que producen semillas emponzoñadas y
agro-químicos tóxicos, funcionales a los monocultivos.
En la cosecha 2010 la soja abarcó 66% de
la tierra cultivada en Paraguay, el 59% en Argentina, el 35% en Brasil,
el 30% en Uruguay y el 24% en Bolivia. Y los plantíos siguieron
creciendo hasta la actual cosecha de 2013 con 50 millones de hectáreas
ocupadas por un único monocultivo que destruye bosques, desplaza
plantíos esenciales para la alimentación de sus poblaciones, expulsa
agricultores familiares, indígenas y trabajadores rurales, a la vez que
envenena el agua la tierra y el aire, con semillas bio-degradadas y
pesticidas.
Los gobiernos del Cono Sur se jactan del
crecimiento de la producción de granos de estos países. Pero el avance
de los monocultivos con semillas transgénicas empeoró la realidad
agrícola de la región. La ampliación de los costos productivos con la
siembra directa provoca una alteración del tamaño mínimo factible para
este tipo de plantíos de soja, maíz o algodón. Con eso, los menores
establecimientos se tornan inviables lo que acelera la exclusión de los
agricultores familiares. Y al reducir el número de productores reduce
también el abanico de productos ofertados. Es una política de deterioro
rural que excluye los humanos, exige una inmensa inversión en maquinaria
agrícola (tractores, fumigadoras, cosechadoras computarizadas y drones
(usados para control del crecimiento de los plantíos, medir necesidades
de fertilizantes o fumigar) abastecidos por la gran industria
imperialista) e insumos, amplía en forma sistemática el volumen de
agro-tóxicos utilizados, amenaza la calidad de la vida de los que
permanecen y de los pobladores de ciudades aledañas, consume más
combustibles, etc.
Para los gobiernos “progresistas” el
crecimiento del agro-negocio tiene como consecuencia un relativo -en
relación a las ganancias- aumento de los ingresos estatales lo que
favorece el “asistencialismo” y por tanto una cierta calma social.
Además de proveerlos de divisas, que permiten equilibrar las cuentas
externas, infla el PBI, indicador económico perverso que engaña sobre un
supuesto “progreso” de los países. Con esta estrategia se está
procesando una acelerada extranjerización de la economía y en términos
sociales, una verdadera contra-revolución agraria.
Una situación emblemática de esa
dependencia externa se evidencia en el mercado de semillas. En la
primera mitad del siglo XX las semillas estaban indiscutiblemente en
manos de los agricultores y en el sector público. En las décadas
posteriores, las monopolizan los gigantes genéticos: el poder
corporativo. Y así marcan la frontera final en la mercantilización de la
vida. El mercado de semillas patentadas representa el 82% del mercado
de semillas comerciales en todo el mundo.
“Las diez principales compañías dominan,
el 67% del mercado mundial de semillas patentadas” /1. Las principales
empresas de semillas son Takii (Japón), DLF-Trifolium (Dinamarca),
Sakata (Japón), Bayer Crop Science (Alemania), KWS AG (Alemania), Land
O’ Lakes (Estados Unidos), Groupe Limagrain (Francia), Syngenta (Suiza),
DuPont (Estados Unidos) y Monsanto (Estados Unidos).
“En menos de tres décadas un puñado de
corporaciones multinacionales ha creado un rápido y feroz cerco
corporativo en torno al primer eslabón de la cadena alimentaria”,
explica el Grupo ETC /2 y detalla que las patentes biotecnológicas de
Monsanto intervenían de alguna forma en el 87% del área total mundial
dedicada a semillas manipuladas genéticamente en 2007.
Es importante saber que hay una relación
directa entre plantación de soja transgénica y eliminación de bosques.
“Mientras el área cultivada con soja incrementa rápidamente, las zonas
de bosque se reducen” en todos los países. En Bolivia los bosques
disminuyeron 8%, en Brasil 9%, en Argentina 14% y en Paraguay 15% /3. Y
estos son datos hasta 2009, con certeza en 2013 la situación ha
empeorado. Como alertan los investigadores: “La clave de la búsqueda de
un camino de bajo contenido de carbono en Latino América y el Caribe se
perfila a través de la implementación de políticas y programas para la
conservación de sus grandes bosques y el mantenimiento de su matriz
energética relativamente limpia”/4. Ambos aspectos se han degradado.
En 2012 Argentina, Bolivia, Brasil,
Paraguay y Uruguay sembraron 50 millones de hectáreas, es decir 500 mil
Km2 con soja. Una superficie 200 mil Km2 más grande que Italia o 150 mil
Km2 mayor que la extensión de Alemania o 50 mil Km2 más extensa que
Suecia. Del tamaño aproximado del estado español. Una superficie que se
extiende por los cinco países del Cono Sur y donde las semillas
modificadas genéticamente gozan de un “amplio apoyo político” de los
gobiernos respectivos y de un “sistema regulatorio en funcionamiento”
que ha sido diseñado por las corporaciones del agro-negocio. Condiciones
indispensables -según los ejecutivos de Monsanto- para la expansión de
esta “agricultura” nefasta.
Las superficies plantadas con
transgénicos, regidas por una tecnología perversa y una normativa que
coloca al lucro por encima de la Naturaleza, constituyen un enclave
independiente que utiliza la infraestructura (zonas francas, silos,
carreteras, puertos, etc.) y las reservas de agua de las naciones de
Sudamérica sin pagar por ellas, emponzoñado el aire y la tierra. Esos
500 mil Km2 de soja no responden a ningún plan ni proyecto de desarrollo
nacional de ninguno de los cinco países. No cumplen ninguna función
acerca de la soberanía alimentaria de ellos ya que producen alimento
para ganado europeo o materia prima para aceites consumido por
asiáticos. La prueba es innegable “los principales países productores de
soja en el Cono Sur han reducido su suministro local de alimentos desde
1996”, afirma el Centro para la Bioseguridad de Noruega, ya citado.
Tampoco tienen como objetivo la conservación de la biodiversidad de
nuestros territorios, menos aún la preocupación por proteger o mejorar
el medio ambiente.
Brasil: territorio de ensayos
En Brasil el grupo “ruralista”, que representa al agro-negocio en el Congreso es la mayor bancada en el legislativo. El impulso a los monocultivos agrícolas de commodities brindado por los gobiernos del PT ha favorecido su crecimiento. Hasta 2003 el lobby contaba con 89 parlamentarios; en el segundo ejercicio del presidente Lula ya había alcanzado los 120 legisladores y en el ejercicio actual de Dilma Rousseff tiene 160 representantes. Es decir durante los tres gobiernos petistas casi duplicó su fuerza.
Brasil: territorio de ensayos
En Brasil el grupo “ruralista”, que representa al agro-negocio en el Congreso es la mayor bancada en el legislativo. El impulso a los monocultivos agrícolas de commodities brindado por los gobiernos del PT ha favorecido su crecimiento. Hasta 2003 el lobby contaba con 89 parlamentarios; en el segundo ejercicio del presidente Lula ya había alcanzado los 120 legisladores y en el ejercicio actual de Dilma Rousseff tiene 160 representantes. Es decir durante los tres gobiernos petistas casi duplicó su fuerza.
Para tener una idea de la inclinación ideológica de este bloque parlamentario veamos dos grageas:
-su líder en el senado Katia Abreu, ha
defendido con desvergüenza en el Congreso, a los hacendados acusados de
explotar el trabajo esclavo en sus propiedades y la bancada ha
presentado al cuerpo legislativo un proyecto de ley (PEC 57A/1999) para
desvirtuar el concepto actual de esclavitud contemporánea e impedir el
confisco de las propiedades de los esclavistas;
-dirigentes de los ruralistas viajaron a
Asunción a dar apoyo al “golpe parlamentario” contra el presidente
Fernando Lugo de Paraguay en 2012.
Hoy la bancada ruralista, después de su exitosa campaña en alianza con Aldo Rebelo -presidente del Partido Comunista do Brasil (PC do B)- para aprobar el nuevo Código Forestal -un retroceso del punto de vista ambientalista- pasó a presionar contra las demarcaciones de territorios indígenas que de alguna forma dificultan las invasiones ilegales “ruralistas” en las tierras de los pueblos originarios. Con la propuesta de enmienda constitucional, PEC 215 se entregaría la aprobación final del proceso de demarcación al Legislativo donde los “ruralistas” tienen la bancada más numerosa /5.
Brasil es el segundo mayor productor de
Organismos Genéticamente Modificados (OGMs), casi empatado y a punto de
pasar a EEUU. Tomando el conjunto de las plantaciones de semillas
transgénicas, éstas ocupan en Brasil 37,1 millones de hectáreas o 371
mil Km2, un territorio 20 mil Km2 mayor que el de Alemania. En Brasil la
extensión de los plantíos transgénicos representa más del 50% del
territorio destinado a actividades agrícolas en el país /6. Y la mayor
variedad de semillas transgénicas pertenece a la soja. Para la zafra
2012-13 casi 90% de los cultivos de soja son de OGMs. Para los plantíos
de maíz este porcentaje es del 75% con semillas transgénicas. Como
demostración contraria al mito de que los OGMs reducirían la utilización
de los pesticidas, Brasil se ha tornado desde 2009 en el mayor
consumidor mundial de agro-tóxicos /7. Una grave amenaza para la salud
de su población.
A principios de mayo de 2013 un avión
agrícola fumigó con insecticida una escuela localizada en un
asentamiento rural del municipio de Rio Verde, en Goiás. 38 personas que
realizaban la merienda al aire libre fueron intoxicadas, 36 eran niños.
En total había en ese momento en la escuela 122 niños, decenas de ellos
comenzaron a presentar picazón, nauseas y dolor de cabeza y fueron
llevados al hospital. Hasta ahora siguen en control sanitario. Esta no
es la primera vez que accidentes de este tipo acontecen en regiones de
intensa producción agrícola con sistema de monocultivo. Son recurrentes
los relatos de pulverizaciones “no intencionales” de huertas, plantíos,
frutales, residencias y mismo villas y ciudades. La pulverización aérea
de agro-tóxicos -que puede ser trasladada por los vientos a zonas
lejanas a los plantíos- no está prohibida en Brasil. Cuando los
ejecutivos de Monsanto se refieren a Sudamérica como una región con
“sistema regulatorio” de OGMs, en realidad se refieren a un sistema
permisivo que admite la peores aberraciones en la siembra de
monocultivos y que no ampara la salud de sus pobladores.
“Sistema regulatorio” de los OGMs.
Respecto a la existencia en Brasil de un “sistema regulatorio” de los OGMs, tema que tanto preocupa a Monsanto y sus compinches corporativos, recordemos que en Brasil en marzo de 2005 fue creada la Ley de Bioseguridad que permite el uso de organismos transgénicos sin que sean realizados estudios de impacto al medio ambiente o a la salud. La ley también creó la Comisión Técnica Nacional de Bioseguridad (Comissão Técnica Nacional de Biossegurança) más conocida como CTNBio, responsable por toda la regulación del sector de biotecnología brasileño. La CTNBio es la que analiza y autoriza la liberación comercial de organismos genéticamente modificados. Las aprobaciones de nuevas semillas transgénicas lleva implícito y presiona por la aprobación de los pesticidas conexos a dichas semillas, que corresponde al ámbito de la gerencia de toxicología de la Agencia de Vigilancia Sanitaria (ANVISA).
Respecto a la existencia en Brasil de un “sistema regulatorio” de los OGMs, tema que tanto preocupa a Monsanto y sus compinches corporativos, recordemos que en Brasil en marzo de 2005 fue creada la Ley de Bioseguridad que permite el uso de organismos transgénicos sin que sean realizados estudios de impacto al medio ambiente o a la salud. La ley también creó la Comisión Técnica Nacional de Bioseguridad (Comissão Técnica Nacional de Biossegurança) más conocida como CTNBio, responsable por toda la regulación del sector de biotecnología brasileño. La CTNBio es la que analiza y autoriza la liberación comercial de organismos genéticamente modificados. Las aprobaciones de nuevas semillas transgénicas lleva implícito y presiona por la aprobación de los pesticidas conexos a dichas semillas, que corresponde al ámbito de la gerencia de toxicología de la Agencia de Vigilancia Sanitaria (ANVISA).
La CTNBio está en el ámbito del
Ministerio de Ciencia y Tecnología y está compuesta por 27 integrantes,
todos con doctorado universitario. De esos 27 miembros 12 representan al
campo académico y son indicados por la Academia Brasileña de Ciencias:
todos técnicos del área de la biotecnología, 9 representan los
ministerios y los 6 restantes son representantes de la sociedad civil.
Apenas 14 votos -mayoría simple- son necesarios para la liberación
comercial de cualquier producto transgénico, sin ninguna clase de
experimentación sobre las consecuencias de esta biotecnología. Los 12
bio-tecnólogos votan las liberaciones con el brazo enyesado, a los que
se suman los representantes del ministerio de Agricultura, y de Ciencia y
Tecnología completando la mayoría fija. El organismo es una farsa
“democrática” y las resoluciones se toman por sistemático “abuso de
mayoría”. Esta composición que fue diseñada ex profeso aísla no solo a
los representantes de la sociedad civil, como también a los ministerios
de Medio Ambiente, Salud, y Desarrollo Agrario/8. Al tiempo que se
creaba el CTNBio la ley creó un Consejo Nacional de Bioseguridad que
debía actuar como instancia superior gubernamental. Nunca funcionó,
facilitando las aprobaciones al agro-negocio transgénico.
De cómo se despliega la escalada de guerra química
Los OGMs tuvieron en su inicio una modificación genética bautizada como Roundup Ready (RR), -lanzada por Monsanto en 1996- que tornaba a las semillas capaces de sobrevivir al pesticida glifosato. El plantío directo se realizaba sin desmatar y se fumigaba con glifosato la totalidad del plantío para matar todo lo que no fuera la planta transgénica. En Brasil, el transgénico RR está presente en 90% de la soja y en por lo menos el 75% del maíz. Hasta ahora esta tecnología era dominante, pero el problema es que el glifosato, que facilitó el control de las mal llamadas “hierbas dañinas”/9 en el campo, se viene tornando cada vez menos eficaz después de años de uso indiscriminado. La tales “hierbas dañinas” van adquiriendo resistencia a los herbicidas y lo mismo pasa con los insectos que se hacen inmunes a insecticidas cada vez más peligrosos. Debido a estas prácticas inadecuadas en los monocultivos, creció, por ejemplo, la incidencia de la lagarta Helicoverpa armígera, que tiene una estructura compleja y una alta capacidad de adaptación. En la agricultura familiar se pueden desenvolver los predadores naturales que combaten esa lagarta. No así en los extensos monocultivos que cada vez exigen fumigaciones con venenos más letales y semillas que los resistan.
De cómo se despliega la escalada de guerra química
Los OGMs tuvieron en su inicio una modificación genética bautizada como Roundup Ready (RR), -lanzada por Monsanto en 1996- que tornaba a las semillas capaces de sobrevivir al pesticida glifosato. El plantío directo se realizaba sin desmatar y se fumigaba con glifosato la totalidad del plantío para matar todo lo que no fuera la planta transgénica. En Brasil, el transgénico RR está presente en 90% de la soja y en por lo menos el 75% del maíz. Hasta ahora esta tecnología era dominante, pero el problema es que el glifosato, que facilitó el control de las mal llamadas “hierbas dañinas”/9 en el campo, se viene tornando cada vez menos eficaz después de años de uso indiscriminado. La tales “hierbas dañinas” van adquiriendo resistencia a los herbicidas y lo mismo pasa con los insectos que se hacen inmunes a insecticidas cada vez más peligrosos. Debido a estas prácticas inadecuadas en los monocultivos, creció, por ejemplo, la incidencia de la lagarta Helicoverpa armígera, que tiene una estructura compleja y una alta capacidad de adaptación. En la agricultura familiar se pueden desenvolver los predadores naturales que combaten esa lagarta. No así en los extensos monocultivos que cada vez exigen fumigaciones con venenos más letales y semillas que los resistan.
Frente a este escenario compañías como
Dow, Bayer CropScience, Syngenta y la própria Monsanto invierten
montañas de dólares en busca de semillas y pesticidas capaces de suceder
al Round Ready
La CTNBio tiene en la actualidad, tres
pedidos de autorización de la multinacional Dow: dos son de soja y uno
es de maíz. La primera soja será resistente al herbicida 2,4-D y al
herbicida glufosinato de amonio. La segunda, a los herbicidas 2,4-D,
glifosato e glufosinato de amônio. Por fin, el maíz será tolerante al
herbicida 2,4-D y a determinados inhibidores del acetilo coenzima. El
2,4-D era ingrediente del tristemente célebre Agente Naranja. En la gran
prensa económica, ya se dan por aprobadas dichas autorizaciones, que se
liberarían en octubre o noviembre de este año. Es decir antes que en
EEUU, que es considerado el más permisivo de los países en términos de
aceptar los absurdos de la biotecnología transgénica. El New York Times
anunció en mayo pasado que el Departamento de Agricultura (USDA) decidió
someter a estudios más rigurosos a las semillas resistentes al 2,4-D y
explicó que: la decisión provino del entendimiento que esa tecnología
“puede afectar significativamente la calidad del ambiente humano” /10.
En 2012 organizaciones como el Centro para la Seguridad Alimentaria de
USA recogieron más de 400 mil peticiones contrarias a la aprobación de
la soja y el maíz resistente al 2,4-D. Mientras en Australia, la
autoridad gubernamental que controla los pesticidas -Australian
Pesticides and Veterinary Medicines Authority – APVMA- prohibió la
utilización de los herbicidas 2,4-D del tipo HVE (altamente volátiles)
por los riesgos que representan para el medio ambiente. Y está en
estudio la exclusión de todo tipo de 2,4-D en la agricultura.
Monsanto se había adelantado a la
competencia con la Tecnología Intacta RR2 PRO lanzada en 2011. Intacta
RR2 PRO fue aprobada primero en Brasil en 2011, luego en Argentina en
agosto 2012, en setiembre de 2012 fue aceptada oficialmente por el
gobierno uruguayo y Paraguay fue el último de la región en darle el
visto bueno a principios de 2013. El herbicida principal sigue siendo el
glifosato con algunas modificaciones más intensivas de aplicación y lo
que cambia es el supuesto poder del insecticida dirigido a las tres
lagartas principales que atacan la soja. El costo por hectárea de la
nueva tecnología se multiplica por más de 5: pasa de R$ 22 (10 US$
aprox.) para la actual RR, a R$ 115 (más de 50 US$ aprox.) para el
Intacta RR2 PRO.
Al 2,4-D de Dow, Monsanto ya replicó con
una transgenia futura bautizada de "Roundup Ready 2 Xtend" que estaría a
disposición para 2015, que torna las plantaciones resistentes a los
herbicidas glifosato y dicamba (un derivado del ácido benzoico descripto
como insecticida, fungicida y herbicida). Es a esto lo que llamamos una
verdadera escalada de guerra química contra el medio ambiente. Y es en
Brasil en la actualidad, que las multinacionales que protagonizan y
conducen la escalada experimentan las nuevas tecnologías con absoluta
anuencia del gobierno. Así como la población brasileña fue ya un campo
de experimentación de las corporaciones farmacéuticas -no olvidar el
desastre ocasionado en el país por la talidomida-, ahora una extensión
de su territorio, mayor que la superficie de Alemania, es el escenario
de pruebas imperialista de las armas químicas contra la Naturaleza.
Agrotóxicos y la desaparición de los enjambres de abejas
Brasil cayó de la 5ta. para la 10ª colocación mundial en exportación de miel en los últimos dos años. El motivo fue el abandono de las colmenas en la región productora más importante del país, el nordeste. En 2012 algunos estados registraron una reducción del 90% de la producción y el abandono de colmenas llegó al 60%. Cerca de 46 mil pequeños apicultores en nueve estados nordestinos vivían de la actividad y juntos respondían por el 40% de la producción de miel del país.
Agrotóxicos y la desaparición de los enjambres de abejas
Brasil cayó de la 5ta. para la 10ª colocación mundial en exportación de miel en los últimos dos años. El motivo fue el abandono de las colmenas en la región productora más importante del país, el nordeste. En 2012 algunos estados registraron una reducción del 90% de la producción y el abandono de colmenas llegó al 60%. Cerca de 46 mil pequeños apicultores en nueve estados nordestinos vivían de la actividad y juntos respondían por el 40% de la producción de miel del país.
Márcio Freitas, coordinador general de
la valoración de sustancias tóxicas del Instituto Brasileño del Medio
Ambiente y los Recurso Naturales Renovables (Ibama) indica que los
“defensivos” agrícolas están entre las tres principales causas de la
desaparición de abejas en Brasil. Esta afirmación no hace más que
confirmar los varios estudios hechos en Europa y EEUU frente al mismo
hecho. Los agro-químicos matan los insectos inmediatamente después de su
aplicación o afectan si sistema sensor, haciendo que no consigan
retornar a la colmena, debilitándola y terminando por hacerla
desaparecer.
Por eso en 2012 Ibama editó una disposición que restringe
el uso de estas sustancias durante el período de floración. La
desaparición de las abejas no afecta únicamente la producción de miel,
ellas desempeñan un papel imprescindible en la agropecuaria. Cerca de
80% de todo lo que es consumido en el mundo es polinizado por las
abejas. Su ausencia se refleja en impacto directo sobre la agricultura y
en la pecuaria, porque las pasturas requieren también de polinización
/11.
China y los transgénicos
Responsable por dos tercios de las importaciones de soja en grano realizadas en el planeta, China responderá por el crecimiento total de los volúmenes importados en el mundo a lo largo de 2013-14. Esta situación favorable a los granos bio-modificados tiende a cambiar. Según declaraciones atribuidas por la agencia de noticias Dow Jones Newswirew al vice-secretario general de la Asociación de Soja de Helongjiang, Wang Xiaoyu, el consumo regular de aceite de soja producido a partir de granos genéticamente modificados tornaría a las personas más vulnerables y predispuestas al desarrollo de tumores y a la esterilidad. Xiaoyu basó sus conclusiones en la observación de elevados niveles de incidencia de cáncer en las provincias de Fujian y Guangdong, donde el consumo de aceite de soja transgénica es más alto. La situación es vidriosa ya que el gobierno chino todavía difiere la decisión de autorizar en su país los plantíos de soja transgénica en gran escala.
China y los transgénicos
Responsable por dos tercios de las importaciones de soja en grano realizadas en el planeta, China responderá por el crecimiento total de los volúmenes importados en el mundo a lo largo de 2013-14. Esta situación favorable a los granos bio-modificados tiende a cambiar. Según declaraciones atribuidas por la agencia de noticias Dow Jones Newswirew al vice-secretario general de la Asociación de Soja de Helongjiang, Wang Xiaoyu, el consumo regular de aceite de soja producido a partir de granos genéticamente modificados tornaría a las personas más vulnerables y predispuestas al desarrollo de tumores y a la esterilidad. Xiaoyu basó sus conclusiones en la observación de elevados niveles de incidencia de cáncer en las provincias de Fujian y Guangdong, donde el consumo de aceite de soja transgénica es más alto. La situación es vidriosa ya que el gobierno chino todavía difiere la decisión de autorizar en su país los plantíos de soja transgénica en gran escala.
Es por eso que hay una gestión
diplomática intensa hacia China de parte de los países sudamericanos que
cobijan el enclave sojero de las corporaciones. Es parte del
comportamiento de subordinación al agro-negocio de estos gobiernos. A
mediados de junio pasado el ministro de Agricultura de Brasil, Antonio
Andrade viajó por segunda vez desde mayo a China, pidiendo al país
asiático que se abra a la nueva variedad de soja Intacta RR2 PRO de
Monsanto. El canciller Antonio Patriota -sustituído esta semana por el
prepotente incidente de Itamaraty con Bolivia-, haciendo honor a su
apellido, también participó personalmente de las negociaciones como
lobbysta de la multinacional /12.
“Tanto el proyecto productivo como la
matriz energética que impulsa el gobierno, han desatado enfrentamientos
con pueblos indígenas, pobladores costeros y pescadores, pequeños
productores rurales y organizaciones sociales que luchan por la tierra.
Es durante el gobierno de Dilma Rousseff que las grandes obras
hidroeléctricas y los diques que retienen agua para la agro-industria o
la minería, así como la agresión a la naturaleza y a los pobladores
-tanto rurales como urbanos- que proviene de los monocultivos y las
mineras han generado variados e intensos conflictos. Esta situación no
es localizada sino que se extiende a todo el país. En el Mapa de
Conflictos envolviendo Injusticia Ambiental y Salud en Brasil son
relatados 343 conflictos ambientales que tienen impacto en la salud
colectiva del país. Las principales víctimas de estos conflictos son los
indígenas en 33,67 % de los casos, en 31,99% son los agricultores
familiares y en el 21,55% los quilombolas” /13.
Temprana introducción de los transgénicos en Argentina
La historia de la introducción de las semillas transgénicas en Argentina se inicia precozmente entre febrero y noviembre de 1994, meses en que Monsanto hizo los primeros contactos en el país y comenzó a infiltrar el Instituto Nacional de Tecnología Agrícola (INTA) que por décadas llevaba adelante la investigación para el desarrollo de variedades vegetales “mejoradas”. Monsanto “compró” los equipos de investigación del INTA y tuvo acceso a sus archivos secretos, apoderándose del capital genético estratégico del país. Esto le permitió a Monsanto crear la soja Roundup Ready sobre la base de variedades de soja desarrolladas en Argentina para los suelos nacionales. La corporación creó la empresa Nidera para negociación de semillas transgénicas, a la que otorgó una licencia para la venta de dichas semillas. Al mismo tiempo comenzó la publicidad de sus OGMs a través del suplemento de Clarín Rural. Hay que recordar que estos acontecimientos se desarrollaron bajo las presidencias de Carlos Ménem (1989-1999), un nefasto neoliberal del “modelo” Consenso de Washington que llevó el país a la quiebra. Su ministro de agricultura Felipe Solá, hombre de Monsanto, el 3 de abril de 1996 firmó la autorización para la comercialización de las semillas transgénicas “tolerantes al herbicida glifosato” sin ningún debate parlamentario, investigaciones previas o ley que regulara los cultivos transgénicos.
Temprana introducción de los transgénicos en Argentina
La historia de la introducción de las semillas transgénicas en Argentina se inicia precozmente entre febrero y noviembre de 1994, meses en que Monsanto hizo los primeros contactos en el país y comenzó a infiltrar el Instituto Nacional de Tecnología Agrícola (INTA) que por décadas llevaba adelante la investigación para el desarrollo de variedades vegetales “mejoradas”. Monsanto “compró” los equipos de investigación del INTA y tuvo acceso a sus archivos secretos, apoderándose del capital genético estratégico del país. Esto le permitió a Monsanto crear la soja Roundup Ready sobre la base de variedades de soja desarrolladas en Argentina para los suelos nacionales. La corporación creó la empresa Nidera para negociación de semillas transgénicas, a la que otorgó una licencia para la venta de dichas semillas. Al mismo tiempo comenzó la publicidad de sus OGMs a través del suplemento de Clarín Rural. Hay que recordar que estos acontecimientos se desarrollaron bajo las presidencias de Carlos Ménem (1989-1999), un nefasto neoliberal del “modelo” Consenso de Washington que llevó el país a la quiebra. Su ministro de agricultura Felipe Solá, hombre de Monsanto, el 3 de abril de 1996 firmó la autorización para la comercialización de las semillas transgénicas “tolerantes al herbicida glifosato” sin ningún debate parlamentario, investigaciones previas o ley que regulara los cultivos transgénicos.
En Argentina la soja abarcó 197 mil Km2
en la última cosecha (2012-2013). Una extensión similar a la de Irlanda y
Grecia sumadas.
A pesar de la afirmación de la
presidenta Cristina Fernández en El Calafate: “¡No vamos a tirar ni un
solo árbol, los árboles son sagrados! ¡Los árboles no se tocan! Por lo
menos acá en El Calafate. ¡Sobre mi cadáver, únicamente!” /14 la
desforestación en Argentina está en relación directa con la expansión
del agro-negocio y en especial con la propagación progresiva de la soja
transgénica.
Más de 1 millón de hectáreas forestadas
se destruyeron desde que se sancionó la Ley de Bosques en 2007. Hasta
fines de 2012 se deforestaron 1.145.044 hectáreas -o 11.450 km2-, lo
cual promedia 229 mil hectáreas por año, 627 h. por día y 26 h. por
hora. Los principales índices de destrucción forestal fueron en las
provincias de Santiago del Estero, Chaco, Salta y Córdoba /15. Solo en
2012, 153 mil hectáreas de bosque chaqueño fueron arrasadas en el
noroeste de la provincia de Córdoba.
Actualmente Argentina cuenta con cerca
de 30 millones de hectáreas de bosque nativo, lo que equivale sólo al
30% de la superficie forestal original. El país se encuentra en una
verdadera emergencia forestal. Acentuada en los últimos 15 años por esta
expansión descontrolada de los plantíos transgénicos.
La lógica del modelo agropecuario
impuesto desde el gobierno por medio del Plan Estratégico
Agroalimentario (PEA) tiene un profundo y negativo impacto en el sistema
productivo de Argentina al consolidar un modelo de país agro-exportador
basado en la agro-industria, pools de siembra /16, monocultivos de
grandes extensiones, despoblamiento y éxodo rural hacia enormes ciudades
no sustentables.
El PEA es contradictorio con la Ley de
Bosques porque propone una expansión de la frontera agropecuaria de casi
10 millones de hectáreas, aumentando la superficie agropecuaria de 32
millones de hectáreas a 41 millones. Un crecimiento de 60% más de
extensión para la agricultura y un 45% más para la ganadería.
Esta expansión ha demostrado graves
consecuencias sobre las comunidades campesinas y habitantes originarios
de los bosques nativos, con la complicidad de la burocracia provincial y
los integrantes del poder judicial. Como en Brasil, los grupos de
matones armados del agro-negocio han sometido a la violencia, desalojo,
despojo, destrucción de viviendas y ganado, a quienes resisten el
desmonte y el avance de la frontera de monocultivos.
La Ley de Bosques no sólo defiende los
árboles, también en varios de sus artículos ampara a los habitantes
históricos de las florestas. A nivel legislativo, en contraposición a
Brasil, se ha avanzado mucho en ese aspecto, pero sin embargo en los
últimos 5-6 años hay contabilizadas siete muertes relacionadas
directamente con la deforestación en las provincias de Santiago del
Estero, Formosa y Tucumán. En Formosa, quizá es donde los conflictos por
la tierra han tomado mayor relevancia por la decidida resistencia del
Pueblo Qom y Wichi a los empresarios sojeros y al gobierno provincial de
Gildo Insfrán (gobernador desde diciembre de 1995, durante 5 ejercicios
seguidos).
Madres de Ituzaingó
En Argentina la expansión de la frontera agrícola con transgénicos ha puesto en evidencia los problemas de salud que acarrean las fumigaciones con pesticidas. Este es el origen del difundido movimiento de las Madres de Ituzaingó (un barrio de la ciudad de Córdoba). “En enero de 2002, en el Barrio Ituzaingó de la ciudad de Córdoba, cuatro mujeres se encontraron en la verdulería y, casi sin saberlo, dieron comienzo a una lucha que ya lleva más de diez años. El 21 de agosto de 2012 esa lucha resultó en la primera condena en la Argentina a un productor agropecuario y a un aplicador aéreo por contaminar con agroquímicos y multiplicar los casos de cáncer en el barrio”...”Aquella mañana de enero una de ellas contó que a su hijo le habían diagnosticado leucemia, y entonces lo que parecía casualidad pasó a ser sospecha, porque en la zona había muchos casos similares” /17.
Madres de Ituzaingó
En Argentina la expansión de la frontera agrícola con transgénicos ha puesto en evidencia los problemas de salud que acarrean las fumigaciones con pesticidas. Este es el origen del difundido movimiento de las Madres de Ituzaingó (un barrio de la ciudad de Córdoba). “En enero de 2002, en el Barrio Ituzaingó de la ciudad de Córdoba, cuatro mujeres se encontraron en la verdulería y, casi sin saberlo, dieron comienzo a una lucha que ya lleva más de diez años. El 21 de agosto de 2012 esa lucha resultó en la primera condena en la Argentina a un productor agropecuario y a un aplicador aéreo por contaminar con agroquímicos y multiplicar los casos de cáncer en el barrio”...”Aquella mañana de enero una de ellas contó que a su hijo le habían diagnosticado leucemia, y entonces lo que parecía casualidad pasó a ser sospecha, porque en la zona había muchos casos similares” /17.
Preguntando, llegaron a Raúl Montenegro,
biólogo y presidente de la Fundación para la defensa del Ambiente
(FUNAM), que tras caminar por la zona detectó las fuentes contaminantes:
el tanque de agua público del barrio y las pulverizaciones de
agroquímicos. Como el ministerio de salud de la provincia de Córdoba no
se interesó por sus denuncias fueron a los “medios” y presionaron hasta
que dicho ministerio tuvo que resolver analizar el agua del tanque. Como
era evidente, se comprobó la presencia de agroquímicos y metales
pesados en el agua. De ahí exigieron un relevamiento de las enfermedades
en el barrio y se comprobó que en casi todas las casas había una
persona afectada por el envenenamiento del agua. Mientras, las
fumigaciones aéreas continuaban y cuando se empezó a plantar soja las
nefastas pulverizaciones llegaron hasta la calle que bordeaba el barrio.
En ese momento se presentaron a la justicia e iniciaron un juicio. De
los tres acusados se condenó a un productor -inhabilitado para
aplicaciones de agroquímicos por 8 años y prisión no efectiva por 3 años
y al aviador fumigador, impedido por 10 años. Si bien el juicio era un
gran triunfo porque reconocía la relación directa de la aplicación de
agro-químicos con las dolencias, se imputaba la responsabilidad a los
últimos eslabones de la cadena.
Para el biólogo Raúl Montenegro /18:
“Este es un éxito espectacular de lucha grupal, pero no es un ejemplo de
lucha comunitaria”...”en este barrio siguen existiendo fuentes de
contaminación, riesgos ambientales que no están siendo tratados” y
agrega: “Yo creo que la condena es importante, pero siempre hay que
tener mucha cautela. En este juicio se condenó a ‘perejiles´. Eran dos
productores y un agroaplicador. Uno quedó absuelto y dos quedaron
condenados. Sin desmerecer su responsabilidad, no estuvieron sentados
los verdaderos responsables... actores reales que son el Servicio
Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) que autoriza los
plaguicidas, la Comisión Nacional Asesora de Biotecnología Agropecuaria
(Conabia) que autoriza los transgénicos, la Comisión Nacional de
Semillas (Conase), corporaciones de sojeros como la Sociedad Rural, los
funcionarios de Gobierno, los grupos corporativos de aplicadores.” Y por
supuesto las corporaciones imperialistas de transgénicos y
agroquímicos.
Resistencia en Malvinas Argentinas (Cordoba)
La resistencia a los transgénicos no sólo parte de los pueblos originarios y de pobladores afectados por las fumigaciones de agro químicos. En la actualidad existe un duro conflicto contra Monsanto por el anuncio de la radicación de una planta de la corporación en Malvinas Argentinas (Córdoba) para procesamiento de semillas de maíz. En momentos que la resistencia de la población de EEUU a Monsanto se radicaliza, la empresa intenta descentralizar sus instalaciones. Según directores de la transnacional la etapa de construcción civil de la planta se finalizaría a fines del 2013 y la faz operativa comenzaría en marzo de 2014. La construcción de la planta se inició sin la aprobación de la licencia ambiental mostrando la complicidad de las autoridades provinciales. En el lanzamiento de la obra hubo un “escrache” protagonizado por los movimientos sociales de vecinos contrarios a la instalación de la empresa en Malvinas Argentinas. Monsanto en su discurso actual propone “luchar contra la sojización” y sembrar maíz (por supuesto transgénico) que permite la rotación del suelo. Después de liderar las campañas por la siembra directa y el monocultivo de soja, “reconoce” ahora la erosión de los suelos por la soja y que es necesaria la rotación de cultivos. En la defensiva por las múltiples denuncias en su contra, ahora anuncia un plan para reducir el uso de agroquímicos y medidas para controlar las fumigaciones. Ya sabemos cuál es la “prudencia” y las “buenas intenciones” de los inventores del Agente Naranja.
Resistencia en Malvinas Argentinas (Cordoba)
La resistencia a los transgénicos no sólo parte de los pueblos originarios y de pobladores afectados por las fumigaciones de agro químicos. En la actualidad existe un duro conflicto contra Monsanto por el anuncio de la radicación de una planta de la corporación en Malvinas Argentinas (Córdoba) para procesamiento de semillas de maíz. En momentos que la resistencia de la población de EEUU a Monsanto se radicaliza, la empresa intenta descentralizar sus instalaciones. Según directores de la transnacional la etapa de construcción civil de la planta se finalizaría a fines del 2013 y la faz operativa comenzaría en marzo de 2014. La construcción de la planta se inició sin la aprobación de la licencia ambiental mostrando la complicidad de las autoridades provinciales. En el lanzamiento de la obra hubo un “escrache” protagonizado por los movimientos sociales de vecinos contrarios a la instalación de la empresa en Malvinas Argentinas. Monsanto en su discurso actual propone “luchar contra la sojización” y sembrar maíz (por supuesto transgénico) que permite la rotación del suelo. Después de liderar las campañas por la siembra directa y el monocultivo de soja, “reconoce” ahora la erosión de los suelos por la soja y que es necesaria la rotación de cultivos. En la defensiva por las múltiples denuncias en su contra, ahora anuncia un plan para reducir el uso de agroquímicos y medidas para controlar las fumigaciones. Ya sabemos cuál es la “prudencia” y las “buenas intenciones” de los inventores del Agente Naranja.
A parte de estas resistencias puntuales
-la más importante es la de los indígenas del Pueblo Qom y Wichi- no
conozco que se haya desarrollado un gran movimiento nacional contra los
transgénicos. Por el contrario los enfrentamientos a la minería a cielo
abierto son innumerables, con luchas exitosas como la de Famatina
(Rioja) derrotando dos multinacionales que intentaron destruir la
economía de la región. En la actualidad la confrontación más importante
se desarrolla en Rio Negro, Chubut y en la provincia de Santa Cruz, para
impedir el fracking que pretende implantar una sociedad de YPF con
Chevron. Sí, leyó bien, la misma Chevron de otros múltiples desastres.
Paraguay
El último censo agropecuario en Paraguay, de 2008, da cuenta de que 85,5% de las tierras están en manos del 2,06% de la población. La Comisión de la Verdad y Justicia (CVJ), que funcionó entre 2003 y 2008 para investigar los casos de violaciones a los derechos humanos durante la dictadura de Alfredo Stroessner (1954-89) también se explayó sobre las irregularidades en relación a la concesión de tierras bajo la dictadura. La CVJ fijó en 6,75 millones las hectáreas adjudicadas ilegalmente durante el régimen (o 67.500 km2, una superficie mayor que Suiza e Israel sumados) y un millón adicional en los siguientes 15 años. Eso supone que 64% de las tierras adjudicadas entre 1954 y 2008 lo fueron irregularmente. En total, las llamadas tierras “mal habidas” suman 33% de la superficie agrícola paraguaya y 19% del territorio nacional, dictaminó la CVJ /19.
Paraguay
El último censo agropecuario en Paraguay, de 2008, da cuenta de que 85,5% de las tierras están en manos del 2,06% de la población. La Comisión de la Verdad y Justicia (CVJ), que funcionó entre 2003 y 2008 para investigar los casos de violaciones a los derechos humanos durante la dictadura de Alfredo Stroessner (1954-89) también se explayó sobre las irregularidades en relación a la concesión de tierras bajo la dictadura. La CVJ fijó en 6,75 millones las hectáreas adjudicadas ilegalmente durante el régimen (o 67.500 km2, una superficie mayor que Suiza e Israel sumados) y un millón adicional en los siguientes 15 años. Eso supone que 64% de las tierras adjudicadas entre 1954 y 2008 lo fueron irregularmente. En total, las llamadas tierras “mal habidas” suman 33% de la superficie agrícola paraguaya y 19% del territorio nacional, dictaminó la CVJ /19.
“En los últimos 50 años Paraguay perdió
el 90% de sus bosques, que equivale a la extinción de casi la totalidad
de los recursos forestales a causa de la deforestación”...”De las ocho
millones de hectáreas que corresponden al Bosque Atlántico de Alto
Paraná, en la Región Oriental, solo quedan cerca de 1.100.000 h., las
cuales se aprecian como pequeñas manchas captadas por satélite.”/20 La
deforestación se realizó por parte de empresas para comercializar la
madera, y para extender la frontera de la producción agropecuaria. Pero
en la última década se aceleró por la expansión de los plantíos de
transgénicos. En especial la soja que ha pasado a ser el mayor rubro de
exportación del país en los últimos años.
Según información de la Cámara Paraguaya
de exportadores de Cereales y Oleaginosas (CAPECO) la cosecha de soja
de la zafra 2012-2013 alcanzó una cifra record de 9,3 millones de
toneladas. Esta cantidad duplica la campaña de la zafra 2011-2012 que
alcanzó solo 4,3 millones de toneladas. El área de cultivo aumentó a
3,15 millones de hectáreas o 31 mil 500 km2. Una superficie mayor que la
extensión de Bélgica. La baja producción de la zafra anterior se debió a
una prolongada sequía que afectó los plantíos y que redujo el
rendimiento promedio por hectárea a la mitad.
Los brasiguayos /21 dueños de Vetro
S.A., del grupo Favero /22 en el Departamento San Pedro, Paraguay,
invadieron la tierra de la comunidad guaraní Yrybucuá para plantar soja,
le arrasaron los bosques arrancando las palmeras, los frutales y las
arboledas que les daban sombra, dejándolos sin frutas y sin leña. Les
envenenaron el río Sadio con glifosato privándolos de los peces que los
alimentaban y del agua potable para ellos y sus animales. Historias como
ésta son innumerables en los departamentos fronterizos con Brasil.
Estos empresarios “brasiguayos” apoyados por la bancada ruralista del
Congreso brasileño apuntalaron el golpe del senado paraguayo contra
Fernando Lugo. En Paraguay la cuarta parte de las tierras está en manos
foráneas. Si bien los “brasiguayos” son la punta de lanza de la
ofensiva, los uruguayos no se quedan atrás. Han invadido el chaco
paraguayo para la cría de ganado: 2 millones de hectáreas pertenecen a
inversores uruguayos. Eso implica el desmonte del 50% de dicha
extensión, que es lo que permiten la “leyes ambientales” del país. Es
decir desmatar 1 millón de hectáreas, 10.000 km2 de un territorio de
donde la etnia guaraní retira su sustento.
Según las organizaciones sociales y
ambientalistas, el cultivo extendido de OGMs en Paraguay ha tenido como
resultado: la desintegración de muchas organizaciones campesinas; la
migración y el desarraigo de las poblaciones campesinas e indígenas y su
paso a engrosar los cinturones de pobreza de los centros urbanos; el
cierre de las escuelas en los periodos de fumigación de cultivos
extensivos cercanos; varios casos de intoxicación y muerte por
plaguicidas denunciados por Vía Campesina Paraguay; la canalización de
ingresos por la exportación hacia un reducido círculo relacionado con la
agroindustria y la élite política-gubernamental; la destrucción masiva
de bosques y la pérdida de biodiversidad; la fragmentación de hábitats
importantes para especies animales y de plantas y la contaminación con
agroquímicos de suelos y agua. Una dominante de acontecimientos que se
repiten en todo el enclave sojero Sudamericano.
El golpe que colocó a Federico Franco en
la presidencia (22 06 2012) dio inicio a un gobierno de los
terratenientes, leal a EEUU. De inmediato a la destitución de Fernando
Lugo, Franco se reunió con representantes de agro-exportadores y
ganaderos brasileños en el Palacio de Gobierno. Al término de la
reunión, Marilene Sguarizi, una abogada representante del grupo
empresarial, afirmó a los medios de comunicación que “el nuevo
presidente nos prometió que apoyará al sector agroindustrial, protegerá
la propiedad privada e impedirá las invasiones de tierras en el país”
(algo que fue el detonante de la crisis) /23. En realidad, más allá de
las intenciones del presidente Lugo, en su ejercicio se desató un fuerte
movimiento de ocupaciones de tierras por campesinos y de
enfrentamientos de resistencia a los aparatos estatales de represión y
sus operaciones de desalojo de pobladores rurales y comunidades
agrarias. El golpe estaba dirigido a detener una rebelión agraria en
ciernes y defender los intereses de los grandes usurpadores capitalistas
de tierras.
Respecto a la defensa de las inversiones
imperialistas, Franco emitió mensajes muy claros: se dirigió de
inmediato a los representantes de las dos corporaciones principales
instaladas en el país. En reunión con la petrolera Crescent Global
Oil-Pirity Hidrocarburos, trasnacional estadounidense de prospección,
exploración y explotación de petróleo, le aseguró todo su apoyo en la
tarea asumida de búsqueda de hidrocarburos. Respecto a Monsanto la señal
fue muy concreta: el ministro de Agricultura Enzo Cardozo anunció que
el presidente lo instruyó para acelerar la autorización del uso de la
semilla de algodón transgénica marca Bollgard BT, producida por la
corporación. Cardozo dijo que trasmitiría al Servicio Nacional de
Sanidad y Calidad Vegetal y de Semillas (Senave) la decisión de
inscribir dicha semilla en el Registro Nacional de Semillas, sin ninguna
clase de tramitación. El anterior presidente del Senave, Miguel Lovera,
se negaba a otorgar la autorización por falta del dictamen técnico del
Ministerio de Salud y de la Secretaría de Medio Ambiente, algo
estipulado por ley.
Desde su inicio el gobierno producto del
golpe senatorial, resultó explícitamente pro-imperialista, lo que
acrecienta la convicción de una intervención directa de EEUU en el
suceso. Y resultó una transición para el actual gobierno “colorado” de
Horacio Cartes un conocido contrabandista investigado por la DEA por
lavado de dinero del narcotráfico. Ya sabemos que eso está lejos de ser
un inconveniente para una alianza estrecha del gobierno paraguayo con
EEUU.
Frente a un recomienzo de movilizaciones
en el campo, Cartes ha lanzado un despliegue militar en el norte del
país. E n San Pedro se oficializó el resurgimiento de la Coordinadora de
Organizaciones Campesinas (COC). Marchas, cierre de rutas y ocupaciones
es la respuesta de las organizaciones obreras y campesinas. Uno de los
objetivos centrales es frenar el avance de lo que denominan “agricultura
genocida empresarial”. Un dirigente campesino adelantó que uno de los
propósitos es “ingresar en los establecimientos sojeros” / 24 .
Bolivia en la trampa de los transgénicos
Una vez finalizada la cosecha de verano 2013 del cultivo de soja, los datos indican que la producción de Bolivia volvió a superar la alcanzada el año pasado y de esta manera la convierten en una producción histórica, porque las 890.000 hectáreas cultivadas en el departamento de Santa Cruz o 8.900 km2. Significa un importante crecimiento de la frontera agrícola en soja. Según datos de la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo ( Anapo), se obtuvieron 1,900.000 toneladas de soja, superando a la campaña de verano 2011-2012, donde se cosecharon 1,800.000 toneladas.
Bolivia en la trampa de los transgénicos
Una vez finalizada la cosecha de verano 2013 del cultivo de soja, los datos indican que la producción de Bolivia volvió a superar la alcanzada el año pasado y de esta manera la convierten en una producción histórica, porque las 890.000 hectáreas cultivadas en el departamento de Santa Cruz o 8.900 km2. Significa un importante crecimiento de la frontera agrícola en soja. Según datos de la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo ( Anapo), se obtuvieron 1,900.000 toneladas de soja, superando a la campaña de verano 2011-2012, donde se cosecharon 1,800.000 toneladas.
Anapo estima que la siembra de invierno
puede llegar a las 300.000 hectáreas de soja, o 3.000 km 2 donde la
mayor cantidad se cultiva en la zona norte de Santa Cruz. Sumadas las
dos campañas, verano e invierno la producción estimada es de 2,5
millones de toneladas de soja, de las cuales solamente el 20% es para el
consumo interno el restante 80% para exportación. Entre las dos
campañas se siembran 11.900 km 2 , una superficie 1000 km 2 mayor que
Jamaica.
Contradiciones
La situación más contradictoria respecto a los transgénicos en el Cono Sur la protagoniza este país del altiplano, ya que el crecimiento de las cosechas de soja transgénica se opone a toda la legislación nacional que prohíbe la producción, importación, distribución y comercialización de semillas bio-modificadas. El Artículo 255 de la Constitución Política del Estado prohíbe toda forma de producción, importación, y comercialización de OGMs. Desde el 2005 está en vigencia la Resolución Administrativa (vrnma Nº 135/05) que preserva al maíz de cualquier posibilidad de contaminación transgénica. Desde 2009 el Decreto Supremo 181 (artículo 80) prohíbe la adquisición de alimentos genéticamente modificados en las compras estatales y la alimentación complementaria escolar. Y desde la aprobación de la Ley de Derechos de la Madre Tierra queda establecido “el derecho a la preservación de la diferenciación y la variedad de los seres que componen la Madre Tierra, sin ser alterados genéticamente ni modificados en su estructura de manera artificial…”.
Contradiciones
La situación más contradictoria respecto a los transgénicos en el Cono Sur la protagoniza este país del altiplano, ya que el crecimiento de las cosechas de soja transgénica se opone a toda la legislación nacional que prohíbe la producción, importación, distribución y comercialización de semillas bio-modificadas. El Artículo 255 de la Constitución Política del Estado prohíbe toda forma de producción, importación, y comercialización de OGMs. Desde el 2005 está en vigencia la Resolución Administrativa (vrnma Nº 135/05) que preserva al maíz de cualquier posibilidad de contaminación transgénica. Desde 2009 el Decreto Supremo 181 (artículo 80) prohíbe la adquisición de alimentos genéticamente modificados en las compras estatales y la alimentación complementaria escolar. Y desde la aprobación de la Ley de Derechos de la Madre Tierra queda establecido “el derecho a la preservación de la diferenciación y la variedad de los seres que componen la Madre Tierra, sin ser alterados genéticamente ni modificados en su estructura de manera artificial…”.
Esta serie de disposiciones
jurídicas-constitucionales que deberían proteger a Bolivia de la
producción de OGMs es el resultado de la resistencia y la lucha de los
movimientos sociales en el país. Sin embargo, además de las extensas
plantaciones de soja -100% transgénica- en Santa Cruz -reducto de la
oposición política al gobierno de Evo Morales- el 100% del algodón
plantado es transgénico. Allí, como en Chuquisaca y Tarija, la Dirección
General de Biodiversidad y Áreas Protegidas ha recogido también
muestras de maíz transgénico en las plantaciones. Estas evidencias no
llevaron a un seguimiento y a acciones del gobierno para erradicar lo
que las leyes prohíben.
Al no protegerse la diversidad genética
del país, se pone en riesgo la soberanía alimentaria de Bolivia. La
expansión de estos cultivos está consolidando el poderío de una nueva
élite agro-empresarial, dependiente de las corporaciones imperialistas
de semillas y agro-químicos, que ocupa las mejores tierras cultivables
del país y se beneficia con el subsidio a los combustibles. Incluso hay
disposiciones gubernamentales permisivas con los transgénicos: pese a
saber que el 100% de la soja producida en el país es transgénica, se la
incluye en el paquete alimentario del subsidio prenatal y de lactancia.
De la misma forma no existen reglamentaciones estrictas sobre el
rotulado de los alimentos basados en transgénicos. El 75% del aceite
consumido por los bolivianos tiene origen en la soja transgénica. Lo que
significa una clara amenaza para la salud pública nacional /25.
Es indudable que el gobierno de Evo
Morales tiene una posición permisiva para los transgénicos en el país,
por encima de las disposiciones legales. Es una característica que se
repite en todos los gobiernos “progresistas” de Sudamérica: Para ellos
tienen primacía los resultados inmediatos en el comercio exterior y la
entrada de divisas, por encima de una estrategia agrícola productiva que
garantice alimentos sanos, trabajo rural abundante y soberanía
alimentaria.
Uruguay: gobierno del FA es lobby de Monsanto
Uruguay tiene un total de 16 millones de hectáreas productivas (160 mil km2 de superficie). La cosecha de soja de 2013 alcanza un record de 3,2 millones de toneladas. La extensión de los plantíos de soja es de 1 millón 275 mil hectáreas, o 12.750 km2 (una superficie mayor que Líbano).
Uruguay: gobierno del FA es lobby de Monsanto
Uruguay tiene un total de 16 millones de hectáreas productivas (160 mil km2 de superficie). La cosecha de soja de 2013 alcanza un record de 3,2 millones de toneladas. La extensión de los plantíos de soja es de 1 millón 275 mil hectáreas, o 12.750 km2 (una superficie mayor que Líbano).
La soja transgénica invadió las mejores
tierras del país, con costas al Rio Uruguay y al Rio Negro, desplazando a
la ganadería que ocupaba con pasturas toda esa región. La ganadería
debió replegarse al norte, este del país y parte del centro, lo que va a
desarrollar una readaptación de este sector en un plazo de 15 o 20
años, hasta que las nuevas tierras ocupadas se transformen en praderas
de pastos para la pecuaria. Las antiguas praderas ganaderas propiedad de
la oligarquía agropecuaria nacional, son ahora el “desierto verde” de
la soja transgénica controlado por una alianza del capital financiero
con las corporaciones de la biogenética y los agro-químicos. Y en parte
también de las plantaciones de eucaliptus. Con sus múltiples
consecuencias negativas en término de soberanía, salud pública y
contaminación ambiental.
Es previsible en lo inmediato el
desbalance del carbono en las tierras. Los agrónomos insisten en que hay
una altísima pérdida de fósforo y nitrógeno por la falta de rotación de
los cultivos y que la fertilización exigirá más azufre y potasio en las
próximas cosechas. La suba de los fertilizantes es un tema que influirá
en el futuro inmediato. A lo que se agrega una escalada de precios de
las semillas y los plaguicidas. Ya vimos la multiplicación por más de 5
veces del costo de la nueva Tecnología Intacta RR2 PRO de Monsanto.
La fumigación aérea con pesticidas no
está prohibida ni reglamentada, como en todos los países de Sudamérica.
No existe un seguimiento sobre la salud de los pobladores en las zonas
afectadas por las fumigaciones, ni revisiones o controles sobre la
pureza del agua en reservatorios, cañadas, ríos, lagunas, tanques, etc.
en las regiones de los plantíos transgénicos. Y los grandes medios
censuran cualquier información al respecto.
Vecinos de Guichón y de Costas de San
Francisco, en Paysandú, denunciaron la presencia de glifosato en el agua
potable durante 2012. El vicepresidente de OSE, Daoiz Uriarte, declaró a
El País que en la zona se hacían pruebas para medir la potabilidad del
agua, sobre todo para detectar la presencia de atrazina, un herbicida
que es bastante tóxico para los seres humanos y animales. Sin embargo,
el funcionario reconoció que no se hacían análisis para detectar
glifosato. He aquí una de las maniobras con que los burócratas se hacen
cómplices de Monsanto: el glifosato es el herbicida que hasta ahora se
utiliza en exclusividad en todas las plantaciones de soja transgénica.
Pero OSE cuando hace estudios de potabilidad del agua intenta encontrar
atracina. Por si quedaran dudas de su actividad de encubridor, Daoiz
Uriarte señaló además que OSE no tiene capacidad de imponer normas o
multas a empresas que rocíen glifosato cerca de cuerpos de agua.
En abril de 2012, la maestra Silvia
Nobelasco fue fumigada por un 'mosquito' (drone) que aplicaba
agrotóxicos a 35 pasos de la Escuela 30 de Rolón (Río Negro) donde ella
ejercía su profesión y actuaba como directora. Sobre las ocho de la
noche se asomó y vio las máquinas cosechadoras y un 'mosquito' que abría
sus 'alas'. Aunque se acercó al operario para hacerle notar que la
máquina estaba muy cerca de la escuela, y no a los 500 metros de
distancia mínima que debían mantener, fue rociada con agroquímicos. Al
día siguiente se despertó con picazón “de la cabeza a los pies” y ahogo
por haber aspirado ese rocío compuesto por “glifosato, Amina 2-3 y
Banwed”, detalló. Enseguida realizó la denuncia ante el Juzgado en lo
penal y en lo civil de Young y también ante el Ministerio de Ganadería,
Agricultura y Pesca (MGAP) -cuyos inspectores determinaron que el
maquinista cometió irregularidades en el procedimiento. También hizo la
denuncia al Ministerio de Salud Pública (MSP) y el Ministerio de Trabajo
(MTSS). La picazón y el dolor de cabeza le duraron tres meses y,
todavía hoy, en la Escuela 33 rural de Punta de Averías -, donde trabaja
actualmente, “siento el olor a los agrotóxicos y se me cierra el
pecho”. Silvia le ganó el juicio a la empresa Agronegocios del Plata
(ADP) que deberá pagar una indemnización de 6.800 dólares, aunque
remarca que: “Mi intención no era el dinero, sino sentar un precedente,
para que la gente se anime y denuncie” /26. El fallo sienta sí un
precedente, como en el caso de las “Madres de Ituzaingó” en Argentina,
pero la responsabilidad se adjudica al último eslabón de la cadena,
cuando existen responsables directos en los múltiples órganos estatales
implicados (todos los ministerios donde la maestra Silvia Nobelasco
realizó la denuncia) y en especial la responsabilidad principal recae
sobre el ejecutivo del gobierno frenteamplista, y sus aliados: las
corporaciones imperialistas de los transgénicos y agro-tóxicos.
Los 800 productos alimenticios que
contienen transgénicos y se comercializan en el país, no tienen
obligación de informarlo en las etiquetas de sus envases. Las empresas
prefieren que sea así porque son conscientes de los daños que implica la
ingestión de productos con transgénicos y de ese modo se confunden con
los productos orgánicos.
Los extensos plantíos de granos de
genética modificada ya afectaron la calidad de la miel uruguaya. Uruguay
posee alrededor de 3.000 pequeños productores apícolas que explotan
cerca de 400 mil colmenas, la mayoría en la zona sur del país. En 2009
las colmenas uruguayas fueron afectadas por el insecticida fipronil
usado para combatir la explosión de densas poblaciones de langostas
generadas en las grandes superficies con monocultivos. También estos
monocultivos de granos genéticamente modificados, serían la causa del
rastro transgénico que los inspectores de los organismos sanitarios
europeos detectaron en la miel uruguaya. Como consecuencia la miel
uruguaya perdió el estatus de producto natural en Europa y se calcula
que varios millones de dólares se evaporaron en las ventas de los
siguientes años. Hace pocas semanas el ministro Tabaré Aguerre señaló
como un gran avance, la información previa por internet de los planes de
fumigación de la agroindustria para que los propietarios de colmenas
puedan poner a buen recaudo sus enjambres /27.
Respecto a la resistencia a esta
invasión de las corporaciones transgénicas debemos hacer una primera
aclaración: los sindicatos que en el siglo pasado protagonizaron grandes
luchas y resistencias, en la actualidad frente a estos sectores que
centralizan la ofensiva actual imperialista en Latino América, o tienen
una total indiferencia o directamente colaboran con su accionar.
Respecto al agro-negocio -las pasteras de celulosa UPM (Fray Bentos) y
Montes del Plata (Conchillas -Colonia)- como a la minería a cielo
abierto -Aratirí en Valentines- tanto el sindicato de la construcción
(SUNCA) como el metalúrgico (UNTMRA) han actuado como “asociados”, para
decirlo en forma elegante.
Hay que recordar que la expropiación de
la tierra agropecuaria en Uruguay por la oligarquía terrateniente no es
un hecho reciente. Se inicia en el siglo XIX durante la presidencia de
Fructuoso Rivera y el grupo “los cinco hermanos” de Lucas Obes y sus
cuatro cuñados, que fueron quienes desmontaron la reforma agraria
artiguista y se completa en el mismo siglo. Y que no existe un amplio
campesinado ni un numeroso sector de trabajadores rurales. Hay un
destacado movimiento de cañeros en la frontera con Brasil (UTAA - Bella
Unión) que levantó oportunamente la consigna de reforma agraria en las
décadas del 60-70 y que hoy continúa luchando a pesar del aislamiento al
que lo confina el gobierno del FA.
Existe un importante movimiento social,
la Asamblea Nacional Permanente en Defensa de la Tierra, el Agua y los
Bienes Naturales que este año en mayo logró movilizar en una marcha
cerca de 20 mil personas en Montevideo. Pero la tradición
“frenteamplista” es de una pobrísima conciencia sobre ecología y
problemas ambientales. Es una herencia de la fuerte influencia
stalinista en la llamada “izquierda” del siglo pasado. El término
“ambientalista” se usa aún, no sólo en forma peyorativa, sino también
como insulto. En momentos que la presidencia de Tabaré Vásquez creó un
conflicto con Argentina por la defensa de la empresa imperialista Botnia
(hoy UPM) productora de pasta de celulosa, ante los reclamos por
contaminación del agua por parte de la población de la ciudad de
Gualeguaychú en costas argentinas del río Uruguay, en la ciudad de Fray
Bentos -frente a la ciudad argentina- se realizó una “pintada” con el
resignado y derrotista texto: “Prefiero morir de cáncer que de hambre”,
como un intento de contestar a los ambientalistas.
Por eso no es extraño que en Uruguay el
interlocutor principal de Monsanto sea el propio gobierno del Frente
Amplio. Primero por intermedio de José Mujica cuando este fue ministro
de ganadería, agricultura y pesca en la presidencia de Tabaré Vásquez.
Fue en esos años que Monsanto invadió sin control con sus semillas
transgénicas y que las pasteras de celulosa imperialistas se apropiaron
de 1 millón de hectáreas para transformarlas en “desierto verde” de
eucaliptus. El ministerio agrícola de Mujica tiene el triste record de
la mayor extranjerización de la tierra en le historia de Uruguay.
Proceso continuado luego con el ministro Tabaré Aguerre bajo la
presidencia del propio José Mujica.
Así como el ministro de agricultura de
Brasil, el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), Tabaré
Aguerre, actúa abiertamente como apoderado de los intereses de Monsanto,
realizando gestiones en el marco de su visita a la República Popular
China, para que ese país apruebe la autorización de la soja Tecnología
Intacta RR2 PRO que Monsanto pretende imponer en las zafras 2013-2014
del enclave sojero sudamericano. Durante su participación en el Primer
Foro de Ministros de Agricultura China – América Latina
y Caribe (Beijing 09 06 2013), Aguerre mantuvo un encuentro bilateral
con el ministro de Agricultura Han Changfu, donde le planteó la
inquietud respecto a la autorización a la nueva tecnología de la
multinacional. Recibió como respuesta que las autoridades chinas se
encuentran en la última etapa del proceso de aprobación de un conjunto
de eventos transgénicos, entre ellos la soja Intacta /28.
El funcionamiento legislativo de los
parlamentarios frenteamplistas es de disciplina absoluta al gobierno.
Los “posibles disidentes” a estas políticas extranjerizantes saben que
cualquier desobediencia a las propuestas gubernamentales pone en
cuestión su continuidad como parlamentarios y su permanencia en las
listas electorales futuras. En Uruguay el lobby de Monsanto es el
gobierno del FA y toda su bancada parlamentaria que se somete sin
restricciones a las corporaciones del agro-negocio.
De manera que no fue necesario un
trabajo preparatorio de infiltración en el Instituto Nacional de
Investigación Agropecuaria ( INIA), como en Argentina. Por el contrario
para el INIA la orden de firmar un convenio con Monsanto vino
directamente del ministro. Según las autoridades del INIA el convenio
“consistiría” -sin tener acceso a clausulas sigilosas- en ceder tres
variedades de soja a Monsanto para que se les introduzcan los dos genes
resistentes, uno a herbicidas y otro a insectos. E ingenuamente (?)
dicen que “todavía no se ha negociado la parte comercial con la
multinacional” /29. Monsanto pretende el dominio absoluto de las
patentes de las semillas, cobrar por su uso y convertir la agricultura
del país en dependiente de sus simientes e insumos. Es decir controlar
en forma dominante el primer eslabón de la cadena alimentaria. Y quién
no admita esa obviedad puede elegir definirse como otario o deshonesto.
Carta abierta de los científicos
En el correr de este texto, nos hemos referido en especial a los científicos, tecnócratas, biólogos, burócratas, políticos, etc. que son cómplices de la manipulación genética del agro-negocio. Pero queremos destacar también, que desde 1999 existe un instituto de científicos mundiales que alertó sobre lo que hemos dado en llamar guerra química contra la Naturaleza, y continúa haciéndolo.
Carta abierta de los científicos
En el correr de este texto, nos hemos referido en especial a los científicos, tecnócratas, biólogos, burócratas, políticos, etc. que son cómplices de la manipulación genética del agro-negocio. Pero queremos destacar también, que desde 1999 existe un instituto de científicos mundiales que alertó sobre lo que hemos dado en llamar guerra química contra la Naturaleza, y continúa haciéndolo.
“ El Institute of Science in Society es
una organización de científicos mundiales, sin fines de lucro, dedicados
a poner fin a lo que ellos llaman ‘el peligroso experimento’ OGMs. En
su carta abierta al mundo, han destacado por que los gobiernos necesitan
cesar las cosechas genéticamente manipuladas ahora antes que los
efectos se tornen irreversibles en la salud de las personas y la salud
de la tierra en general.”
En 1999, el primer borrador de esta
carta contaba con poco más de 300 firmas. A la fecha de hoy cuenta con
más de 800 firmas. Es un texto educativo e imprescindible para
comprender en profundidad la amenaza que significan las siembras con
semillas bio-manipuladas. Para acceder a un resumen de la Carta Abierta
clique en el link:
http://cultural.argenpress.info/2013/09/carta-abierta-de-800-cientificos.html
Expansión de un proceso de acumulación capitalista en base territorial
Es importante tratar de identificar los mecanismos económicos y los cambios que produce este régimen de acumulación de capital de base territorial /30 que impulsan las agro-industrias de monocultivos de “commodities” y -con sus particularidades- también las mineras a cielo abierto. Los dos son emprendimientos del Capital que tienen predominio como motor de la acumulación capitalista actual en Latino América y provocan los mayores focos de conflicto con las poblaciones y comunidades continentales. Las corporaciones invaden, usurpan y contaminan los territorios donde, por derecho, siempre se ha desarrollado la vida de los pobladores nativos, que en distintos niveles resisten.
Expansión de un proceso de acumulación capitalista en base territorial
Es importante tratar de identificar los mecanismos económicos y los cambios que produce este régimen de acumulación de capital de base territorial /30 que impulsan las agro-industrias de monocultivos de “commodities” y -con sus particularidades- también las mineras a cielo abierto. Los dos son emprendimientos del Capital que tienen predominio como motor de la acumulación capitalista actual en Latino América y provocan los mayores focos de conflicto con las poblaciones y comunidades continentales. Las corporaciones invaden, usurpan y contaminan los territorios donde, por derecho, siempre se ha desarrollado la vida de los pobladores nativos, que en distintos niveles resisten.
Nos limitaremos a algunas sucintas
observaciones sobre el tema, que en verdad exigiría un estudio detallado
por parte de un equipo de trabajo que se extendiera sobre las
particularidades de cada país y profundizara aspectos que apenas podemos
esbozar y otros que surgieran de la investigación /31.
“El capital requiere una constante
revolución de los sistemas de transportes y comunicaciones y una
integración geográfica creciente de los mercados. La tipología de los
arreglos espaciales abarca fenómenos espaciales de todo tipo, que van
desde el colonialismo y el imperialismo hasta la libre circulación de
capitales o la conquista geopolítica de fuentes de recursos naturales
claves para la expansión capitalista.” /32
Este tipo de acumulación capitalista en
base territorial tiene como objetivo inmediato esa apropiación de
recursos naturales. Y como instrumentos de intervención las empresas
dedicadas a la biogenética que comienzan por crear semillas resistentes a
los pesticidas para eliminar la tradicional preparación previa de la
tierra para la siembra y el trabajo manual de eliminar plantas
“invasoras indeseables” mientras se desarrolla el plantío. Se impone así
la “siembra directa” que supuestamente ahorraría trabajo vivo al
emprendimiento agrícola. Y como consecuencia inmediata expulsa
trabajadores rurales y agricultores familiares o comunitarios. Esto
implica un primer cambio estructural que es la apropiación monopólica de
las semillas -a través de las patentes sobre organismos, líneas
celulares y seres vivos- y la concentración creciente de tierras, sean
éstas en propiedad o arrendadas. Esto determina el control total de la
agricultura por un puñado de corporaciones imperialistas en los países
que se prestan a la tecnología transgénica. A lo que se suma la
necesidad cada vez mayor de utilizar pesticidas favoreciendo a las
corporaciones agro-químicas -que son las mismas que producen las
semillas- con la consecuente contaminación de tierra, agua y aire.
En los casos de agro-negocios estudiados
en Sudamérica la acumulación de capital es fruto de una combinación de
“renta de la tierra” -una categoría pre- capitalista que sobrevive- y
“ganancia” (o extracción de plusvalor). La primera categoría se hace
evidente en el proceso de valorización creciente de la tierra por su
utilidad para el agro-negocio. En la especulación territorial
consecuente y en la posibilidad de arrendar las tierras para el plantío
de la soja u otros transgénicos, todo lo que produce “renta de la
tierra”. Pero a esto se agrega una inversión creciente en capital
constante, tanto en maquinaria agrícola como en insumos: en semillas
genéticamente modificadas, en fertilizantes, en pesticidas y
agro-químicos en general y en combustibles. El plusvalor que se extrae
no es principalmente producto del trabajo vivo, -explotación de
campesinos- proviene más que todo de trabajo pretérito, objetivado,
(como los llamó Marx) “materializado” en la maquinaria, la materia prima
y la previa investigación científico-técnica. Reuniéndolos como capital
constante.
Con esa exigencia de las
agro-industrias, las mineras de cielo abierto y las pasteras de
celulosa, de grandes valores de capital constante para funcionar se
pretende postergar la aparición de problemas -ya manifiestos- de exceso
de acumulación de capital, que aumentaría la competencia y rivalidad
entre los capitalistas y atentaría contra la estabilidad del dominio del
Capital.
Por otro lado se abre un espacio para la
intervención directa del capital financiero que entra en el
agro-negocio -muchas veces a través de fondos de inversión- tanto en la
especulación sobre el precio de la tierra, como en la capitalización de
“pools de siembra” o en la especulación en el mercado de futuros de
commodities. En esas tres variantes el capital financiero interviene
cumpliendo un rol central.
El Movimiento de los Sin Tierra (MST) de
Brasil, en su lucha por la Reforma Agraria identificó un cambio
estructural en la propiedad de la tierra. Desde antes de 2005, la
mayoría de las luchas por tierras habían dejado de ser contra
“fazendeiros” (hacendados individuales) y se desarrollaban ahora contra
sociedades anónimas mayormente representantes de capitales financieros.
Los clásicos “coroneles” terratenientes habían sido sustituidos en las
negociaciones por batallones de abogados corporativos. Y la
confrontación pasaba a tener aspectos muy diferentes.
En las naciones que alojan el enclave
transgénico Sudamericano, se pueden identificar cambios importantes
tanto en la estructura -como en el caso antes citado-, como también en
la infraestructura y la superestructura de los países. Los más evidentes
son los cambios estructurales porque ellos tienen como consecuencia
casi inmediata el descontento popular y las confrontaciones. Pero existe
una interrelación entre estas transformaciones que a veces es difícil
de identificar. En la infraestructura de los países sojeros
sudamericanos dominan las inversiones estatales que no provienen de
necesidades o avances en la situación de sus poblaciones, sino de
necesidades específicas de la acumulación de capital imperialista. La
infraestructura necesaria para el transporte de los recursos nacionales
extraídos por las corporaciones ocupa las preocupaciones principales de
estos gobiernos.
Las grandes movilizaciones urbanas de
junio 2013 en todo Brasil -más allá de las maniobras gubernamentales
para cambiarles el contenido, o la confusión en que se sumergió la
“izquierda” heredada del siglo anterior ante la situación inesperada- se
iniciaron por el aumento del boleto urbano a lo que de inmediato se
agregó la protesta por las deficiencias en la salud y la enseñanza
pública. Allí hay un primer componente estructural que deviene de la
expulsión de la población rural hacia ciudades cada vez menos
sustentables. El deterioro de la movilidad urbana que hizo explotar a
las poblaciones en las grandes ciudades, es la consecuencia no sólo de
este aspecto. También de un sistema global de transporte público en los
municipios, estados y la Unión, estructurado en base a empresas
concesionarias o permisionarias, es decir privatizado en su totalidad. A
los concesionarios no les interesa ni la comodidad ni el bajo costo
para el usuario, su preocupación es acrecentar las ganancias.
Mientras tanto los Programas de
Aceleración del Crecimiento (PAC I y II) de las dos presidencias de Lula
con un costo de 1 billón 248 mil millones de US$ apuntaron a realizar
las obras de infraestructura necesarias en carreteras, ferrovías,
puertos, para el traslado de granos y otros productos primarios, con
destino a la exportación, así como para el mejoramiento de las
comunicaciones y los aeropuertos, ambos imprescindibles para su
comercialización. El mismo objetivo tiene el Plan Nacional de Logística
lanzado por Dilma en agosto de 2012 y que ella denominó “festival de
licitaciones”, en medio del descontento de junio pasado, para lograr el
apoyo de la burguesía nacional.
Las inversiones en infraestructura de
los gobiernos del PT no estuvieron dirigidas a modificar positivamente
la desigualdad que existe en el país. La más clara lectura de la
situación social de Brasil se puede sintetizar en pocas cifras: mientras
que por su PIB el país alcanzó el 6º lugar en la economía mundial,
ocupa la 84º posición entre 189 países en el Índice de Desarrollo Humano
(IDH) mundial. El IDH, con limitaciones, mide el grado de desigualdad
del país. En la atención de salud Brasil ocupa el lugar 72º. En la
educación, recordemos que en enseñanza básica (primaria) más de la mitad
de alumnos del 3er año son analfabetos, y que casi el 60% de los
jóvenes entre 18 y 20 años no terminan la enseñanza media.
En el plano infra-estructural, algo
similar pasa en Argentina con la profunda crisis del transporte
ferroviario desde la provincia hacia Buenos Aires. La privatización del
transporte ferroviario y como consecuencia su deterioro, combinada con
el crecimiento de la población suburbana, ha desembocado en graves
accidentes que impulsan conflictos reivindicativos.
Estos cambios infraestructurales
benefician tanto al agro-negocio, como a la minería a cielo abierto y
las plantas productoras de celulosa. En Uruguay, se planifican obras
faraónicas como el mineroducto para transportar el concentrado de hierro
en una corriente de agua desde la mina Aratirí en Valentines hasta la
costa atlántica de Rocha, con el desperdicio y contaminación de millones
de litros de agua. Obras que no aportan ningún beneficio a la población
del país, que es quién las terminará financiando y pagando. Lo mismo se
puede afirmar sobre la construcción de un puerto de aguas profundas
para el transporte de los minerales y los granos. O la habilitación del
puerto oceánico turístico y deportivo de La Paloma como depósito y
embarque de los troncos de eucaliptus producidos en el este del país
para trasladarlos con menor costo hacia el río Uruguay. Habilitación
impuesta a la población del balneario por medio de represión policial y
judicial. Ejemplos todos de desarrollo infraestructural que se impone
por medio de presiones del aparato represivo y la justicia, o se
legalizan en el legislativo, beneficiando exclusivamente a las
corporaciones expoliadoras de recursos naturales.
En tercer lugar están las
transformaciones super-estructurales. Ya dimos un ejemplo con el
crecimiento de la representatividad de la bancada “ruralista” del
Congreso brasileño su crecimiento y poder de despojar tierras campesinas
o comunitarias y aprobar los peores procedimientos del agro-negocio,
incluido el trabajo esclavo. En la actualidad están centrados en la
aprobación de Proyectos de Enmiendas Constitucionales que favorezcan los
intereses de la agro-industria. Como la PEC 215 que detendría el
otorgamiento de tierras indígenas. Algo que ya es un hecho aceptado por
el gobierno del PT.
Del mismo tenor super-estructural es el
rol asumido de gestores nacionales e internacionales de Monsanto, tanto
del ejecutivo uruguayo como de la bancada parlamentaria frenteamplista.
El gobierno frenteamplista es quien actúa abiertamente como lobby de
Monsanto. Lo mismo ocurre con los burócratas de Itamaratí y sus
gestiones pro-Monsanto en China. O con los parlamentarios “ruralistas”
en presión permanente para que se aprueben las más absurdas
bio-tecnologías de las corporaciones.
En las legislaciones nacionales o en la
justicia no existe ninguna clase de trabas para la ampliación de los
plantíos transgénicos. Ni para la fumigación aérea con plaguicidas que
ya tiene sus víctimas conocidas. Mientras, es muy desigual la oposición
social a toda esta peligrosa injerencia imperialista.
En Paraguay una provocación policial
combinada a la creciente decepción popular con el gobierno de Lugo,
permitió un golpe de los terratenientes en alianza con el imperialismo.
Fue el cambio institucional más radical que obtuvo el agro-negocio en el
enclave sojero. Las primeras decisiones del gobierno de Franco tuvieron
como objetivo tranquilizar al agro-negocio y las corporaciones
imperialistas.
Es importante también determinar los
cambios en términos de mutación en el sistema represivo tanto respecto a
las distintas policías como en el aspecto judicial.
Ese éxodo rural hacia las ciudades,
acentuado por el agro-negocio crea en ellas dificultades en la
sustentabilidad habitacional y de servicios públicos. Y como la
prioridad no es el mejoramiento del hábitat ciudadano, la forma de
controlar el descontento es la represión. Por más gobiernos
autodefinidos como “progresistas”, en los cinco países sudamericanos del
enclave sojero ha aumentado la represión urbana, además de la rural. En
Brasil el ejemplo más destacado es Rio de Janeiro donde en 10 años
(entre 2001 y 2011) se contabilizaron 10 mil muertes de pobladores
provocadas por la policía. Cifra que supera las muertes en algunos
países en guerra/33.
En el Plan Nacional de Logística lanzado
por Dilma Rousseff se incluyen las obras “necesarias” para alojar mega
eventos deportivos (copa de las confederaciones -2013- campeonato
mundial de futbol -2014- y Juegos olímpicos de 2016). Y está utilizando
ese Plan para realizar una contra reforma urbana en las principales
ciudades del país. La mayoría de los desplazamientos de pobladores
favorecen una “limpieza” en zonas con comunidades conflictivas y abren
espacio para la valorización territorial, funcional a la especulación
inmobiliaria. En Rio el número de de afectados es cerca de las 30.000
personas. De esta forma hay un desplazamiento de esos pobladores hacia
zonas más lejanas de la ciudad, lo que representa una pérdida en
términos de transporte, horas y gastos, para que dichos pobladores
lleguen a los locales de trabajo” /34. En las favelas que tienen una
interface mayor con los locales de los eventos, la ocupación militar a
través de las Unidades de Policía Pacificadora (UPPs), no van
acompañadas de un avance en los servicios públicos y los derechos
ciudadanos. No se trata entonces, de una reestructura que beneficia el
deporte o la ciudadanía, sino centrada en grandes emprendimientos
inmobiliarios. Se está agrediendo el capital social de muchas de esas
comunidades: su capacidad de resistir el clientelismo político, los
desplazamientos autoritarios, la violencia policial, e incluso al
tráfico de drogas. Con esta contra-reforma urbana, a la vez de favorecer
la especulación inmobiliaria, se está tratando de desmontar la
organización comunitaria. Por eso en junio las movilizaciones en Rio
fueron las más numerosas.
La represión policial tiene su correlato
en términos judiciales: en las prisiones brasileñas se hacinan más de
medio millón de detenidos, lo que ubica al país en el 4º lugar en el
mundo por su población carcelaria, después de las “democracias” de EEUU,
China y Rusia. También en Brasil la política estadounidense de
penalidad punitiva contra los pobres encubierta en las ficciones de
“tolerancia cero” y “lucha contra la droga” ha hecho desastres. Y está
implícita en los cambios socio-económicos necesarios al extractivismo
imperialista de recursos naturales.
En Uruguay, desde marzo de 2005 -al
asumir Tabaré Vásquez- cuando los presos sumaban 5000, a diciembre de
2012 -en el segundo año de la presidencia de Mujica- cuando alcanzaron
la cifra de 10.000, el blanco de la “política de seguridad” no fueron
los clasificados genéricamente como “delincuentes”, sino aquellos que
provienen de los sectores “más vulnerables” de la sociedad: los
trabajadores empobrecidos, los precarizados, los desempleados, los niños
y jóvenes hijos de la extrema miseria. Más del 60% no tiene condena. A
todos ellos la justicia -sin juzgarlos- los sentencia a “prisión
preventiva” a pesar que más del 90% está preso por cometer un solo
delito. En Uruguay el “problema” principal no es el éxodo rural que
desborda las ciudades, sino los procesos de exclusión social que están
implícitos a la injerencia de las corporaciones del agro-negocio, la
minería a cielo abierto y los “desiertos verdes” de las pasteras de
celulosa.
Lo más grave es que ya se anuncia una
segunda etapa represiva más amplia: ahora existen varias denuncias de
espionaje policial e infiltración en movilizaciones y de “mal trato” e
incluso tortura en dependencias policiales a activistas de movimientos
sociales. Y no se trata de denuncias inconsistentes, la realizan las
principales organizaciones de derechos humanos del país. Se trata de una
consecuencia inevitable del proyecto económico del gobierno, alentado
además por la absoluta impunidad para los delitos de lesa humanidad
ejecutados por policiales y militares de la dictadura. Algunos de ellos
aún en actividad.
Con esta somera enumeración no
pretendemos agotar los múltiples aspectos y consecuencias de las
transformaciones que el agro-negocio está imponiendo en Sudamérica, con
la complicidad de los gobiernos nacionales. Solo intentamos llamar la
atención sobre la magnitud del problema -cosa que solo puede apreciarse
si se enfoca el conjunto de los países- y sobre la necesidad de una
articulación de los distintos movimientos que resisten esta ofensiva,
para potenciar y fortalecer su capacidad de lucha.
Juan Luis Berterretche
Notas
1/ Georgina Catacora Vargas (coordinadora) Producción de soja en las Américas: actualización sobre el uso de tierras y pesticidas. Investigación realizada por El Centro para la Bioseguridad de Noruega, espacio dedicado a la investigación y la docencia en la tecnología genética y sus consecuencias en el ambiente y la salud. El relevamiento y procesamiento de información llevó seis meses de trabajo de investigadores y periodistas de Uruguay, Argentina, Brasil, Paraguay y Bolivia. Enero de 2012.
Juan Luis Berterretche
Notas
1/ Georgina Catacora Vargas (coordinadora) Producción de soja en las Américas: actualización sobre el uso de tierras y pesticidas. Investigación realizada por El Centro para la Bioseguridad de Noruega, espacio dedicado a la investigación y la docencia en la tecnología genética y sus consecuencias en el ambiente y la salud. El relevamiento y procesamiento de información llevó seis meses de trabajo de investigadores y periodistas de Uruguay, Argentina, Brasil, Paraguay y Bolivia. Enero de 2012.
2/ El Grupo ETC es una organización internacional dedicada a "la conservación y promoción de la diversidad cultural y ecológica y los derechos humanos". El nombre legal completo es Grupo de Acción sobre Erosión, Tecnología y Concentración. "ETC" está destinado a ser pronunciado "etcétera".
3/ Georgina Catacora Vargas. Ibíd.
4/ De la Torre, Fajnzylber y Nash, (2009), Desarrollo con Menos Carbono: Respuestas Latinoamericanas AL Desafío Del Cambio Climático. Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF)/Banco Mundial, Washington DC.
5/ Hasta ahora era la Fundação Nacional do Indio (Funai) quien conducía los procesos de demarcación, como órgano federal responsable por el establecimiento y la ejecución de la política indigenista brasileña en cumplimiento de lo que determinaba la Constitución Federal Brasileña de 1988.
6/ Thomas Pappon. Cultivos transgénicos superan a los “naturales” en Brasil. BBC Brasil 08 02 2013. http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2013/02/130208_economia_brasil_cultivos_geneticamente_modificados_yv.shtml
7/ Instituto Humanitas Unisinos . 13 metais pesados, 13 solventes, 22 agrotóxicos e 6 desinfetantes na água que você bebe. 29 03 2011. " En la zafra 2009-2010 para Brasil usó 900 millones de litros de agro-tóxicos. Es el mayor consumidor del mundo. ¿A dónde va a parar todo ese volumen? Eso es lo que hemos estado investigando. Estudiamos la contaminación de las aguas. Y para eso la gente trabaja con las cuencas, pues las nacientes de los ríos de esas cuencas están dentro de las plantaciones de soja.” Afirma el médico y doctor en toxicología, Wanderlei Pignati. http://www.ihu.unisinos.br/noticias/41835-13-metais-pesados-13-solventes-22-agrotoxicos-e-6-desinfetantes-na-agua-que-voce-bebe
Para enterarse sobre los daños a la salud extremamente graves que producen los agrotóxicos como alteraciones hormonales y reproductivas, daños hepáticos y renales, disturbios cognitivos y neuro-motores y cáncer, entre otros, recomendamos la lectura del dossier preparado por la Associação Brasileira de Saúde Coletiva (Abrasco)– Um alerta sobre os impactos dos agrotóxicos na Saúde.
http://www.abrasco.org.br/UserFiles/File/ABRASCODIVULGA/2012/DossieAGT.pdf
8/ Leonardo Melgarejo , A transgenia está mudando para pior a realidade agrícola brasileira . Instituto Humanitas Unisinos 03 06 2013.
http://www.ihu.unisinos.br/entrevistas/520591
9/ Existen innumerables ejemplos de que, las denominadas por la agro-industria de monocultivos como “hierbas dañinas”, son plantas que cumplen alguna función importante en la biodiversidad como alimento o hierbas medicinales insustituibles. Tenemos aquellos vegetales que sobrevivieron como plantíos espontáneos. Éste es el caso, por ejemplo de las hojas de amaranto. Actualmente el amaranto inca o Kiwicha se está convirtiendo en un problema para cultivos como el de la soja debido a que esta especie es altamente resistente a herbicidas como el glifosato ; sin embargo, el amaranto tiene más proteínas y vitaminas que la soja. Con la quinua o quínoa, muy rica en hierro y vitaminas y usada como cereal por las poblaciones andinas pasa algo similar: son pulverizadas con venenos y herbicidas y estigmatizadas como plagas por el agro-negocio.
10/ Andrew Pollack. Environmental Review to Delay Two Engineered Crops. New York Times, 10 05 2013.
http://www.nytimes.com/2013/05/11/business/energy-environment/environmental-review-to-delay-two-engineered-crops.html?_r=0
11/ Janara Nocoletti Desordem de colapso das colônias derruba exportaçoes de mel do Brasil. Agência Deutsche Welle, Eco Debate 10 09 2013.
http://www.ecodebate.com.br/2013/09/10/desordem-de-colapso-das-colonias-colony-collapse-disorder-ccd-derruba-exportacoes-de-mel-do-brasil/
12/ Brasil vai à China por soja da Monsanto Boletín AS-PTA Nº 632 del 14 de junio 2013. boletim@aspta.org.br
13/ J. L. Berterretche, Brasil: Golpe de timón... a la derecha, 17 06 2013
El Mapa citado fue elaborado por Fiocruz y la ONG Fase, fue lanzado en 2012 y se accede a él por el link: http://www.conflitoambiental.icict.fiocruz.br/
14/ Discurso ovacionado de la presidenta Cristina Fernández en la inauguración de la 136º Fiesta del lago, el 15 de febrero de 2013.
15/ Documento emitido por las entidades Greenpeace, Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN) y Fundación Vida Silvestre.
16/ Pool de siembra es la denominación que recibe en Argentina un sistema de producción agraria caracterizado por el papel determinante del capital financiero y la organización de un sistema empresarial transitorio que asume el control de la producción agropecuaria, mediante el arrendamiento de grandes extensiones de campo, y la contratación de equipos de siembra, fumigación de plagas con agroquímicos, fertilización, cosecha y transporte, con el fin de generar economías de escala y altos rendimientos. Al finalizar la cosecha y realizarse el producto en el mercado, las ganancias son distribuidas.
17/ Federico Czesli En Ituzaingó nos fumigan con cáncer El Puercoespín, 08 12 2012. http://www.elpuercoespin.com.ar/2012/12/07/argentina-en-ituzaingo-nos-fumigan-con-cancer-por-federico-czesli/
18/ Ibídem. El biólogo Raúl Montenegro fue distinguido en 2004 como Premio Nobel Alternativo por la Right Livelihood Award de Estocolmo, Suecia, por su participación en la lucha de Madres de Ituzaingó.
19/ Informe Final de la Comisión de Verdad y Justicia, conclusiones y recomendaciones como resultado de su trabajo iniciado en octubre de 2004 y concluido en agosto de 2008. Subtitulo “Tierras rurales mal habidas” Parágrafos 192 a 203.
http://www.derechoshumanos.net/lesahumanidad/informes/paraguay/Informe_Comision_Verdad_y_Justicia_Paraguay_Conclusiones_y_Recomendaciones.pdf
20/ Portal Paraguayo de Noticias Estiman que el 90 % de los bosques han desaparecido 28 04 2009
http://www.ppn.com.py/html/noticias/noticia-ver.asp?id=51521&desc=Estiman-que-el-90-de-los-bosques-han-desaparecido
21/ En el discurso de los campesinos paraguayos, los brasiguayos son los brasileños ricos e inversionistas de multinacionales que están invadiendo el País. La mayoría detentando títulos de posesión inválidos o fraudulentos. Se estima en 300 mil la cantidad de brasiguayos, la mayoría dedicados a la plantación de semillas transgénicas en el departamento Alto Paraná. Pero también han invadido otros departamentos no limítrofes con Brasil.
22/ Tranquilo Favero, conocido como “el rey de la soja”, es brasileño naturalizado paraguayo y posee el sólo un millón de hectáreas de soja que le permiten facturar U$S 1.500 millones por año. Paga US$ 0,50 por hectárea de impuestos y el gobierno colorado anterior a la presidencia de Lugo, le regaló centenas de millones de dólares a través de un gasoil subsidiado, que hoy se transformó en deuda de la estatal PETROPAR.
23/ Diario E’a, Nuevo gobierno acelera trámites para que transnacionales operen en Paraguay 04 07 2012.
http://ea.com.py/franco-acelera-tramites-para-que-trasnacionales-operen-en-paraguay/
24/ Alberto Núñez, Campesinos retoman los cortes de ruta e invasiones La Nación 03 09 2013. http://www.lanacion.com.py/articulo/139766-campesinos-retoman-los-cortes-de-ruta-e-invasiones.html
25/ notiboliviarural.com, Producción de soja vuelve a batir record en Santa Cruz
05 06 2013
http://www.notiboliviarural.com/index.php?option=com_content&view=article&id=6412:produccion-de-soya-vuelve-a-batir-record-en-santa-cruz&catid=293:agricola&Itemid=543
26/ Maestra fumigada con agrotóxicos gana juicio a empresa y sienta precedente en el país. Uy Press, 23 06 2013. www.uypress.net/ La Organización Mundial de la Salud (OMS) afirma que más del 25% de los casos mundiales de Parkinson están ligados a factores ambientales, como la exposición a productos químicos,
27/ Noéli Nobre, Apicultores apontam agrotóxicos como culpados por mortes de abelhas, Información de la Agência Câmara de Notícias (Congreso Brasil) publicado por EcoDebate 09 07 2013. http://www.ecodebate.com.br/2013/07/09/apicultores-apontam-agrotoxicos-como-culpados-por-mortes-de-abelhas/
28/ Funda Vida Gestión de Aguerre por la soja transgénica Intacta 11 06 2013.
http://www.fundavida.org.ar/web2.0/2013/06/11/argentina-y-uruguay-lobbystas-de-monsanto/
29/ Preocupación Patente La Diaria, 04 07 2012
http://ladiaria.com.uy/articulo/2012/7/preocupacion-patente/ La Organización Mundial de la Salud (OMS) afirma que más del 25% de los casos mundiales de Parkinson están ligados a factores ambientales, como la exposición a productos químicos.
30/ David Harvey El Nuevo imperialismo: acumulación por desposesión. Socialist Register, 2004. http://bibliotecavirtual.clacso.org.ar/ar/libros/social/harvey.pdf
31/ Aquí nos referimos a un equipo con investigadores o periodistas de los 5 países que alojan el enclave sojero sudamericano. Interesados comunicarse con el autor: juan.luis.bv@gmail.com .
Fuente:
http://www.kaosenlared.net/america-latina/item/68455-50-millones-de-hect%C3%A1reas-de-soja-transg%C3%A9nica-son-500-mil-km2-de-un-%C3%BAnico-monocultivo.html
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