El fallo, publicado el 10 de octubre, prohíbe a la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA), así como a la de Medio Ambiente y Recursos Naturales, otorgar nuevos permisos para cultivar organismos genéticamente modificados e impide a las transnacionales Monsanto, Pioneer, Dow AgroSciencies y Syngenta liberar semillas transgénicas a nivel piloto, experimental y comercial. No obstante, la decisión no tiene carácter retroactivo y las autorizaciones otorgadas continuarán desarrollándose lo cual pone en peligro los maíces nativos.
En el 2009, el gobierno mexicano reformó la Ley de Bioseguridad y Organismos Genéticamente Modificados para revertir una moratoria al maíz transgénico vigente desde 1998. México es uno de los ocho “centros de origen” del maíz en el mundo; posee 59 razas y 200 variedades adaptadas de este cereal, base de la dieta de los mexicanos.
En declaraciones al informativo científico y tecnológico SciDev.Net, Francisca Acevedo, coordinadora de Análisis de Riesgo y Seguridad de la gubernamental Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO), “no existe tecnología capaz de hacer lo que la diversidad genética ha logrado por si misma durante milenios”.
Criminalizar custodia de semillas nativas
En un informe publicado el 23 de octubre sobre los intentos de privatizar las semillas, la organización internacional GRAIN, defensora de sistemas alimentarios basados en la biodiversidad y controlados comunitariamente, precisó que tras la entrada en vigencia en 1994 del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) con Canadá y EEUU, el gobierno mexicano avanzó “en el registro, la certificación, el patentamiento y privatización de las semillas, buscando imponer semillas de laboratorio diseñadas y criminalizando la custodia e intercambio de semillas nativas por los canales de confianza que durante siglos fueron la base de los sistemas alimentarios indígenas, campesinos, a nivel nacional”.
Desde entonces, dice GRAIN, “los intentos por privatizar las semillas continúan desplegándose globalmente de las manos de los gigantes del agronegocio. Detrás de ellos hay un objetivo claro de apropiarse de las semillas de manera monopólica y de convertir la práctica histórica y milenaria de mantener y reproducir semillas en un delito”.
Durante el Día Mundial de la Alimentación, que se celebra el 16 de octubre, autoridades gubernamentales se pronunciaron a favor de los alimentos transgénicos.
“Los transgénicos son un medio más para combatir la pobreza”, dijo el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo y, por tanto, México está obligado a adoptar esa tecnología “o estaremos sujetando a los campesinos a una pobreza histórica y de baja productividad”, mientras que Bolívar Zapata, coordinador de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Presidencia, afirmó que “los transgénicos son beneficiosos y no causan daños a la salud”.
La organización ambientalista Greenpeace demandó al gobierno mexicano acatar el fallo judicial “y suspender la siembra de maíz transgénico, alimento básico de los mexicanos y eje central de nuestra soberanía alimentaria”.
“En lugar de tratar de justificar el uso de los transgénicos, las autoridades del país deben escuchar las voces de los científicos que han alertado sobre todos los peligros de esta tecnología y que además le han ofrecido la solución para alcanzar la soberanía alimentaria a través de modelos de agricultura ecológicos sostenibles a largo plazo, social y ambientalmente justos”, dijo Greenpeace. —Noticias Aliadas.
http://www.noticiasaliadas.org/articles.asp?art=6903
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