Tres años después de la ley de moratoria de los transgénicos
El Ministerio de Agricultura ha reiterado que el gobierno respetará
el mandato de la Ley Nº 29811 de moratoria de productos transgénicos
aprobada el 2011, que prohíbe el uso de organismos vivos modificados
(OVM) en el sector agrario. De ese modo, el Minagri ha salido al frente
de diversas denuncias sobre su escaso interés en ejecutar esta norma y
sobre su colaboración para frenar los efectos de ésta.
La declaración es bienvenida, principalmente porque se trata de la
ratificación de una política de Estado ampliamente debatida, cuyo
resultado se tradujo en una norma de obligatorio cumplimiento. La Ley N°
29811 tiene el propósito declarado de impedir el ingreso, producción y
liberación de Organismos Vivos Modificados (OVM) para fortalecer las
capacidades nacionales, desarrollar la infraestructura y generar las
líneas de base respecto de la biodiversidad nativa.
Las denuncias sobre una voluntad de incumplimiento de esta norma y su
reglamento no son nuevas, pero recientemente han saltado las alarmas.
Conveagro, una plataforma de productores agrarios, integrante del
Acuerdo Nacional, ha llamado la atención respecto de la falta de
compromiso con esta norma del Minagri, Senasa, el Ministerio de la
Producción, Indecopi, Concytec, entre otras instituciones, varias de las
cuales se empeñan en fomentar la derogatoria de la moratoria, usando en
esas actividades los recursos públicos en lugar de aplicar la ley.
Lo cierto es que luego de 3 años de aprobada dicha ley, las
instituciones vinculadas no se han dotado de planes para vigilancia y
control del ingreso de transgénicos y no han desarrollado instrumentos
de política para la conservación de la biodiversidad. Conveagro señala,
por ejemplo, que el país carece de un proyecto para el fortalecimiento
de capacidades científicas y tecnológicas en biotecnología y de un
registro para la acreditación de laboratorios para el análisis del
material genético.
El Minagri también ha asegurado que la reciente designación de un
especialista promotor de los transgénicos como director tecnológico del
Instituto Nacional de Innovación Agraria (INIA) no implicará cambios de
la política en relación con los productos transgénicos. El problema
reside en que esta no es la única decisión que indica un camino
contrario a la biodiversidad. También ocupan puestos decisivos otros
conocidos promotores de los transgénicos, el mismo jefe del INIA y el
principal asesor técnico. Del mismo modo, la Comisión Multisectorial de
Asesoramiento (CMA) constituida por mandato de la ley de moratoria,
formada por 15 representantes de instituciones, incluye a cinco
integrantes de una organización que pretende impedir la moratoria, uno
de los cuales oficia de secretario técnico de dicha CMA.
El reciente posicionamiento del Minagri es saludable en el contexto
que el fujimorismo aliado de los intereses de las empresas de
transgénicos ha anunciado la presentación de un proyecto de ley para
derogar la moratoria. Ahora toca pasar de las palabras a la acción,
retirando de las responsabilidades en la aplicación de la moratoria a
los que están contra ella. Tres años después de la aprobación de la Ley
N° 29811, debe persistirse en la defensa de la biodiversidad,
desbloquear las resistencias dentro del Estado y resolver la brecha
entre lo que se dice y se hace.
De:
http://www.larepublica.pe/politica/editorial-13-01-2015
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