Campo de maizLa organización ecologista Greenpeace da la voz de alarma después de hacerse públicos los últimos datos del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (Magrama) que informan de que la superficie cultivada con transgénicos en España ha sufrido un incremento de más del 19% en lo que llevamos de 2013.
Estos datos, aún provisionales a la espera de que termine el presente año, suponen un total de 138.543 hectáreas cultivadas con alimentos de este tipo en nuestro país.
Greenpeace considera esta cifra como un indicador de que los transgénicos están invadiendo los campos españoles, por lo que demanda su prohibición.
Luís Ferreirim, responsable de la campaña de Agricultura y Transgénicos de Greenpeace España explica por qué la organización está preocupada ante este incremento:
Es lamentable ver cómo la superficie cultivada con transgénicos sigue en aumento en España cuando son cada vez más los países europeos que los prohíben. E incluso gigantes biotecnológicos, como Monsanto o BASF, se retiran de Europa por el rechazo de la ciudadanía y porque no existe mercado para sus productos

 Ferreirim explica que Greenpeace continuará pidiendo la prohibición del cultivo de transgénicos argumentando que “suponen graves riesgos, no son necesarios, no presentan mejores rendimientos que las variedades tradicionales y la ciudadanía no los quiere”.
En cuando al rendimiento de estos productos, Greenpeace explica que los ensayos de campo muestran que no existen diferencias significativas entre el rendimiento de las variedades de maíz transgénico y las variedades isogénicas convencionales.
Tan sólo en ataques muy agudos de taladro, plaga que afecta a los cereales como el maíz, se verificó una diferencia mínima en el rendimiento de los dos tipos de cultivo. Desde que se realizan ensayos de campo (ocho años), sólo se han producido dos plagas de este tipo por lo que esta pequeña ventaja en el rendimiento de los transgénicos pierde fuerza como argumento de su defensa.
Greenpeace informó a través de una carta al Magrama que “es imprudente apoyar una tecnología muy controvertida y que produce el rechazo de la ciudadanía”, basándose en esta plaga. Así lo explican al Ministerio:
Desde el punto de vista fitosanitario el taladro del maíz es una plaga endémica de España. En consecuencia, no se dispone de datos específicos sobre la superficie afectada por el taladro del maíz para el conjunto de España
Pero la situación no acaba aquí. La denuncia de Greenpeace va más allá e informan de la poca transparencia y fiabilidad de los últimos datos publicados por el Magrama, ya que están basados en estimaciones a partir de los datos de venta de semillas suministradas por la misma industria al Ministerio.
Ante esta situación, solicitan que mientras se cultiven transgénicos en España, se cumpla la Directiva 18/2001 CE y se proceda a la creación de un registro público con la localización exacta de las parcelas donde se cultivan transgénicos.
No es la primera vez que Greenpeace alerta sobre esto. En febrero de 2013 ya presentó una denuncia contra España ante la Comisión Europea (CE) por el incumplimiento de las directivas europeas sobre la liberalización intencional del medio ambiente de transgénicos y de acceso público a la información medioambiental que, hasta el momento, no ha recibido respuesta.
Como dato importante hay que añadir que la autorización para el cultivo de maíz transgénico MON810 expiró en 2008 después de un periodo de 10 años por lo que su reautorización lleva ya más de cinco años de retraso. A esto hay que sumar que la CE determinará en poco tiempo si Europa estará totalmente libre de transgénicos en un futuro o no.