En
el mercado ecuatoriano existen 110 tipos de fármacos provenientes de
transgénicos y 1.493 alimentos que potencialmente podrían contener este
tipo de insumos, según refiere un estudio del Ministerio del Ambiente de
junio del 2010 sobre la Situación de la Biotecnología, los Organismos
Genéticamente Modificados (OGM) y Bioseguridad en el Ecuador.
En este estudio se
explica que la principal fuente de productos con origen transgénico
sería la importación de materias primas y productos manufacturados de
países productores de transgénicos, pues los principales cultivos de
este tipo “son componentes habituales en una amplia gama de alimentos
procesados”.
También se señala la posibilidad de que productos que se fabrican internamente posean OGM por la procedencia de sus materias primas.
Sobre los posibles alimentos que contengan transgénicos constan las categorías dietéticos; azúcares y derivados; cacao y derivados; carne y derivados; café, té y otros estimulantes; cereales y derivados; fórmulas nutricionales; condimentos y especias; grasas y aceites; leches y derivados, entre otros.
Dentro de la categoría de cereales y derivados, por ejemplo, se encuentran el pan dulce, varios tipos de galletas, snacks, sopas, cremas.
En la categoría de azúcares y derivados sobresalen productos como goma de mascar, caramelos, bombones, chupetes, malvaviscos.
En cuanto a cacao y derivados destacan varios tipos de chocolates y bombones.
Para la categoría de fórmulas nutricionales constan: complementos nutricionales y fórmulas en polvo para lactantes.
La ambientalista Inés Manzano y el presidente de la Cámara de Agricultura, Víctor López, sostienen que el consumo de transgénicos en el país es indirecto, a través de productos importados, especialmente la soya y el maíz, usados en la industria alimenticia. Manzano asegura que productos que se elaboran con trigo importado, como harina de trigo y pan, tienen componentes de OGM.
Pero Manzano y López destacan que pese a los temores sobre supuestos efectos de los OGM en la salud, no hay pruebas científicas para ello.
También se señala la posibilidad de que productos que se fabrican internamente posean OGM por la procedencia de sus materias primas.
Sobre los posibles alimentos que contengan transgénicos constan las categorías dietéticos; azúcares y derivados; cacao y derivados; carne y derivados; café, té y otros estimulantes; cereales y derivados; fórmulas nutricionales; condimentos y especias; grasas y aceites; leches y derivados, entre otros.
Dentro de la categoría de cereales y derivados, por ejemplo, se encuentran el pan dulce, varios tipos de galletas, snacks, sopas, cremas.
En la categoría de azúcares y derivados sobresalen productos como goma de mascar, caramelos, bombones, chupetes, malvaviscos.
En cuanto a cacao y derivados destacan varios tipos de chocolates y bombones.
Para la categoría de fórmulas nutricionales constan: complementos nutricionales y fórmulas en polvo para lactantes.
La ambientalista Inés Manzano y el presidente de la Cámara de Agricultura, Víctor López, sostienen que el consumo de transgénicos en el país es indirecto, a través de productos importados, especialmente la soya y el maíz, usados en la industria alimenticia. Manzano asegura que productos que se elaboran con trigo importado, como harina de trigo y pan, tienen componentes de OGM.
Pero Manzano y López destacan que pese a los temores sobre supuestos efectos de los OGM en la salud, no hay pruebas científicas para ello.
Fuente:
http://www.foodnewslatam.com/index.php?option=com_content&view=article&id=6476:estudio-senala-presencia-de-transgenicos-en-productos-alimenticios&catid=18:bebidas&Itemid=26
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