En Uruguay se ha constatado que la mitad de los campos de maíz criollo
ahora están contaminados con maíz transgénico, como indica este informe
Cuando el maíz era maíz
La expansión de los transgenes y su afectación a la producción agrícola.
Por el
derecho de los pueblos a elegir qué alimentos producir, de qué manera y
cómo comercializarlos, es que se celebra el Día Mundial de la Soberanía
Alimentaria cada 16 de octubre. En Uruguay la problemática está ligada a
la viabilidad o no de una coexistencia regulada de producción y
comercialización de alimentos genéticamente modificados con aquellos que
no lo son. Un nuevo caso de contaminación transgénica en maíces
criollos en la zona de Quebrada de los Cuervos, Treinta y Tres, ilustra
esta situación.
Un
proyecto de producción de granos no modificados genéticamente es llevado
a cabo por productores de la cooperativa Graneco y cuenta con el apoyo
de la Unidad de Montevideo Rural y de la Dirección General de Desarrollo
Rural. Para eso, los integrantes de esta iniciativa adquirieron
semillas de maíz criollo (no transgénico) de ocho productores de
distintas localidades y decidieron enviar muestras de grano para ser
analizadas por investigadores de la Facultad de Química (FQ) de la
Universidad de la República y así garantizar que estuvieran libres de
transgénicos antes de comprarlas. El licenciado en Bioquímica Pablo
Galeano fue el encargado de llevar a cabo esta tarea. Según explicó a la
diaria, se analizaron ocho muestras de distintos productores y el
resultado fue que la mitad, proveniente de Treinta y Tres, estaba
contaminada transgénicamente. “Uno saca una muestra y en base al tamaño
puede decir con cierto grado de certeza qué umbral de contaminación
tiene. Se analizaron ocho muestras de 300 granos en grupos de seis. En
tres de ellas todos los grupos dieron positivo [con contaminación
transgénica]”, señaló. Existen dos métodos para encontrar la presencia
de transgenes: detectar la proteína transgénica específica de ese tipo
de maíces —fue el que se utilizó en este caso —, o analizar el ADN de
las muestras, que es más caro y lleva más tiempo.
Se cree
que la contaminación pudo haberse originado por la mezcla de granos de
maíz criollo con granos de maíz transgénico, así como por polinización.
Tres de las cuatro muestras en las que se detectó más contaminación se
originaron en la misma semilla, que fue intercambiada entre los
productores. “Quien dio origen a esa semilla se quedó corto, compró un
maíz en una racionera y preguntó si era criollo y le dijeron que sí, lo
entreveró con el otro y lo plantó. Nuestra especulación es que
seguramente ese maíz era transgénico, lo que explicaría por qué está tan
contaminado. En el otro caso, que está menos contaminado, como era de
la zona, lo que pudo haber pasado es que se haya cruzado el cultivo por
polinización. El maíz tiene flor macho y hembra, y es común que se
crucen las plantas dentro del mismo cultivo y con cultivos vecinos
porque el polen vuela y viaja a grandes distancias”, dijo Galeano.
La Red
Nacional de Semillas Nativas y Criollas, conformada por 160
emprendimientos familiares que involucran a más de 250 productores de
todo el país, denunció este hecho ante la Comisión para la Gestión del
Riesgo (CGR) y el Gabinete Nacional de Bioseguridad (GNBio).
Se
solicitó al CGR que “establezca las medidas que considere pertinentes a
fin de que los productores que han manifestado su voluntad de mantener
la identidad no transgénica de sus maíces logren este objetivo”.
La red ya
había denunciado esta problemática ante estos organismos cuando una
investigación realizada en 2009 por la FQ reveló un flujo de transgenes
desde cultivos comerciales de maíz genéticamente modificados (GM) hacia
cultivos de maíz no-GM.
Consultado
por la diaria, el presidente de la CGR y subsecretario de Ganadería,
Enzo Benech, dijo: “Con respecto a eso no voy a hacer declaraciones. Es
un tema sensible que está siendo discutido [...]. Estamos trabajando los
temas. Lo que puedo decir es lo que está dicho en el decreto 353 de
2008, ése es el marco”.
Cortar de raíz
Cortar de raíz
¿Cómo
afecta la contaminación transgénica a estos cultivos y a quienes lo
producen? En este caso hay, según Galeano, un impacto comercial y de la
capacidad de decisión de las personas que lo cosechan. “Si te decidiste a
plantar maíz no transgénico y querés comercializarlo como tal, y se
contamina contra tu voluntad, eso está afectando tu derecho. En este
caso los productores no van a poder vender esa semilla para este
proyecto y van a tener que dejar de plantar ese maíz”.
Galeano,
que además integra la organización REDES-Amigos de la Tierra, destacó
que si bien en Uruguay se aprueban los maíces transgénicos, a nivel
científico hay mucho debate con respecto a su inocuidad. “De 200 países
que hay en el mundo, sólo veintipocos plantan transgénicos e incluso en
muchos mercados está prohibido comprar granos de este tipo. Acá cuando
se hacen las evaluaciones de riesgo no se realiza ningún estudio
toxicológico crónico a largo plazo. El Ministerio de Salud de Austria
hizo un experimento a largo plazo con ratas y comprobó que estos maíces
causan efectos toxicológicos crónicos. A principios de este año un grupo
francés realizó un estudio, con un maíz que está aprobado en Uruguay,
que reveló un proceso acelerado de envejecimiento celular, y esto hacía
que se desarrollaran más fácilmente tumores y deficiencias hepáticas y
renales”, explicó.
El gran
problema, agregó, se daría cuando se quiera retirar los transgénicos del
mercado. “Si mañana se comprueba que esta tecnología causa efectos no
previstos y la querés sacar, ¿cómo hacés? Una cosa es lo que ocurre con
un producto químico, que lo dejás de vender y lo retirás del mercado.
Con los genes no es así: aunque dejes de vender semilla transgénica, eso
prevalece en la población”, advirtió.
La
solución sería, para Galeano, “tomar medidas con el tema de la distancia
de los cultivos y hacer un sistema de trazabilidad; que cuando vayas a
comprar algo sepas si es transgénico o no, sea grano o sea alimento.
Mucho más no se puede hacer, lo otro es que no se plante transgénico”.
El GNBio
es el encargado de emitir las reglamentaciones. Según el integrante de
REDES, si bien se habla de coexistencia regulada, no hay una sola
resolución del gabinete que tenga que ver con eso. “Por ahora, la
coexistencia regulada es simplemente retórica. Habría que instrumentar
la forma de que funcione. Yo creo que es bastante impracticable, sobre
todo en el caso del maíz, por el tema de la polinización. Incluso habría
que segregar toda la cadena productiva y comercial, tener camiones y
silos para transgénicos y otros para no transgénicos. En definitiva, sin
decirlo así, se ha optado por que sea todo transgénico”, concluyó.
Inés Acosta- La Diaria
Fuente:
http://www.connuestroperu.com/consumidor/20/39720-uruguay-la-mitad-del-maiz-criollo-esta-contaminado-con-transgenico
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