“Lucha Contra Monsanto”
es una completa guía preparada por Vía Campesina, Amigos de la Tierra
Internacional y Combat Monsanto. Su apuesta es proporcionar experiencias
y datos a la resistencia de los movimientos de base al poder
empresarial del agronegocio en la era de la “economía verde” y un clima
cambiante. El informe da un perfil de Monsanto, la principal
transnacional de transgénicos, revisa las luchas en los cinco
continentes, da alertas sobre la noción de “economía verde” y la
“agricultura climáticamente inteligente”.
El informe ofrece un pantallazo de las principales luchas contra Monsanto
y otras grandes empresas de la biotecnología que promueven
agresivamente los cultivos transgénicos. Además muestra que el
campesinado y los agricultores orgánicos de pequeña escala, las
comunidades locales y los movimientos sociales de todo el mundo oponen
resistencia y rechazan a Monsanto y el modelo agroindustrial que
representa. La oposición a esta poderosa empresa transnacional que
promociona sus productos transgénicos sin tener en cuenta los costos sociales y ambientales asociados es muy intensa.
Este
repudio explícito de los movimientos sociales y las organizaciones de
la sociedad civil está ejerciendo ahora influencia e n los formuladores
de políticas que tienen a su cargo la tarea de reglamentar los sectores
de la alimentación y la agricultura con respecto a los cultivos
transgénicos y los agrotóxicos, como demuestra este informe.
BIOPIRATERÍA EN LA INDIA
En India, por ejemplo, se aplicó una moratoria al cultivo de berenjena Bt, una versión transgénica de ese cultivo básico clave en India, y Mahyco-Monsanto fue formalmente acusada de biopiratería por la Autoridad Nacional de Biodiversidad de India. Tras una década de oposición popular en India, está tomando forma un movimiento que rechaza el enfoque colonial de Monsanto
con el lema “¡Monsanto, fuera de India!”, cuyo propósito es expulsar a
esa empresa del país. De ese modo la industria del algodón de India
quedaría liberada del sometimiento actual a Monsanto y se ayudaría a
frenar la ola de suicidios de campesinos que se endeudan por los costos
siempre crecientes de las semillas transgénicas y los insumos químicos
asociados.
LATINOAMÉRICA
El movimiento en contra de Monsanto también está creciendo en América Latina y el Caribe. El poderoso movimiento campesino del Brasil continúa promoviendo iniciativas de soberanía alimentaria alternativas; y las movilizaciones de masas en Haití
rechazaron firmemente las “donaciones” de semillas híbridas de Monsanto
tras el terremoto que sufrió el país, debido a los riesgos que esta
”ayuda” implica para los pequeños agricultores y la soberanía
alimentaria del país.
En Perú se introdujo una moratoria de 10 años a los transgénicos, y en algunas regiones de Argentina ahora hay fallos judiciales que restringen el uso de agrotóxicos cerca de viviendas.
Las redes anti-transgénicos en Guatemala
están alertando contra leyes inminentes y acerca de programas de ayuda
de Estados Unidos que podrían significar la entrada al país de semillas y
alimentos genéticamente modificados.
EUROPA
La
mayor parte de la gente en Europa se opone a la producción de alimentos
transgénicos y varios países de ese continente ya prohibieron el maíz MON810 de Monsanto y la papa Amflora de BASF, a pesar que la Comisión Europea desaprueba esas prohibiciones.
.También
siguen aplicándose una serie de iniciativas de acción directa, tales
como los “segadores voluntarios” que protegen la producción local de
alimentos en Francia y los activistas de España que sensibilizan a la
opinión pública sobre el apoyo aislado del gobierno español a los
cultivos transgénicos.
No
obstante, quienes se oponen a los transgénicos en Francia y otros
lugares todavía enfrentan muchos desafíos, entre ellos ensayos de
cultivos alimentarios transgénicos, acciones para socavar la moratoria
existente en Europa, y las tácticas agresivas empleadas por los grupos
de presión de la industria alimentaria, tales como apelar a los
tribunales franceses y de la UE para que anulen la prohibición al maíz
transgénico MON810 de Monsanto vigente en Francia, a pesar que el gobierno francés ya anunció que la va a mantener de todos modos.
ÁFRICA Y ESTADOS UNIDOS
Monsanto y otras empresas de biotecnología también están enfrentando demandas judiciales en Estados Unidos,
entre ellas juicios con los que se pretende evitar que los cultivos
transgénicos se propaguen en refugios nacionales de vida silvestre.
En África,
la Alianza Africana por la Soberanía Alimentaria alienta a las
comunidades locales a evitar el mal ejemplo que está dando Sudáfrica al
adoptar esta tecnología fallida aunque se haya demostrado que las
variedades de transgénicos en cuestión no responden a las promesas de
resistencia a las sequías e inundaciones.
El campesinado y las ONG de Malí continúan asimismo su lucha –exitosa hasta la fecha– para impedir la comercialización de cultivos transgénicos en el país.
CUIDADO CON LA “ECONOMÍA VERDE”
En
cada continente entonces, hay comunidades que están luchando contra los
transgénicos y a favor de la soberanía alimentaria. Sin embargo, el
agronegocio ha lanzado una ofensiva sin precedentes bajo el lema de la
nueva ‘economía verde’, un concepto que, en el camino hacia Río+20, se
está definiendo como una visión para otorgarles a las grandes empresas y
los mercados un papel incluso mayor. Esto podría permitirles a las
empresas de agronegocios como Monsanto, reafirmar y reforzar su
predominio y control de la alimentación y la agricultura, y facilitar la
propagación de la ingeniería genética –agravando así las crisis
alimentaria y climática.
Por
eso esperamos que quienes definen la manera en que se gestiona la
protección ambiental y la sustentabilidad escuchen y tengan en
consideración los testimonios y análisis que se incluyen en el presente
informe, y asimismo que sirva de inspiración y contribuya a la unidad de
los consumidores, activistas y movimientos que ya se decidieron a
desmantelar el poder de Monsanto.
Los
formuladores de políticas deben aplicar un nuevo enfoque: facultando a
las comunidades locales, las iniciativas sustentables pueden tornar
obsoletos a los cultivos transgénicos, los agrotóxicos y otras prácticas
del agronegocio.
La
siembra de cultivos transgénicos destruye la críticamente importante
diversidad de los cultivos, homogeneiza los alimentos y suprime los
saberes y culturas locales asociados. Por esta y otras vías, la
desigualdad social, la pobreza y la explotación de los recursos
naturales pueden prosperar dentro del sistema alimentario capitalista
neoliberal actual, centrado en el lucro antes que en la producción
sustentable de alimentos.
Sin
embargo, la soberanía alimentaria es una alternativa real y factible.
No solo para las comunidades agrícolas, sino que es una práctica que
debe integrarse a un enfoque más amplio para el desarrollo de sistemas
alimentarios sustentables.
Reunir
a quienes están luchando contra Monsanto específicamente, con quienes
desafían al agronegocio en general nos ayudará a formular metas comunes y
una visión compartida con la cual podamos transformar nuestras
sociedades. Ahora es la hora de actuar contra Monsanto.
Joseph Zacune
DESCARGA EL DOCUMENTO COMPLETO AQUÍ
*Foto: Activistas de Greenpeace interviniendo una plantación de Berenjenas Bt en Filipinas
Fuente:
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