En los primeros días del mes
pasado, Greenpeace interpuso denuncia por violación a derechos humanos
ambientales, culturales, económicos y sociales de los mexicanos ante la
Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) -instancia
competente para conocer asuntos laborales, ambientales, culturales, de
carácter económico y social, con base a las reformas en la Ley de la H.
Comisión, publicadas en el Diario Oficial de la Federación el 15 de
junio de 2012-, contra actos y omisiones, ilegales e injustas, del
titular del Ejecutivo Enrique Peña Nieto. Con la interposición de dicho
recurso se pretende compeler a que el presidente de la República,
secretarios de estado del Poder Ejecutivo Federal, de Agricultura,
Ganadería, Pesca y Alimentación, Medio Ambiente y Recursos Naturales,
Salud, así como demás funcionarios de la administración pública federal
que resulten responsables por la violación de derechos humanos,
particularmente por el derecho a la alimentación, derecho a un medio
ambiente sano para su desarrollo y bienestar que acarrea consecuencias
como: desnutrición, insuficiencia alimentaria y carencia de una
alimentación nutritiva, suficiente y de calidad, decreten medidas
cautelares de manera urgente y se abstengan de otorgar los permisos y
dictámenes favorables solicitados para la siembra de maíz transgénico
para fines comerciales en nuestro país.
Lo anterior fundado y motivado
en el artículo 102, apartado B, de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos; artículos 3º, 4º, 5º, 6º, fracciones I, II,
inciso a), VII, VIII, XIII, 24, 25 y 40 de la Ley de la Comisión
Nacional de los Derechos Humanos; 9º, 10º, 26, 61, 76, 79, 80, 94, 116 a
118 (medidas cautelares) y demás aplicables del Reglamento Interno de
la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, en los artículos 40 de la
Ley de la CNDH; 116, 117 y 118 de su Reglamento Interno, con el objeto
de evitar la imposible restitución en el goce de los derechos de los
mexicanos se solicita “de manera urgente la aplicación de medidas
cautelares”, consistentes en que las autoridades integradas por el
Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria
(SENASICA), dependiente de la Secretaría de Agricultura, Ganadería,
Pesca y Alimentación (SAGARPA) y la Secretaría de Medio Ambiente y
Recursos Naturales (SEMARNAT), incluyendo la Dirección General de
Impacto y Riesgo Ambiental (DGIRA), “se abstengan de otorgar los
permisos y dictámenes favorables que están solicitados para la siembra
de maíz transgénico para fines comerciales hasta en tanto se resuelva el
fondo de la queja”.
Asimismo, se presentó queja ante
esta Comisión Nacional de Derechos Humanos por la “violación a los
artículos 1º, párrafos primero, segundo y tercero, artículo 2º, apartado
B, segundo párrafo, fracción III, artículo 4º, párrafos tercero y
séptimo, y artículo 27, fracción XX, párrafo segundo”; todos de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, leyes secundarias
y tratados internacionales firmados por el gobierno de México, que
ordenan y reglamentan el derecho a la alimentación sana, nutritiva y de
calidad, entre otros derechos.
No está demás destacar la
importancia ancestral que posee el maíz en la cultura nacional,
considerado un ingrediente insustituible de la comida mexicana,
declarado patrimonio cultural intangible de la humanidad. En 2010,
México se comprometió a proteger la cocina tradicional mexicana junto
con sus elementos como son el maíz y la milpa en su conjunto, procedido
de la petición presentada ante la UNESCO bajo el expediente de registro
en la categoría de Patrimonio Cultural Intangible de la Humanidad
titulado: La cocina tradicional mexicana, cultura comunitaria, ancestral
y viva – El paradigma de Michoacán. Su inscripción fue aceptada bajo el
número de exp.5.COM.
Por otra parte, el sitio Web de la UNESCO señala:
“La cocina tradicional mejicana
(sic) es un modelo cultural completo que comprende actividades agrarias,
prácticas rituales, conocimientos prácticos antiguos, técnicas
culinarias y costumbres y modos de comportamiento comunitarios
ancestrales. Esto ha llegado a ser posible gracias a la participación de
la colectividad en toda la cadena alimentaria tradicional: desde la
siembra y recogida de las cosechas hasta la preparación culinaria y
degustación de los manjares. Los elementos básicos del sistema son: el
maíz, los frijoles y el chile; métodos de cultivo únicos en su género,
como la milpa (cultivo por rotación del maíz y otras plantas, con roza y
quema del terreno) y la chinampa (islote artificial de cultivo en zonas
lacustres); procedimientos de preparación culinaria como la
nixtamalización (descascarillado del maíz con agua de cal para aumentar
su valor nutritivo); y utensilios especiales como metates y morteros de
piedra. A los productos alimentarios básicos se añaden ingredientes
autóctonos como tomates de variedades diversas, calabazas, aguacates,
cacao y vainilla. El arte culinario mexicano es muy elaborado y está
cargado de símbolos: las tortillas y los tamales consumidos diariamente
forman también parte de las ofrendas realizadas el Día de Muertos. En el
Estado de Michoacán y en todo México se pueden encontrar agrupaciones
de cocineras y de otras personas practicantes de las tradiciones
culinarias que se dedican a la mejora de los cultivos y de la cocina
tradicional. Sus conocimientos y técnicas son una expresión de la
identidad comunitaria y permiten fortalecer los vínculos sociales y
consolidar el sentimiento de identidad a nivel nacional, regional y
local. Los esfuerzos realizados en Michoacán para preservar la cocina
tradicional destacan también la importancia que ésta tiene como medio de
desarrollo sostenible”.
En el plano nacional, la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos establece en su artículo segundo lo siguiente:
“Artículo 2º. La Nación Mexicana
es única e indivisible.(…) Esta Constitución reconoce y garantiza el
derecho de los pueblos y las comunidades indígenas a la libre
determinación y, en consecuencia, a la autonomía para: Preservar y
enriquecer sus lenguas, conocimientos y todos los elementos que
constituyan su cultura e identidad. Conservar y mejorar el hábitat y
preservar la integridad de sus tierras en los términos establecidos en
esta Constitución”.
La comida mexicana conserva una
historia de aproximadamente 10,000 años y se vincula directamente con la
domesticación del maíz; ha influenciado con sus ingredientes y
combinaciones a diversas cocinas; en consecuencia posee una gran
relevancia a nivel mundial y es tal su valor que ha sido reconocida por
la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y
la Cultura (UNESCO por sus siglas en inglés) como Patrimonio Cultural
Inmaterial de la Humanidad desde el 16 de noviembre del año 2010.
Para la inscripción, se valoró
el hecho de que la cocina tradicional mexicana es un elemento
fundamental de la identidad cultural de las comunidades que la practican
y transmiten de generación en generación. La cocina tradicional
mexicana fue valorada así como un modelo cultural completo que comprende
actividades agrarias, prácticas rituales, conocimientos prácticos
antiguos, técnicas culinarias y costumbres y modos de comportamiento
comunitarios ancestrales. Los ingredientes principales de la cocina
tradicional mexicana son el maíz, el chile y el frijol, pero es el maíz
su máximo representante, con más de siete milenios de antigüedad y que
según los mayas es la creación de los dioses, a partir del cual crearon
la humanidad. Esto que constituye un ejemplo de la trascendencia del
cultivo del maíz en México, que, inclusive, permea mitos cosmogónicos.
El origen y cultivo de este nutritivo y rico elemento ha sido la base de
la alimentación de todas las culturas de nuestro país, por lo que es un
símbolo de creencias y de identidad cultural.
En paralelo, la Carta Magna en
su artículo 4º, penúltimo párrafo menciona: “Toda persona tiene derecho
al acceso a la cultura y al disfrute de los bienes y servicios que
presta el Estado en la materia, así como el ejercicio de sus derechos
culturales. El Estado promoverá los medios para la difusión y desarrollo
de la cultura, atendiendo a la diversidad cultural en todas sus
manifestaciones y expresiones con pleno respeto a la libertad creativa.
La ley establecerá los mecanismos para el acceso y participación a
cualquier manifestación cultural”.
Señala Aleira Lara, responsable
de agricultura sustentable y transgénicos en Greenpeace México: “La
lucha no termina ahí, ¡aún podemos hacer más!”
¿Quieres presentar tu denuncia?
Actuar está en las manos de todos los mexicanos y se puede realizar de una manera sencilla. Sólo es necesario acceder a: http://www.greenpeace.org/mexico/es/Blog/Blog-de-Greenpeace-Verde/participar-es-poderpoder-defender-nuestro-maz/blog/44479/?ref=quepuedeshacer
De igual modo, señala que la
exigencia de Greenpeace es respetuosa aunque el reclamo se dirige a las
autoridades competentes de manera enérgica para que se prohíban
inmediatamente las siembras de maíz transgénico en cualquiera de sus
fases (piloto, experimental y comercial). ¡El gobierno debe defender
nuestro derecho a la alimentación prohibiendo el maíz transgénico ya!
Comentarios a: marelv_tita32@yahoo.com.mx
@marelv_tita32
Fuente:
http://join.org.mx/?p=13478
No hay comentarios:
Publicar un comentario