El
amaranto inca kiwicha invade plantíos de soya transgénica de Monsanto
en los Estados Unidos como si estuviera en una cruzada por acabar con
esta nefasta empresa agrícola y de paso dar un mensaje al mundo.
En
lo que parece ser una muestra más de la sabiduría de la naturaleza que
se abre camino, la especie de amaranto inca conocida como kiwicha (Amaranthus caudatus) se ha convertido en una pesadilla para Monsanto. Curiosamente
esta compañía conocida por sus diabólicas (“Mondiablo”) prácticas se
refiere a esta hierba sagrada para los incas y los aztecas como una
mala hierba o una hierba maldita.
El
fenómeno de la expansión del amaranto en cultivos de más de viente
estados a lo largo de Estados Unidos no es nuevo, pero merece ser
rescatado, acaso celebrando la pericia y quizás hasta la inteligencia de
esta planta guerrera que se ha opuesto al gigante de las semillas
transgénicas. Desde el 2004 un agricultor en Atlanta se dio cuenta que
brotes de amaranto resistían al poderoso herbicida Roundup basado en el
glifosato y devorando campos de soya transgénica. El sitio web de
Monsanto recomienda a los agricultores mezclar el glifosato con
herbícidas como el 2,4-D que fue prohibido en Escandinavia por estar
haberse correlacionado con el cáncer.
Es curioso que el New York Times
que hace más de 20 años escribía que el amaranto podía ser el futuro
del alimento en el mundo, ahora llama a esta planta una “superweed”
('supermalahierba') o “pigweed” un término despectivo que refleja una
concepción del amaranto como una plaga.
Según
un grupo de científicos británicos del Centro para la Ecología y la
Hidrología, se ha producido una transferencia de genes entre la planta
modificada genéticamente y algunas hierbas “indeseables” como el
amaranto.
Este
hecho contradice las afirmaciones de los defensores de los organismos
modificados genéticamente (OMG): que señalan que una hibridación entre
una planta modificada genéticamente y una planta no modificada es
simplemente “imposible”.
El
amaranto por cierto posee más proteínas que la soya y además contiene
vitaminas A y C. Mientras tanto en Estados Unidos se preocupan de cómo
eliminar esta resistente planta que supera a la tecnología de Monsanto:
se reproduce en casi cualquier clima, no le afectan enfermedades ni
insectos por lo cual no necesita químicos. ¿Acaso no sería mejor que
escucharan este mensaje de la naturaleza e intentaran procesar alimentos
de amaranto?
Casos
como la satanización del amaranto nos hacen pensar que la industria de
los alimentos busca simplemente mantener a la población en el peor
estado físico posible para que pueda ser devorada por oscuras
corporaciones e intereses políticos.
Pijamasurf, 25.01.2011
Artículos relacionados
Transgénicos, cáncer y otros males
Ya es oficial: herbicida Rondoup de Monsanto causa defectos de nacimiento
Fuente:
http://www.connuestroperu.com/consumidor/20/39287-la-naturaleza-contraataca-amaranto-inca-devora-transgenicos-de-monsanto
No hay comentarios:
Publicar un comentario