Opinión de (César Daniel González Madruga) |
México es el centro de origen y diversificación del maíz, cultivo fundamental para la alimentación de su población. Aun existe una controversia sobre la introducción de transgénicos de esta planta, la contaminación en cultivos de maíz, así como la necesidad de proteger sus recursos genéticos y desarrollar sustentablemente la agricultura nacional.
Es de importancia referir que se llama maíz transgénico al que se le introducen artificialmente características biológicas nuevas, provenientes de otras especies de plantas, animales o bacterias para que adquiera capacidades inusitadas como la resistencia al uso de herbicidas y que la propia planta adquiera la propiedad de matar a los insectos que la atacan mediante la intervención de candados químicos.
Se trata, entonces, de la creación de nuevas variedades que no existen como tales en la naturaleza, que han sido creadas de manera completamente artificial.
Para tales cambios, los creadores de organismos transgénicos en la actualidad requieren introducir ciertas características también genéticas, llamadas marcadores, que les permitan constatar el logro de sus fines.
Sin embargo, los nuevos organismos transgénicos han estado provocando propiedades indeseadas, sea para los consumidores, como la producción de alergias o la resistencia a antibióticos, o sea para la relación de estos organismos con otras especies de su medio ambiente, provocando la muerte de insectos no deseados o contaminación por polinización de otras especies nativas de maíz.
La producción de organismos genéticamente modificados en su mayor parte son creaciones de empresas transnacionales a las cuales lo que les interesa es la generación de ganancias extraordinarias, con la menor cantidad posible de costos.
Por ello, las nuevas variedades de maíz se diseñaron para resistir el consumo indiscriminado de herbicidas que las mismas empresas transnacionales producen (Monsanto, Novartis, Du Pont, etcétera); dicha resistencia a los herbicidas hace posible que la planta sea roseada con grandes cantidades sin que muera o bien, le brinda a la planta la capacidad de resistir insecticidas más tóxicos que los usuales.
México, históricamente fue un país autosuficiente e incluso exportador de maíz, Pero luego de la suscripción del TLCAN fue perdiendo su producción nacional paulatinamente, la cual fue reemplazada por la importación de maíz proveniente de Estados Unidos. En el año 1996 cuando el maíz transgénico empezó a ser cultivado en EU, científicos y ambientalistas mexicanos expresaron preocupación de que este maíz (que 5 años después de su ingreso ya representaba el 30 por ciento del cultivo en EEUU) estuviera entrando al país mediante las importaciones, en el marco del TLCAN, con consecuencias inciertas para la biodiversidad agrícola.
Al respecto, el gobierno mexicano respondió al año siguiente imponiendo una moratoria en la siembra de transgénicos; la medida nunca se hizo cumplir.
No casualmente este tipo de productos aumentan severamente los riesgos en la salud, al tiempo que vuelven al agricultor un esclavo dependiente de los nuevos paquetes tecnológicos.
Como dato relevante, el pasado miércoles 16 de octubre se conmemoró el Día Mundial de la Alimentación; en todo el país se suscitaron movilizaciones para demandar que el Pacto Rural sea prioridad en el Pacto por México, bajo 5 ejes rectores donde destacan:
A) La soberanía alimentaria; es decir, hoy México puede otorgar la seguridad alimentaria de la población gracias a la producción propia de nuestro campo y de quienes lo trabajan. Es imprescindible transitar de un país importador, principalmente de producto transgénico, a un país autosustentable en su campo y de productos nativos ricos en su composición natural, fomentadores de la salud; y
B) Los Derechos de la Tierra, que debe ser elevada a la conciencia social y a los principios mismos de la naturaleza. Esta ley está vigente en el Distrito Federal desde el 17 de octubre del año en curso.
Derivado de las graves consecuencias ya enunciadas y de las necesidades de garantizar una alimentación sana para la población, es importante referir que la semana pasada el Tribunal resolvió suspender la siembra de OMG’s en tanto Sagarpa y Semarnat den respuesta. Esto es el resultado de una demanda interpuesta por 51 ONG’s vs OMG’s y es el claro reflejo de la tendencia a la que la conciencia social nos convoca.
Por ello, hemos de estar alerta a la resolución del proceso jurídico que también se ha iniciado en torno a esta temática, esperando que ambas dependencias entren al fondo de estas importantes implicaciones y no se estanqué meramente en formulismos jurídicos.
Consejo de la semana:
Defendamos la soberanía alimentaria en favor de los derechos de la tierra y demos nuevamente la confianza a nuestro campo y a la naturaleza.
*Te invito a formar parte de mis contactos en:
cesardanielgonzalezm@hotmail.com
@elsiervomx
Diputado de la ALDF Presidente de la Comisión de Turismo
Fuente:
http://www.cronica.com.mx/notas/2013/791027.html
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