OAXACA, OAX., abril 29.−Así
es, el cafecito modelo Ámsterdam que imaginaban los activistas de
principio de este siglo se torna utopía, pues "la inevitable
legalización de la marihuana apunta a su industrialización enorme e
imbatible" y a la pérdida de su biodiversidad.
"Guarden
sus cocos", recomienda el escritor y consumidor de "yerba" informado y
pensante Fernando Lobo: "ahora que mencionas a Monsanto [la poderosa
multinacional de biotecnología que ofreció sus servicios a Uruguay para
la producción de marihuana transgénica], pienso que van a desaparecer
las semillas".
Precisa:
"en México, compramos una marihuana que siempre tiene semilla", y
cuando ocurra esa industrialización, a aquélla "ya no la vamos a ver;
entonces, mi recomendación es que la guarden".
−A la marihuana le va a pasar lo que al maíz criollo.
−Exactamente.
Con Monsanto nos vamos a olvidar de una gran variedad de marihuana, esa
planta muy domesticable y sobreviviente de miles de años que sirve para
infinidad de usos, que se ha generado en Michoacán, Oaxaca o el Valle
de México, digamos.
Cuando
Fernando Lobo era coordinador del Centro Cultural La Pirámide –allá al
lado del metro San Antonio del Distrito Federal−, se volvió activista de
la "marihuana legal", pero después de un tiempo se retiró: lo hice
"cuando me di cuenta que íbamos a ganar", y fue exactamente después de
una discusión sobre el magnate George Soros.
En
la cultura de la "marihuana legal" hay un asunto "turbio" relacionado
con el neoliberalismo: George Soros, inversionista especulador en Wall
Street, "es uno de los personajes que financiaban en América Latina las
movilizaciones sobre la legalización de la marihuana en Davos, Suiza,
durante la cumbre de los grandes capitalistas, aquellos que ahorcaban y
ahorcan a los países con recortes presupuestales y la acción del Fondo
Monetario Internacional (FMI)".
El
asunto "turbio" del neoliberalismo, de acuerdo con Fernando Lobo,
"apuntaría a abrir ese gran mercado que sería el de la marihuana".
Entonces,
"aquellos activistas que imaginábamos un cafecito modelo Ámsterdam, más
bien, en unos cuantos años podríamos enfrentar una industrialización de
la marihuana enorme e imbatible".
Y
aquí Fernando Lobo recuerda que la cultura de la "prohibición de la
marihuana surgió en Estados Unidos allá en los años treinta del siglo
XX, y que luego este país la impuso al mundo".
Ahora,
añade, "es muy probable que el empuje de la despenalización venga de
esos mismos núcleos sociales que algún día provocaron la prohibición de
la marihuana, y que sea impuesta al mundo, también, con los mismos
formatos, protocolos y relaciones diplomáticas enormes y veloces... y
sin explicación:
"Vamos a salir de la prohibición tan en la pendeja como entramos".
De
ahí que a Fernando Lobo le parezca "crucial hablar ahorita desde la
perspectiva del consumo personal de la gente pensante: de las personas
que podemos discutir abiertamente de este asunto diciendo: 'yo consumo.
"Porque
todos hablamos del fenómeno de la marihuana como si no hubiera por ahí
un ente llamado consumidor, al cual ahorita no se le da el derecho de
hablar ni tampoco se le otorga la capacidad para pensar sobre el
asunto".
Según
dicen, "todo debe ser pensando desde las autoridades o el mundo de los
expertos, pero del tema éstos no saben un carajo, y los políticos menos:
no tienen ni idea de cómo se gestó la prohibición, por ejemplo.
"Hablan
de estudios científicos, cuando que los llamados expertos desconocen
absolutamente el tema: trabajan con ratas, porque no pueden experimentar
con marihuana o con marihuanos, y entonces utilizan unos lípidos que se
parecen al tetrahidrocannabinol.
"Resultado:
los estudios de los farmacólogos de la UNAM quedan muy bien para
entender qué hace una rata cuando se mete sucedáneos de marihuana, pero
no qué un consumidor de ésta".
Ahora,
"no importa cómo venga la legalización, hay que hablar del tema, de las
cuestiones de salud, hábito, consumo y deseo, que es fundamental". Pero
desde la perspectiva del consumidor informado, pensante
Hay
que volver a la ciencia que piense en esos sujetos extraños que somos
los consumidores: que nos pregunten, porque así las cosas serían mucho
más claras. Lo que hace falta es que haya información de calidad,
valiosa, en los medios de información, en la bibliografía; pues hoy los
reporteros y los llamados expertos hablan una gran cantidad de
estupideces porque la sociedad desconoce el tema. Hoy, cualquiera puede
charlatanear con mucha facilidad, hablar de drogas como un experto, y
los marihuanos, quienes somos los que tenemos una idea más o menos
remota de lo que ocurre, nos tenemos que callar la boca".
De:
http://www.e-oaxaca.mx/noticias/informacion-cultural/22428-guarden-sus-cocos-legalizacion-de-marihuana-apunta-a-una-industria-imbatible-lobo.html
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