La ingeniería genética no es
prioridad para la agricultura. La primera evaluación global y
exhaustiva que se realizó sobre el desarrollo de la agricultura con la participación de 400
científicos arrojó la conclusión de que los cultivos transgénicos no son
una opción para alimentar al mundo para el año 2050.
Para asegurar un mundo sano y habitable en las próximas
décadas, la evaluación se inclinó por un enfoque orientado a los
sistemas que se ajusten a las condiciones y culturas locales. Concluyó
que este modelo responde mejor a las necesidades de la agricultura que
aquél que se concentra en las nuevas tecnologías que apuntan
exclusivamente a la productividad del mercado.
Alimentación sana, derecho irrenunciable
El derecho a la alimentación se incluyó originalmente en el
artículo 25 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos
promulgada en 1948, la cual, plantea de forma expresa en el Pacto
Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (PIDESC)
aprobado en 1966 y vigente desde 1976. En México, fue hasta el 13
octubre de 2011 cuando la Cámara de Diputados aprobó la reforma
constitucional que instaura este derecho de toda persona a una
alimentación nutritiva, suficiente y de calidad y que el Estado debe
garantizarlo; determinación que fue aplaudida por Olivier Schutter,
Relator Especial de las Naciones Unidas sobre el derecho a la
alimentación. El experto señaló que el cultivo de maíz transgénico en
México constituye un grave riesgo para la diversidad de las variedades
nativas de maíz ya que la contaminación genética por el flujo de polen y
las prácticas humanas de intercambio de semillas haría prácticamente
imposible mantener la coexistencia de las variedades nativas con el maíz
transgénico.
Decisión personal: consumo de productos transgénicos u orgánicos
La primera prevención para no consumir transgénicos es
elegir alimentos frescos y naturales y prescindir de los alimentos
manufacturados que pueden contener ingredientes genéticamente
modificados. Esta sencilla acción puede autenticar una alimentación
saludable y libre de transgénicos de igual modo, puede evitar la ingesta
de azúcares, grasas parcialmente hidrogenadas (trans), aditivos,
colorantes y conservadores.
La segunda prevención, es exigir al gobierno mexicano
que requiera el etiquetado de productos importados que estén
contaminados por transgénicos para que la población decida si los
consume o no, tal y como se está votando actualmente en el estado de
California, en E.E. U.U.
Greenpeace exige pronunciamiento de Enrique Peña Nieto
El pasado 3 de diciembre de 2012, esta organización
entregó al gobierno federal en turno la primer demanda de protección al
maíz mexicano y prohibición a la siembra comercial del maíz transgénico
en todo el país. Desde entonces al día de hoy, no ha habido respuesta a
pesar de que han transcurrido más de 100 dias en la administración, y
entre las cuestiones que aún continúan por resolver se encuentran las
solicitudes para la siembra comercial de maíz transgénico en México.
Distintos elementos apuntan a que las Corporaciones
agroquímicas poseen planes para transformar la producción agrícola y
alimentaria mundial en un gran ensayo genético, totalmente dependiente
de sus semillas patentada, tratando de controlar la agricultura del
mundo. En este tenor, nuestro país se ha convertido en blanco de estas
empresas que proyectan liberar sus variedades de maíz transgénico, toda
vez que el campo mexicano representa un gran negocio para esta
industria.
No está demás mencionar que en los países donde se ha
autorizado el cultivo de maíz transgénico, se ha demostrado su imposible
coexistencia con variedades convencionales, nativas y orgánicas. La
contaminación transgénica de un centro de origen y diversidad genética
del grano implica el monopolio total del mismo. Es importante destacar
que permitir estas prácticas en el campo mexicano constituye un notable
peligro ambiental, alimentario y económico. Por ello, Greenpeace ha
emprendido la campaña denominada “¡Que no decidan por ti! ¡No al cultivo
de maíz transgénico en el país!”
El propósito se encuentra encauzado en informar a la
población sobre las severas consecuencias que representa para nuestro
entorno social, ambiental, cultural, económico y político, consentir que
empresas transnacionales como Monsanto, Pioneer y Dow AgroSciences
México, mantengan vigente las petitorias de siembra de maíz transgénico
en el territorio nacional. Sus efectos son los siguientes: una inminente
amenaza para la biodiversidad y los ecosistemas; generarán resistencia
en insectos y en la maleza; suponen incremento en el uso de tóxicos;
contaminan cultivos convencionales, orgánicos y nativos, por medio del
flujo genético vía insectos, viento o intercambio de semillas; implican
riesgos en la salud de las personas; favorecen la aparición de alergias y
problemas en los órganos internos, entre otros; acabarán con las
variedades originales de maíz y pondrán en peligro la autosuficiencia
alimentaria de México; perjudicarán a la economía de los agricultores
mexicanos, debido a que las ganancias son monopolizadas por unas cuantas
multinacionales.
Y hasta ahora, EPN no ha emitido un pronunciamiento
respecto al destino del maíz nativo de México. Tampoco ha colocado sobre
la mesa el riesgo potencial y exponencial que representa para el medio
ambiente, la economía nacional y el ámbito social la siembra comercial
de variedades transgénicas de este grano en nuestro país.
Por eso, la pregunta directa que Greenpeace y miles de
pobladores le hacen al presidente de México es: maíz transgénico, ¿sí o
no?
En la alimentación de los mexicanos, el maíz constituye
el grano más importante y con mayor demanda en el mundo. Perder las 59
razas y miles de variedades que se cultivan en diversas regiones de
nuestro territorio por la contaminación genética comprometería
seriamente la soberanía alimentaria de México.
¿Debe perder México este valioso patrimonio autorizando la siembra comercial de maíz transgénico?
Los mexicanos, poseen el derecho a decidir el rumbo de su
alimentación. El gobierno no debe atentar contra la seguridad
alimentaria del pueblo de México.
Escrito por Martha Elva Gonzalez
Fuente:
http://join.org.mx/?p=13442
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