A inicios de los años noventa, los
cultivos transgénicos (CT) fueron anunciados con bombos y platillos
–cual cánticos de sirena-, como un “milagro de la biotecnología”, con
promesas como: altos rendimientos, reducción de costos e incrementos de
beneficios para el agricultor, disminución del uso de agroquímicos,
alimentos más nutritivos, así como mejoras para el ambiente, entre
otras. Hoy, a casi 25 años de la liberación del primer cultivo
transgénico al mercado, podemos corroborar que en realidad han resultado
ser todo lo contrario.
Riesgos impredecibles. Los
CT son resultado de aplicar técnicas azarosas de manipulación genética
entre especies de organismos diferentes (ej. plantas, animales, virus y
bacterias). En forma eufemística esas técnicas son denominadas como
“ingeniería genética” (tinyurl.com/yculvndh, goo.gl/TC2RV8), y conllevan
efectos impredecibles (goo.gl/pXlbWt).
...
Más: