viernes, 29 de agosto de 2014

El MAGA debe responder

¿Dónde está la información para saber de los defectos y cualidades de las semillas transgénicas para que el pueblo las conozca?

En Guatemala se comercia con semillas transgénicas desde la década de los noventa. Es decir, en el transcurso de 25 años, aproximadamente, ninguna autoridad que se haya desempeñado en el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación ha asumido su papel de estratega para el desarrollo agrícola del país. En los últimos períodos presidenciales, esa institución ha sido entregada a la iniciativa privada, como premio por sus contribuciones económicas para campañas políticas.


El MAGA fue convertido en un reducto que soporta las presiones de quienes manejan y se abrogan cualquier oportunidad para engrandecer patrimonios y aprovechar colaboraciones internacionales. Si por casualidad, ahí nombran a un idealista que pretende hacer algo por mejorar las condiciones en que la mayoría de campesinos cultivan, rápidamente lo intrigan las mafias internas, lo socavan políticamente hasta que logran destituirlo. ¿Que por qué lo digo, porque trabajé ahí, por tres meses y no aguanté? Entre los allegados a Ríos Mont, los allegados a Portillo y las huestes de Alvarado Mac Donald, no alcanzaban a repartirse los puestos donde se sirve muy descaradamente a los intereses extranjeros y se cuidan las espaldas de todos los funcionarios, generalmente, terratenientes, que quieren para sí, todas las ventajas y oportunidades que temporalmente se ofrecen. ¿Habrán cambiado las cosas? No lo creo.

Entonces, es urgente y se hace necesario que, el MAGA, como institución responsable más importante, señalada en la Ley Monsanto, como omnímodo poder para manejar todos los entresijos del obtentor de derechos sobre nuevas semillas, dentro de las que aumentarán los registros para transgénicos, explique y aclare las siguientes dudas que tenemos miles de guatemaltecos a quienes, intencionadamente, nos mantienen sin la necesaria información:

¿Cuál es el marco regulatorio, y dónde está la política nacional, como estrategia de Estado que imponga el adecuado uso de los transgénicos, para proteger la salud y la economía de subsistencia, que salen perjudicados cuando sus semillas se contaminen con las transgénicas?

¿Dónde ha construido el MAGA el banco que protege todos los genomas de las miles de plantas que existen en Guatemala, para evitar que las compañías extranjeras los registren a su nombre? ¿Dónde están los estudios que ha hecho el MAGA que indiquen el impacto que tendrá el cultivo de transgénicos en la enorme biodiversidad del territorio? ¿Dónde encontramos la información que hable del posible impacto económico y en la salud de quienes los consumen?

¿Dónde están los informes del ICTA que nos cuenten del trayecto que tomarán sus valiosas investigaciones con semillas locales y las 13 variedades nativas, cuando se polinicen, por el viento con las transgénicas? ¿Dónde está la información para saber de los defectos y cualidades de las semillas transgénicas para que el pueblo las conozca? ¿Cuál ha sido la razón por la que han callado cuando ha venido ayuda alimentaria de maíz, que en otros países son solo para el consumo animal, y aquí lo han repartido como la panacea para el hambre?, como sucedió en el 2005.

¿Por qué el Ministerio encargado de velar por la alimentación, y maneja el programa actual de Hambre Cero, mantiene tan en secreto, los datos sobre los transgénicos? Ni siquiera lo ha hecho la compañía Monsanto, cuando en el 2008, compró el derecho de las semillas Kristiani Burhart y declaró que desde aquí, distribuiría para otros países de Latinoamérica.

Es urgente conocer las respuestas, de lo contrario, podemos deducir que el Decreto 19-2014, solo es la guinda de un pastel que se viene cocinando desde hace años, para que se lo coman tranquilamente beneficiados y cómplices.


De.
http://www.elperiodico.com.gt/es/20140829/opinion/1091/El-MAGA-debe-responder.htm

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