En una entrevista al ministro de Agricultura Carlos Furche,
publicada en Pulso, la autoridad se refiere a las modificaciones que se
están haciendo al proyecto de Ley de Obtentores Vegetales, para adecuar
el tema de los derechos intelectuales sobre semillas al Convenio
Internacional para la Protección de Obtenciones Vegetales en su acta
1991, UPOV 91. El secretario de Estado precisa que se garantizará la
protección de los recursos genéticos autóctonos, el derecho de los
pequeños agricultores a reproducir su propia semilla y una relación más
equilibrada entre la industria productora de semillas y los productores.
Pese a lo emitido por la autoridad, las palabras no dejaron
conformes a los productores orgánicos y antitransgénicos, según
manifestó Guillermo Riveros, presidente de Orgánicos Bío Bío.
El dirigente dijo que aún existe la inquietud en los productores
orgánicos frente a la iniciativa, que también se conoce como Ley
Monsanto, ya que con la legislación se esté pavimentado el camino para
el ingreso de los cultivos genéticamente modificados al país, a lo que
se oponen fuertemente, ya que su sector propone una moratoria, de al
menos 10 años, para analizar la conveniencia de usar o no esta
tecnología para la producción agrícola.
“Los asesores de la Presidenta Bachelet son los mismos que
trabajaron en la presentación del proyecto en su gobierno anterior. Nos
da la impresión que se busca la coexistencia de los cultivos
transgénicos con los orgánicos. No creemos hasta que veamos la propuesta
final concreta, hasta ahora no vemos nada real”, dijo Riveros.
Afirma que como organización de productores han estado
representados en el trabajo que está haciendo el Gobierno a través de la
dirigenta Lucía Sepúlveda, periodista y presidenta de la red “Yo no
quiero Transgénicos en Chile”, y que no ven variaciones significativas
al proyecto original. “El lobby de la industria de las semillas es
fuerte y se trata de organizaciones con mucho poder. Nuestra red va a
esperar hasta que haya una información más concreta. Los senadores que
nos apoyaron tienen mucho que decir. Hasta aquí creo que hay más
improvisación que una solución”, precisa.
Cabe señalar que en la entrevista a Pulso, el ministro Furche no
fue consultado, ni se refirió en momento alguno, al tema de los
transgénicos. Solo habló del trabajo que se ha venido haciendo para
concordar algunos cambios en el proyecto, para lo que se ha consultado
la industria, a los productores e incluso a los países involucrados.
Solo se refirió a los derechos de los obtentores de semillas, que son
quienes hacen una inversión en investigación y desarrollo de variedades,
y al de los agricultores.
Sin embargo los productores orgánicos relacionan este tema con la
introducción de la producción transgénica a Chile y con un daño a los
pequeños agricultores y al patrimonio genético del país. Por otro lado
existe la presión de los organismos internacionales de comercio
exterior, por el respeto a los royalties y a los derechos intelectuales
en el desarrollo de variedades vegetales que no puede pasar por alto un
país tan abierto al mercado mundial como Chile. Estos son los
ingredientes que mantienen viva esta polémica desde el año 2009.
Postura oficial
El seremi de Agricultura, Rodrigo García, comentó que es mejor
esperar la redacción final del proyecto antes de emitir juicios.
Puntualizó que el Gobierno, en una tarea que involucra a los ministerios
de Economía, Medio Ambiente, Relaciones Exteriores y Agricultura con el
sector privado, busca conciliar los intereses de los actores
involucrados, y a la vez, dar cumplimiento a tratados internacionales
suscritos por Chile, en especial el TLC con Estados Unidos.
Insistió que se trata de un tema de derechos intelectuales sobre
semillas, que no tiene que ver con la autorización de cultivos de
transgénicos en el país y que el Gobierno está empeñado en la protección
de los recursos vegetales autóctonos.
“Ahora tenemos que ver si corresponde hacer una Consulta Indígena,
lo que retrasaría la discusión del proyecto en el Parlamento. De hecho
mañana y en días sucesivos estamos informando a las comunidades de
Cañete, Tirúa y Alto Bío Bío del procedimiento que se utilizará para la
consulta a las comunidades originarias sobre la conveniencia de crear un
Ministerio Indígena, lo que nos dará experiencia en el tema”, señaló
García.
Rendija a transgénicos
Según el diputado Jorge Sabag, se puede interpretar que al permitir
patentar semillas transgénicas en Chile se esté abriendo la puerta a
los cultivos genéticamente modificados, lo que perjudicaría a los
productores orgánicos y ecológicos. “Yo soy partidario de que Chile se
declare libre de transgénicos, que no abra la puerta a estas técnicas.
Nos daría una diferenciación con otros países exportadores, un plus.
Tenemos que sincerarnos en este tema”, plantea. La legislación del país
solo permite el cultivo de semillas transgénicas de exportación, no
para uso interno.
El parlamentario señaló desconocer en profundidad los ajustes y
modificaciones que se están haciendo al proyecto y que había una amenaza
a la pequeña agricultura con el tema de las patentes, que beneficia a
las grandes industrias de la semilla.
De:
http://www.chilesustentable.net/organicos-y-antitransgenicos-creen-que-cambios-a-ley-monsanto-son-cosmeticos/?utm_source=rss&utm_medium=rss&utm_campaign=organicos-y-antitransgenicos-creen-que-cambios-a-ley-monsanto-son-cosmeticos
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