Se realizó análisis a 10 habitantes adultos y niños de la localidad. El 70% demuestran presencia de sustancias tóxicas peligrosas. Exigieron la suspensión definitiva de las obras de Monsanto debido a la contaminación ya existente en la localidad.
Un análisis realizado a habitantes adultos y niños de la localidad Malvinas Argentinas arrojó que el 70% de esa población tiene presencia de plaguicidas y sustancias peligrosas en sangre.La Asamblea Malvinas Lucha por la Vida y la Fundación para la Defensa del Ambiente (Funam) revelaron ayer la presencia de sustancias tóxicas peligrosas en adultos y niños que viven en la localidad cordobesa de Malvinas Argentinas y exigieron la suspensión definitiva de las obras de Monsanto debido a la contaminación ya existente en la localidad.
Los análisis de sangre demostraron la presencia de plaguicidas en adultos y niños de Malvinas Argentinas: en 7 de las 10 personas analizadas por el estudio exploratorio se encontraron “residuos de plaguicidas antiguos muy persistentes como Aldrin, Dieldrin, DDT y Beta HCH”, indicó el Raúl Montenegro, asesor técnico de los vecinos y premio Nóbel Alternativo 2004. Agregó que “incluso bajas dosis de estos plaguicidas pueden alterar el sistema hormonal y reducir las defensas del organismo”.
Los análisis de sangre fueron encargados por la Asamblea Malvinas Lucha por la Vida a la Universidad de Buenos Aires “ante la negativa de la Municipalidad de Malvinas Argentinas y del Gobierno de la Provincia para hacer esos estudios en la población”, señalaron ayer en conferencia de prensa.
Los vecinos y Funam exigieron nuevamente al intendente Daniel Arzani y al gobernador José Manuel de la Sota que realicen “estudios sobre muestras más grandes para establecer la presencia de agroquímicos en sangre, orina y leche materna”.
Al mismo tiempo exigieron la puesta en marcha, para toda la provincia, de un Observatorio Ambiental de residuos peligrosos y de un Observatorio Epidemiológico, ambos continuos.
Malvinas Argentinas se encuentra 14 kilómetros al este de la ciudad de Córdoba. Es el sitio donde Monsanto pretende construir la mayor acondicionadora mundial de semillas transgénicas de maíz, proyecto que está actualmente detenido por una decisión judicial y la fuerte resistencia social de los vecinos.
“El intendente Daniel Arzani ya no puede mirar para otro lado. Urge prohibir la aplicación periurbana de plaguicidas y realizar estudios para llegar a la verdad. Está claro además que la localización de Monsanto en un lugar ya contaminado y con personas contaminadas es inaceptable”, indicó Vanesa Sartori, de la Asamblea de Malvinas Argentinas.
“Ahora está claro por qué la Municipalidad de Malvinas Argentinas y el Gobierno de la Provincia rehusaron realizar análisis para la detección de plaguicidas en sangre y a monitorear los niveles de contaminación con agroquímicos en agua, suelo y seres vivos”, sostuvo Celina Molina, también de la Asamblea. “Para ellos era preferible que no se supiera”.
La Asamblea Malvinas Lucha por la Vida obtuvo el apoyo de la organización no gubernamental alemana Grassoots, cuyo aporte permitió pagar el costo del estudio exploratorio y de los análisis.
El peligro de los plaguicidas
Raúl Montenegro, asesor técnico de la Asamblea, elaboró un informe técnico donde se analizan los plaguicidas encontrados y el riesgo sanitario de los cócteles de contaminantes. Fue hecho desde Funam y la cátedra de Biología Evolutiva de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional de Córdoba.
La licenciada Vanesa Sartori, de la Asamblea, indicó que “como parte de un estudio exploratorio se obtuvieron 10 muestras de sangre de residentes permanentes de Malvinas Argentinas, 6 adultos (22, 32, 33, 33, 36 y 53 años) y 4 menores (7, 9, 12 y 14 años). Las muestras, debidamente acondicionadas y transportadas, fueron analizadas por el Centro de Asesoramiento Toxicológico Analítico (Cenatoxa) y la Cátedra de Toxicología y Química Legal, ambos de la Universidad de Buenos Aires”.
“Se detectó la presencia de los residuos de plaguicidas clorados Aldrin, Dieldrin, Gamma HCH, pp’ DDT, op’ DDT y pp’ DDE. Todos estos plaguicidas están prohibidos y ya no se utilizan, pero persisten en el ambiente y las personas. Los transfieren a sus hijas e hijos las madres embarazadas a través de la placenta primero (embriones y fetos), y durante la lactancia después, e ingresan durante toda la vida de un individuo por inhalación de partículas de suelo y la ingesta de agua y alimentos contaminados”, agregó.
De:
http://www.lmcordoba.com.ar/nota/164959_detectan-plaguicidas-en-la-sangre-de-vecinos-de-malvinas-argentinas
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