¿Dónde está la información para saber de los defectos y cualidades de las semillas transgénicas para que el pueblo las conozca?
En Guatemala se comercia con
semillas transgénicas desde la década de los noventa. Es decir, en el
transcurso de 25 años, aproximadamente, ninguna autoridad que se haya
desempeñado en el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación ha
asumido su papel de estratega para el desarrollo agrícola del país. En
los últimos períodos presidenciales, esa institución ha sido entregada a
la iniciativa privada, como premio por sus contribuciones económicas
para campañas políticas.
El MAGA fue convertido en un
reducto que soporta las presiones de quienes manejan y se abrogan
cualquier oportunidad para engrandecer patrimonios y aprovechar
colaboraciones internacionales. Si por casualidad, ahí nombran a un
idealista que pretende hacer algo por mejorar las condiciones en que la
mayoría de campesinos cultivan, rápidamente lo intrigan las mafias
internas, lo socavan políticamente hasta que logran destituirlo. ¿Que
por qué lo digo, porque trabajé ahí, por tres meses y no aguanté? Entre
los allegados a Ríos Mont, los allegados a Portillo y las huestes de
Alvarado Mac Donald, no alcanzaban a repartirse los puestos donde se
sirve muy descaradamente a los intereses extranjeros y se cuidan las
espaldas de todos los funcionarios, generalmente, terratenientes, que
quieren para sí, todas las ventajas y oportunidades que temporalmente se
ofrecen. ¿Habrán cambiado las cosas? No lo creo.
Entonces, es urgente y se
hace necesario que, el MAGA, como institución responsable más
importante, señalada en la Ley Monsanto, como omnímodo poder para
manejar todos los entresijos del obtentor de derechos sobre nuevas
semillas, dentro de las que aumentarán los registros para transgénicos,
explique y aclare las siguientes dudas que tenemos miles de
guatemaltecos a quienes, intencionadamente, nos mantienen sin la
necesaria información:
¿Cuál es el marco
regulatorio, y dónde está la política nacional, como estrategia de
Estado que imponga el adecuado uso de los transgénicos, para proteger la
salud y la economía de subsistencia, que salen perjudicados cuando sus
semillas se contaminen con las transgénicas?
¿Dónde ha construido el MAGA
el banco que protege todos los genomas de las miles de plantas que
existen en Guatemala, para evitar que las compañías extranjeras los
registren a su nombre? ¿Dónde están los estudios que ha hecho el MAGA
que indiquen el impacto que tendrá el cultivo de transgénicos en la
enorme biodiversidad del territorio? ¿Dónde encontramos la información
que hable del posible impacto económico y en la salud de quienes los
consumen?
¿Dónde están los informes del
ICTA que nos cuenten del trayecto que tomarán sus valiosas
investigaciones con semillas locales y las 13 variedades nativas, cuando
se polinicen, por el viento con las transgénicas? ¿Dónde está la
información para saber de los defectos y cualidades de las semillas
transgénicas para que el pueblo las conozca? ¿Cuál ha sido la razón por
la que han callado cuando ha venido ayuda alimentaria de maíz, que en
otros países son solo para el consumo animal, y aquí lo han repartido
como la panacea para el hambre?, como sucedió en el 2005.
¿Por qué el Ministerio
encargado de velar por la alimentación, y maneja el programa actual de
Hambre Cero, mantiene tan en secreto, los datos sobre los transgénicos?
Ni siquiera lo ha hecho la compañía Monsanto, cuando en el 2008, compró
el derecho de las semillas Kristiani Burhart y declaró que desde aquí,
distribuiría para otros países de Latinoamérica.
Es urgente conocer las
respuestas, de lo contrario, podemos deducir que el Decreto 19-2014,
solo es la guinda de un pastel que se viene cocinando desde hace años,
para que se lo coman tranquilamente beneficiados y cómplices.
De.
http://www.elperiodico.com.gt/es/20140829/opinion/1091/El-MAGA-debe-responder.htm
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