En la entrada de la Suprema Corte hay un muro de piedra austera y
seria, como son todas las piedras que se precian de ser auténticas.
Bueno, en dicho muro hay una frase que dice Supremae legis servis sumus
ut liberi ese possimus. Que traducido libremente del latín diría: somos
siervos de la Constitución (que es la ley suprema) y a través de ella
podemos ser libres. Hoy estamos ante un hecho histórico donde un Juez ha
dictado una sentencia, o mejor dicho una suspensión provisional que
pasará a la historia. No es una verdad absoluta, ni una sentencia
definitiva, pero allí está
Ese Juez le pone freno a la siembra
de maíz transgénico en México, por primera vez en la lucha que por años
han mantenido las organizaciones civiles de México en contra del maíz
transgénico, el Juzgado Federal Décimo Segundo de Distrito en Materia
Civil en el Distrito Federal emitió una medida precautoria en la que
ordena a la Sagarpa y a la Semarnat suspender cualquier permiso
experimental y frenar el procedimiento de liberación comercial para la
siembra de este tipo de alimento en el país.
La resolución del
juez se dio frente a una demanda colectiva de los activistas como Miguel
Concha, mi paisano Antonio Turrent, el maestro Bernardo Bátiz, Víctor
Manuel Toledo, Raúl Hernández, Víctor Suárez, Adelita San Vicente, y
otros y deja sin efecto 43 permisos experimentales de Felipe Calderón en
2011 en Sonora, Sinaloa, Chih. y Tams. La medida precautoria se basa en
el riesgo de daño al medio ambiente, impide a empresas trasnacionales
como Monsanto y Pioneer -entre otras-, liberar maíces transgénicos en el
campo mexicano, en tanto se resuelva el juicio de acción colectiva,
explicaron los de la AC "Colectivas", dijo René Sánchez Galindo, abogado
de los demandantes. Con la medida precautoria, las empresas que poseen
los 43 permisos experimentales en el país, deberán detener su
producción. Sánchez Galindo detalló que una de las razones que tomó en
cuenta el juez, fue que se recabaron pruebas de que en el maíz
transgénico, sujeto sólo a cierto número de hectáreas restringidas,
contaminó los sembradíos de otros campesinos.
El brillante
abogado indicó que de aprobarse la liberación comercial, impulsada por
las grandes empresas, los campesinos perderían la propiedad sobre su
semilla por la facilidad de contaminar por polinización. "Si se
permitiera la siembra indiscriminada de maíz transgénico, todos los
mexicanos seríamos afectados pues cada día se revelan nuevas
investigacioes que demuestran el daño a la salud causado por los
transgénicos". Adelita San Vicente Tello, representante del movimiento,
dijo que la resolución es una buena noticia. San Vicente detalló que
los defensores del maíz nativo tienen conocimiento de que estaba en
proceso una solicitud para sembrar comercialmente 11 millones de has. de
transgénico. "Es la mitad del país, lo que muestra la magnitud de la
intención de las grandes trasnacionales como Monsanto. Hay un permiso en
proceso para sembrar 250 mil hectáreas de soya transgénica". Si al
final del juicio las autoridades mexicanas deciden abrir al país a la
siembra de maíz transgénico, el campesino será uno de los más afectados.
Entre
los demandantes también están organizaciones de productores, indígenas,
apicultores, ambientalistas como la (ANEC), Fundación Semillas de Vida,
Fomento Cultural y Educativo, Fronteras Comunes, Alternativas y
Procesos de Participación Social, Titataniske y el Grupo Guerrero.
Miguel Concha aseveró que la resolución del juez se inscribe en el
espíritu del Principio Precautorio. La demanda colectiva busca proteger
el derecho humano de conservar, utilizar y participar de la
biodiversidad de los maíces nativos, frente a la amenaza que representan
los maíces transgénicos.
rojedamestre@yahoo.com
http://www.oem.com.mx/elsoldemexico/notas/n3156642.htm
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