Después del golpe va consolidándose el poder fáctico de
las transnacionales.La expansión acelerada del monocultivo de soja
transgénica en Paraguay ha dejado tras de sí un rastro de destrucción y
desolación, que pone en serio riesgo la soberanía alimentaria del país,
así como la vida de miles de familias campesinas y pueblos indígenas,
que son expulsados de sus lugares de orígenes y que ven violados sus
derechos hist&o
Paraguay ocupa el sexto lugar en producción de soja y el cuarto como exportador a nivel mundial.
De acuerdo con datos del Instituto Panamericano de Cooperación para
la Agricultura (IICA), la cosecha de soja 2012-2013 marcó un récord en
producción -más de 9 millones de toneladas- en un área de 3.2 millones
de hectáreas.
Esto significa un aumento de la superficie cultivada con soja
transgénica -patentada por un 95 por ciento por Monsanto y
comercializada principalmente por ADM, Cargill, LDC y Bunge- del 109 por
ciento en los últimos 10 años y del 460 por ciento en las últimas dos
décadas.
Concentración de la tierra - 2% de los propietarios acumula el 80 por ciento de las tierras
La expansión acelerada del cultivo de soja transgénica, que
actualmente abarca más del 70 por ciento de la tierra cultivada, en un
país donde el 2 por ciento de los propietarios acumula el 80 por ciento
de las tierras, ha significado el desplazamiento de la población
campesina e indígena, la desaparición de bosques y el crecimiento
exponencial del uso indiscriminado de agrotóxicos.
El IICA señala que el 87 por ciento de la superficie total cultivada
con soja se encuentra en manos de medianos y grandes productores, al
tiempo que la población rural y la agricultura campesina van
reduciéndose cada día más, afectando gravemente la soberanía alimentaria
del país.
Monocultivos y pérdida de diversidad agrícola - Más contaminación y menos bosques
Casi la tercera parte del territorio de la región oriental de
Paraguay está cultivado con soja transgénica, y Monsanto prevé expandir
sus cultivos hacia la región occidental (Chaco), avanzando sobre
territorios que son de reforma agraria.
Asimismo, el más reciente informe de la Alianza Biodiversidad sobre
los impactos de la soja transgénica en Paraguay, estima que entre 1991 y
2009 el país perdió más de 3.2 millones de hectáreas de bosque nativo,
es decir el 15.34 por ciento de la superficie total.
También reporta que, durante la zafra 2007-2008, en los cultivos de
soja se usaron más de 21 millones de litros y más de 1.9 millones de
kilogramos de agrotóxicos, entre otros el Glifosato (5.3 millones de
litros), Paraquat (6.6 millones de litros), Endosulfán (3.2 millones de
litros), Cipermetrina y Acefato (2 millones de litros).
“Desde su ingreso en forma ilegal en la década de los 90, la soja
transgénica y el modelo agroexportador han venido causando gravísimos
impactos sociales y ambientales, sobre todo en las comunidades más
vulnerables que son las campesinas e indígenas”, dijo a La Rel, David
Cardozo, gerente del Programa de Diversidad Biológica y Cultura de la
organización Sobrevivencia | Amigos de la Tierra Paraguay .
Cardozo señaló que ya hay abundante evidencia de las graves
afectaciones a la salud provocadas por el uso indiscriminado de
agrotóxicos, principalmente del glifosato, ingrediente activo del
Roundup, el herbicida producido por Monsanto.
“Ya se han detectado decenas de casos de pérdidas de embarazos,
malformaciones congénitas, trastornos gastrointestinales, así como el
aumento de cáncer.
Tenemos también los casos de Silvino Talavera, de
11 años, y de las hermanas Adelaida y Adela Álvarez Cabrera, de 3 años y
6 meses respectivamente, quienes fallecieron trágicamente tras ser
embestidos por las fumigaciones”, recordó Cardozo.
Criminalización de la protesta y violación de los Derechos Humanos
La masacre ocurrida en Curuguaty durante el desalojo de las tierras
estatales de Marina Cué, donde perdieron la vida 11 campesinos y 6
policías, no solo sirvió a los sectores más retrógrados del país,
coludidos con el gran capital agroexportador transnacional, para dar un
golpe de Estado parlamentario al entonces presidente Fernando Lugo, sino
que permitió borrar los avances logrados hasta entonces.
“Durante el gobierno de facto de Federico Franco se procedió a
liberar, de forma ilegal, nuevos cultivos de soja, algodón y maíz
transgénico, violentando la normativa nacional que prevé la elaboración
de estudios de impacto ambiental y experimentación controlada por un
lapso de dos años. Eso continúa con el nuevo gobierno de Horacio
Cartes”, explicó el directivo de Sobrevivencia Amigos de la Tierra
Paraguay.
Además, señaló que existe una preocupante y creciente criminalización
y judicialización de la protesta contra la expansión del cultivo de
soja y el modelo agroexportador en general.
Durante la última década se registra un aumento exponencial de los
desalojos y desplazamientos violentos, las detenciones y el asesinato de
quienes luchan por el acceso a la tierra y contra la expansión de este
modelo depredador.
“Es un modelo violador de los derechos humanos, que usa el
hostigamiento, la persecución, y la represión para restringir las
libertades y continuar concentrando tierra y territorios”, concluyó
Cardozo.
De:
http://www.panamaon.com/noticias/ultima-hora/1151143-soja-transgenica-y-la-violacion-de-los-derechos-humanos.html
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