BRUSELAS, 6 Nov. (EUROPA PRESS) -
La Comisión Europea ha pedido este miércoles a los
Estados miembros -por primera vez en tres años- que autoricen el
cultivo en territorio europeo de un nuevo tipo de maíz transgénico,
el 1507, fabricado por la multinacional norteamericana Pionner, que
presentó su solicitud hace 12 años. Los ecologistas han tachado la
propuesta de irresponsable y han denunciado que el nuevo transgénico
pone en riesgo la biodiversidad.
El comisario de Sanidad, Tonio Borg, ha justificado
esta medida alegando que el Tribunal de Justicia de la UE condenó en
septiembre al Ejecutivo comunitario por no haber tramitado la
petición de Pionner y ha asegurado que la Agencia Europea de
Seguridad Alimentaria ha elaborado ya seis dictámenes positivos
sobre este transgénico.
No obstante, ante la controversia que generan los
organismos genéticamente modificados (OGM) en muchos Estados
miembros, Borg ha reclamado a los Gobiernos reactivar el debate sobre
la norma que permitiría a los Estados miembros vetar el cultivo de
transgénicos en su territorio, incluso si los autoriza Bruselas,
alegando motivos que no sean medioambientales o de seguridad
alimentaria.
El comisario de Sanidad ha apuntado que esta norma
fue "apoyada ampliamente por la Eurocámara y logró una
"considerable mayoría" entre los Gobiernos (24 de 27,
según ha dicho), pero está paralizada por una minoría de bloqueo.
A su juicio, con su aprobación se resolvería la polémica y la
división que causan los transgénicos.
La organización ecologista Greenpeace ha denunciado
que el maíz 1507 produce una toxina pesticida llamada Bt y es capaz
de resistir fuertes dosis de un pesticida que la UE pretende retirar
del mercado de aquí a 2017 por su alta toxicidad.
"La Comisión está actuando irresponsablemente
al recomendar la aprobación de un cultivo genéticamente modificado
que se sabe que daña a las mariposas y las polillas y que alentará
un uso desenfrenado de un herbicida tan tóxico que está siendo
eliminado de Europa. Teniendo en cuenta el impacto medioambiental, la
ausencia de beneficios de los cultivos transgénicos y la amplia
oposición pública, preguntamos: ¿en nombre de quién actúa la
Comisión?", ha dicho Greenpeace en un comunicado.
El expediente pasa ahora a manos de los Estados
miembros, que difícilmente lograrán una mayoría suficiente a favor
o en contra de la autorización, lo que confiere a la Comisión la
última palabra cuando se cumplan todos los trámites.
En la actualidad ya se cultiva en Europa un maíz
transgénico, el MON 810, cuya producción se concentra
principalmente en España (116.306 hectáreas en 2012, según los
datos de Bruselas). En 2010, la Comisión autorizó también para el
cultivo la patata Amflora, que no se cultiva desde 2011.
El Ejecutivo comunitario ha aprobado también este
miércoles tres autorizaciones para maíces transgénicos, pero en
estos casos dedicados sólo a alimentación y piensos y no a cultivo.
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