domingo, 20 de octubre de 2013

Es transgénico

Brecha Digital / Contaminación de maíces criollos por transgénesis en la Quebrada de los Cuervos

No es la primera vez que se detecta contaminación transgénica en maíces criollos o convencionales. Tampoco es nuevo que el organismo encargado de garantizar la "coexistencia regulada" de plantaciones transgénicas y convencionales sea el Gabinete Nacional de Bioseguridad, integrado por seis ministros. Pero el año pasado ese organismo echó por tierra la disposición que exigía una distancia mínima de 250 metros entre plantaciones de maíz, implementada justamente para evitar la polinización cruzada. La reglamentación era considerada insuficiente (el polen del maíz, según estudios nacionales e internacionales, puede viajar a mayor distancia y polinizar al maíz vecino, o al no tan vecino), pero al menos era algo.


En su momento, la coordinadora de Evaluación del Riesgo en Bioseguridad, Alejandra Ferenczi, argumentó a Brecha que "la extensión de maíz aumentó muchísimo y la posibilidad de control se empezó a ir de las manos. Esa regulación, además, estaba obligando a separar un cultivo transgénico de otro transgénico. Ahora se controlan los casos en donde surge un conflicto. El productor convencional, que debe seguir un protocolo para no mezclarse, se tiene que comunicar con nosotros. Pero no hemos tenido ningún caso hasta el momento". Ahora, la Red de Semillas Criollas denuncia que se volvió a confirmar la presencia de transgénicos en plantaciones de maíz convencional.1 El estudio fue realizado en el laboratorio de la Cátedra de Bioquímica de la Universidad de la República, y mostró contaminación en cuatro de las ocho muestras que fueron analizadas, las cuatro provenientes de la zona de la Quebrada de los Cuervos, en Treinta y Tres. Ante esos datos, la red elevó la semana pasada una carta al gabinete con la firma de más de 50 productores que cultivan en diez departamentos del país y que piden a las autoridades que eviten la contaminación, "ya sea producto de la interpolinización o de mezclas en la cadena de producción−comercialización". La denuncia fue difundida por Redes−Amigos de la Tierra el miércoles 16, cuando se conmemoraba el Día de la Soberanía Alimentaria. En el comunicado la organización "insta a las autoridades competentes a que implementen las medidas necesarias", y sostiene que "Uruguay es signatario de acuerdos internacionales por los cuales debe proteger los recursos genéticos del país. El rescate, revalorización y mantenimiento de nuestros recursos fitogenéticos y la necesidad de contar con semillas criollas de calidad son la principal motivación de la Red de Semillas". Por el momento, no han recibido respuesta. Consultada sobre el tema, Ferenczi dijo a Brecha que aún no conoce la denuncia, pero explicó que la Comisión para la Gestión del Riesgo (cgr) definió que se actuará sólo en los casos en los que se genere un conflicto comercial. Dicho de otra forma, que se procurará una solución para los agricultores que comercialicen productos no transgénicos, y no a los agricultores que intenten, sin fines de lucro, conservar una variedad criolla o convencional. Aunque el espectro definido por la cgr sea acotado, el caso actual estaría comprendido. Pablo Galeano, bioquímico integrante de Redes−at, comentó a este semanario que los productores de Treinta y Tres, entre otros, iban a vender sus semillas a la cooperativa Graneco, que intenta producir polenta no transgénica. La cooperativa "va a comprar a los que tengan semillas no contaminadas, a los demás no".

1.     Ya se había detectado contaminación en maíces criollos en 2009, antes de que la reglamentación dejara de tener efecto.



Fuente:
http://www.entornointeligente.com/articulo/1530645/Es-transgeacute;nico-18102013

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