Buenos Aires. El
doctor Andrés Carrasco, un científico argentino que pidió a los
reguladores de pesticidas reexaminar uno de los herbicidas más usados en
el mundo, falleció. Tenía 67 años.
El Consejo Nacional de Investigaciones
Científicas y Técnicas (CONICET) de Argentina anunció el sábado la
muerte del investigador, cuya salud se había estado deteriorando.
Carrasco, un biólogo molecular de la
Universidad de Buenos Aires y ex presidente del CONICET, era un
prestigioso experto en desarrollo embrionario cuyo trabajo se centró en
la forma en que los neurotransmisores afectan la expresión genética en
los vertebrados. Pero ninguno de esos estudios generó tanta controversia
como el que hizo en 2010 sobre el glifosato, investigación que se
convirtió en un gran desafío de relaciones públicas para el gigante
Monsanto Company, con sede en San Luis, Missouri.
El glifosato es el ingrediente clave en
los pesticidas Roundup de Monsanto, que se han combinado con plantas
modificadas genéticamente para incrementar espectacularmente la
expansión de la agricultura industrial en el mundo.
La Agencia de Protección Ambiental de
Estados Unidos (EPA, por sus siglas en inglés) y otros reguladores han
dicho que es razonablemente inocuo si es aplicado apropiadamente. Pero
pocos países hacen cumplir rigurosamente las reglas de los pesticidas, y
la expansión de la agricultura industrial ha expuesto cada vez más a
las personas al glifosato y a otras substancias químicas.
Carrasco, investigador principal en el
Instituto de Biología Celular y Neurociencias en su universidad, le dijo
a The Associated Press en una entrevista en el 2013 que había escuchado
reportes de crecientes defectos congénitos luego que se aprobase el uso
de cultivos modificados genéticamente en Argentina, y que por ello
decidió examinar el impacto del glifosato en embriones de ranas y pollos
en su laboratorio.
El estudio de su equipo, publicado en
la revista Chemical Research in Toxicology, concluyó que inyectar dosis
muy pequeñas de glifosato a embriones puede cambiar los niveles de ácido
retinoico, provocando el mismo tipo de defectos en la espina dorsal que
los médicos están registrando en comunidades en las que los herbicidas
son omnipresentes.
El ácido retinoico, una forma de
vitamina A, es fundamental para combatir el cáncer y desatar la
expresión genética, el proceso por el cual las células embrionales se
desarrollan hasta formar órganos y extremidades.
"Si es posible reproducir esto en un
laboratorio, sin duda lo que está sucediendo en el campo es mucho peor",
le dijo Carrasco a la AP. "Y si es mucho peor, y nosotros sospechamos
que lo es, lo que tenemos que hacer es examinarlo cuidadosamente".
Monsanto ha trabajado estrechamente con
la EPA y otras agencias reguladoras con el fin de limitar estrictamente
los parámetros de las pruebas de laboratorio usadas para la aprobación
de sus pesticidas y semillas modificadas genéticamente. El estudio de
Carrasco no siguió esos parámetros, y Monsanto desestimó los resultados.
Los estudios de Carrasco han sido
criticados también por las autoridades argentinas, pero se han vuelto un
punto unificador para un creciente movimiento en el país sudamericano y
otras partes que llama a los gobiernos a implementar estrictos límites
al uso de pesticidas.
De:
http://www.jornada.unam.mx/ultimas/2014/05/10/muere-biologo-molecular-argentino-que-desafio-a-monsanto-7093.html
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