La compañía segoviana esgrime que todos sus productos carecen de «contaminación» genética
Huercasa toma la palabra en la polémica surgida sobre el cultivo de maíz transgénico. La empresa segoviana, líder en Europa en el mercado del maíz cocido y envasado al vacío,
subraya que «todos sus productos de maíz dulce no son transgénicos ni
tienen ningún tipo de contaminación por organismos modificados
genéticamente». La compañía presidida por Félix Moracho asegura
garantizar al consumidor la calidad del producto en una apuesta clara
por una «alimentación segura, sana y de calidad», aclara en un
comunicado conocido este lunes.
El debate sobre los alimentos transgénicos, y en el caso concreto del maíz, está de actualidad con la próxima autorización del cultivo de maíz transgénico 1507 de Pioneer en la Unión Europea.
El tema viene rodeado de polémica. Las asociaciones de agricultores y
consumidores han manifestado su total rechazo antes esta medida al
considerar que este maíz es «perjudicial para la biodiversidad y no se
han estudiado suficientemente sus impactos», expone Huercasa.
Ante esta realidad, los responsables de Huercasa ponen
sobre la mesa «un riguroso modelo de cultivo que incorpora diferentes
medidas para garantizar a los consumidores que todo el maíz dulce
Huercasa no es transgénico». Entre las prácticas adoptadas en los protocolos de la empresa
se halla la «cuidadosa elección de proveedores, la siembra de semillas y
variedades certificadas libres de organismos modificados genéticamente o
la selección de zonas de cultivos y parcelas seguras conforme a una
evaluación de riesgos previa al cultivo de maíz».
Analíticas exhaustivas
Además, Huercasa guarda distancias físicas de seguridad
frente a otros cultivos de maíz y siempre evita la coincidencia en la
época de floración y polinización con otros potenciales cultivos de maíz
en la zona. La compañía esgrime que sus cultivos son certificados bajo
norma GlobalGap y previamente a la recolección se llevan a cabo
«exhaustivos muestreos» para verificar mediante analíticas que el
producto final está exento de cualquier traza o contaminación.
Por último, la normativa actual no permite poner en el etiquetado del producto final que los alimentos son 'no transgénicos'.
Únicamente lo deben indicar obligatoriamente los que contengan
organismos modificados genéticamente (en más de 1% de su composición).
Algo que suscita dudas entre los consumidores, apunta Huercasa. En este
sentido, cabe reseñar que la máxima garantía del maíz dulce de la marca
segoviana se fundamenta en un riguroso método de cultivo que se lleva a
cabo conforme a los estándares de calidad y seguridad alimentaria más
exigentes.
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